Sobre el fondo verde del escenario, tres grandes palabras en color blanco: "Amor a Benidorm". En su bautismo de fuego como nueva alcaldable del Centro Democrático Liberal, Gema Amor no pudo resistirse a jugar con su propio apellido como gran lema de una formación vertebrada en torno a su figura y a la defensa de una ciudad "que nadie ha tratado como se merece". Amor se enfrentaba anoche a su primer examen en la calle desde que se marchó del PP con la presentación de la candidatura del CDL, que logró congregar a más de 700 personas. Y lo dio por aprobado, toda vez que esa cifra de asistentes parece una buena referencia para su propósito inicial de obtener representación municipal.

En su discurso, rodeada de los otros 24 miembros de su candidatura que representan algunas de las sensibilidades del centro-derecha de la ciudad, la alcaldable independiente dio a conocer las que serán líneas maestras de su estrategia durante la presente campaña electoral: no abjura de su pasado en el PP, pero considera que su gran enemigo es el PSOE, sobre todo después de que el líder popular, Manuel Pérez Fenoll, la vinculara con el candidato socialista, el alcalde Agustín Navarro.

Para empezar, Amor ofreció a sus seguidores una explicación de su ruptura con los populares: "hasta hace diez días aún era presidenta local de ese partido, pero lo dejé por no traicionarme a mí misma ni a vosotros y por poder miraros esta noche a los ojos". Para Amor, el PP actual está lastrado por las "imposiciones, la ley del silencio y la falta de democracia interna", mimbres inadecuados ya no sólo para el partido sino para la ciudad. "Hay otra forma de gobernar Benidorm y yo he renunciado a muchos puestos para luchar por Benidorm y su buen nombre sin estar sujeta a jefes de Valencia o de Madrid".

Consciente de que ahora lidera un partido pequeño, Amor admitió que "iniciamos una aventura de alto riesgo y nos la jugamos", pero aseguró que el viaje merece la pena "por dignidad política". En ese momento, y entre aplausos, la candidata se olvidó de su antigua fuerza política para exponer su diagnóstico del actual estado del municipio, que "ha crecido a mucho menor ritmo que el de los empresarios turísticos". Un día después de la polvareda surgida por los elogios del presidente de Hosbec, Antonio Mayor, a su talla política, Amor agradeció la presencia en el acto de representantes del sector turístico para abogar por mejorar la oferta de la ciudad: "hay que ser exigente, yo eso lo he aprendido desde pequeña y así lo exijo todos los días".

Por eso, abogó por cuidar tanto los "pequeños detalles" de los barrios (que enumeró uno a uno) como las grandes inversiones a reivindicar: el Centre Cultural, el Paseo de Poniente, el AVE o el segundo hospital. En una ciudad crispada por los conflictos políticos, Amor propuso lograr esos objetivos a través del consenso y el diálogo: "no todos los políticos son iguales", remarcó.

También abogó por mejorar los incentivos para empresarios, reducir impuestos y sobre todo luchar por el empleo. Y ahí abrió hostilidades con el PSOE: culpó del paro a la "nefasta gestión de Zapatero", al que reprochó los 5 millones de parados en España y los 7.000 en Benidorm. Y utilizó esta última referencia local para advertir que "Navarro es igual a Zapatero, es lo mismo". En este sentido, no ahorró ataques contra el actual alcalde: "ya está bien de que Benidorm sea conocida sólo por el transfuguismo, el enchufismo, el amiguismo y el decir a todo que sí".

"Nuestro pacto es sólo con los ciudadanos y con los vecinos" dijo la líder del CDL para acabar proclamando "su amor a benidorm" y su pretensión de "darlo todo porque os lo merecéis todo". Así concluyó la candidata su alocución. Después, brazos en alto de los candidatos, reparto de flores y fuegos artificiales para concluir la presentación en sociedad del Centro Democrático Liberal.

Los Pérez Devesa en primera fila, María Zaragoza en la segunda

La presentación en sociedad de la candidatura del CDL que lidera Gema Amor reunió a un numeroso grupo de exmilitantes del PP que han optado por abandonar estas siglas siguiendo a su líder. Significativo fue el hecho, por ejemplo, de que en primera fila de las sillas habilitadas para el público se sentaran los dos hermanos del fallecido alcalde Vicente Pérez Devesa, José y Miguel, con sus respectivas mujeres, aunque no estuvo presente el hijo del desaparecido político, Vicente Pérez Agulló ni otros incondicionales a este alcalde, como Salvador Moll. También en primera fila, el constructor Antonio Manuel Puchades, y familiares de otros miembros de la candidatura, mientras que en plano destacado de la fila dos se encontraba María Zaragoza, primera presidenta de Alianza Popular. Frente a ellos, destacó la ausencia de cabezas visibles de la vieja guardia de Eduardo Zaplana.