Benidorm inició la noche del viernes sus Fiestas Mayores Patronales mirando al cielo. Y cuando parecía que el tiempo había dado una tregua a los festeros, la lluvia hizo ayer su aparición para cambiarlo todo. Las precipitaciones obligaron a suspender pasacalles, conciertos y festejos taurinos programados para la jornada de ayer; trastocaron el disparo de la primera mascletà y tuvieron la procesión en honor a la patrona, la Virgen del Sufragio, pendiendo de un hilo hasta última hora. Finalmente, la Mare de Déu salió a la calle, aunque se optó por hacer un recorrido más corto del habitual y los Costalers, Mariners, festeros y devotos tuvieron que regresar al templo casi a la carrera al arreciar la lluvia en mitad del recorrido.

Además de los actos religiosos, las precipitaciones también cambiaron por completo la parte más lúdica que caracteriza a las Fiestas Mayores. Las calles amanecieron prácticamente desiertas desde primera hora, y así permanecieron durante casi toda la jornada. Los peñistas tuvieron que recluirse dentro de los locales, lo que arrojó estampas casi inéditas como la de la calle La Palma, el "corazón" de las peñas, sin apenas un alma que se atreviera a bregar con el chaparrón. Y lo mismo pasó en la Feria y el Porrat: en la primera, las atracciones no funcionaron; en la segunda, apenas hubo más clientela que la que se acercaba en busca de un paraguas, un sombrero o cualquier otro elemento para ponerse a buen recaudo, por lo que la práctica mayoría de los comerciantes optaron finalmente por cerrar los puestos.

Otra de las estampas que también dejó ayer la lluvia fue la de vendedores ambulantes que, nada más empezar a caer las primeras gotas, coparon la plaza de la Cruz, el Paseo de la Carretera y otras vías del centro, ofertando paraguas a cinco euros con la intención de hacer su particular agosto.

Acto a acto

El día de las Fiestas dedicado a la Virgen del Sufragio comenzó lluvioso desde primeras horas. A pesar de que la previsión apuntaba a que la lluvia no cesaría durante toda la jornada, los miembros de la Comisión no quisieron tirar la toalla. "El tiempo en Benidorm es impredecible, así que esperaremos a ver cómo va la cosa e iremos decidiendo sobre la marcha", explicó el presidente de los mayorales, José Ferrer. No en vano, la de ayer era la primera jornada de Fiestas en la que hubo que enfrentarse a la lluvia desde el año 2005, lo que obligó a los festeros a decidir sobre la marcha qué hacer con cada actividad. Las que se realizaron a cubierto no registraron ningún problema. Fue el caso de la misa mayor, oficiada por el Obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, y en la que participaron el resto de párrocos de Benidorm. No ocurrió lo mismo, por ejemplo, con las vaquillas y el festejo de recortadores programados en la plaza de toros o el concierto que la Unión Musical debía ofrecer en la calle Gambo y que, si el tiempo lo permite, se realizará hoy en la misma ubicación a partir de las 17 horas, según confirmaron desde la Comisión.

También por la tarde, los festeros optaron por retrasar al máximo la hora de salida de la procesión, intentando de esta forma lograr un respiro llegado del cielo. El cese de la lluvia permitió que los pasos salieran, aunque en mitad del itinerario volvió a apretar, echando por el suelo el ánimo de mayorales, devotos y turistas que seguían el recorrido. Por la noche, la Comisión también tuvo que trasladar el tradicional canto de Les Copletes al interior de la Iglesia de San Jaime y Santa Ana y tenía previsto suspender los conciertos de grupos de pop-rock local del Huerto de Colón. Al cierre de esta edición, aún estaba en el aire la celebración del récord mundial del gintonic más grande y una fiesta con Dj's. Y lo mismo sucedió con los peñistas que tenían programados conciertos, bandetas o fiestas de aniversario: algunas las suspendieron y otras las celebraron, aunque dentro de las peñas.

¿Y hoy, qué?

La previsión para hoy tampoco es muy esperanzadora. La Agencia Estatal de Meteorología daba al cierre de esta edición una probabilidad de lluvia del 85% hasta el mediodía, aunque a partir de las 12 podría registrarse una ligera mejora, pues la posibilidad de precipitaciones baja al 40%. En todo caso, la previsión es que los cielos estén nublados y la temperatura oscile entre 10 y 17 grados.