El 37 % de universitarios de Santa Pola que también trabajan toma psicofármacos

El plan estratégico de la juventud revela que el consumo de antidepresivos y ansiolíticos, sobre todo en mujeres, está un 20 % por encima de la media nacional

Jóvenes en un parque de la provincia de Alicante.  | RAFA ARJONES

Jóvenes en un parque de la provincia de Alicante. | RAFA ARJONES / j.r.esquinas

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

El 37,3% de los jóvenes universitarios de Santa Pola entre 18 y 24 años, principalmente mujeres y que también trabajan, toma psicofármacos con y sin receta ante cuadros de depresión, ansiedad y estrés, lo que supone un 20% más que la media nacional. Es uno de los datos más demoledores que arroja el primer plan estratégico de juventud que el Ayuntamiento de la villa marinera ha aprobado recientemente como herramienta clave para desarrollar políticas que beneficien a este sector de la población.

Recopilatorio

El documento recoge entrevistas en centros escolares e institutos y también se ha recopilado la opinión de más de medio millar de jóvenes entre 12 y 30 años. El rango entre los 18 y 24 años de edad es en el que más muestran preocupaciones que les hacen perder el sueño, se sienten más infelices e incapaces de tomar decisiones, según respondió el 29,8% de los jóvenes entre estas edades, y las causas se deben, principalmente, al uso continuo de redes sociales y a la falta de redes de apoyo familiares o de amigos. Es más, en todas las franjas evidencian la necesidad de contar con más atención psicológica pública así como personal especializado en los centros educativos.

Salud mental

Desde el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento indican que actualmente no se ofrece ningún servicio específico relacionado con la salud mental y psicológica, por lo que esta parcela de actuación queda en manos de los servicios médicos de atención primaria y en la unidad de Salud Mental Infantil y del Adolescente (USMIA) en Elche. Aún y así, apuntan a través de este estudio que están en proceso de incorporar un Servicio de Atención y Seguimiento para las personas con problemas de Salud Mental Grave (SASEM).

De igual forma, y tras analizar la percepción de todos los agentes consultados, también se ha detectado en este estudio que el consumo de alcohol y drogas en todas las edades, pero sobre todo entre los menores de edad, es excesivo.

Se manifiesta que cada vez se inician más pronto en el consumo de sustancias de bajo coste, como bebidas alcohólicas baratas, a partir de los 11 años, y en el cannabis y anfetaminas desde los 14. Refiere el plan que hay una pérdida de temor a las consecuencias derivadas de su consumo e incluso los profesores consultados señalan que en torno al 10% de los estudiantes han reducido su rendimiento académico.

Ante esta tesitura, desde la administración local reconocen el problema y durante la elaboración de este diagnóstico se informó que se ha introducido un protocolo de la Generalitat rente al consumo de drogas. Si bien, apuntan que falta personal e infraestructuras, teniendo en cuenta que desde hace varios años la localidad no cuenta con una Unidad de Prevención Comunitaria de Conductas Adictivas (UPPCA), para acometer medidas preventivas a partir de edades más tempranas (12-13 años), según destaca el plan estratégico.