El bloqueo que arrastra desde hace años el polígono industrial de Benidorm por la lentitud de la Administración en emitir y aprobar los últimos informes que quedan pendientes ha provocado que los viales y otras infraestructuras de este plan parcial se encuentren en un avanzado estado de deterioro sin que el proyecto urbanístico se haya si quiera estrenado. Así puede constatarse con un simple paseo por esta zona y así lo han comprobado estos días cientos de benidormenses que han utilizado este enlace para dirigirse hasta el cementerio nuevo de la ciudad, el de Sant Jaume, para visitar a sus difuntos con motivo de la festividad de Todos los Santos.

Y no solo eso. Las continuas demoras en desarrollar el plan están siendo motivo más que de sobra para ahuyentar la implantación de futuras empresas en este polígono, mientras que espacios similares de municipios vecinos, como el de Finestrat, no paran de crecer incluso en plena pandemia. Basta con atender a un ejemplo: el alcalde de esta localidad vecina a Benidorm, Juan Francisco Pérez, visitará esta misma mañana las instalaciones de Bricomart, la nueva gran superficie que ha abierto sus puertas en el bulevar comercial de Finestrat, y que se une a grandes marcas como Decathlon, Maisons du Monde, Leroy Merlin, Media Markt, Carrefour y las principales franquicias de textil con tiendas en el Centro Comercial La Marina, la mayoría de las cuales funcionan gracias a su cercanía con Benidorm.

Mientras tanto, la ciudad turística sigue enfrascada y sin lograr desbloquear este importante plan parcial, el PP 3/1, que el Ayuntamiento adjudicó por primera vez en 2002, hace ahora la friolera de 18 años. Este suelo, cuya urbanización básica finalizó hace un lustro, además de permitir el desarrollo industrial y terciario, pretendía servir para cubrir una de las carencias comerciales que arrastra Benidorm desde hace décadas: la apertura de su primer gran centro comercial, del que sigue careciendo.

La mercantil francesa Unibail-Rodamco, promotora de esta gran superficie, inició en junio de 2017 los trabajos de movimiento de tierras previos a la construcción de esta gran superficie, proyectada en una parcela de más de 70.000 metros cuadrados y que, una vez en marcha, podría generar alrededor de 2.000 empleos directos. Entonces, el plazo estimado de ejecución de las obras era de dos años, por lo que la empresa preveía que el centro comercial pudiera estar funcionando en el verano de 2019, confiando siempre en que el desarrollo de la rotonda y los nuevos viales de acceso norte, el conocido como «Vial Discotecas», se desarrollasen en paralelo a estas obras.

Sin embargo, más de un año después, la obra de esta infraestructura sigue sin haber empezado, ni tampoco las de estos enlaces y accesos. Y todo apunta a que tampoco lo harán en breve. Retrasos en la aprobación y ejecución del proyecto; una modificación del plan parcial que aún está pendiente de informes por parte de Fomento, antes de la aprobación definitiva por parte de la Generalitat; y, ahora, la solicitud del Ayuntamiento de Benidorm a este mismo ministerio para que le ceda un tramo de la N-332, que según indicó la edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, podría acarrear una nueva modificación de este PP 3/1, apuntan a que el polígono volverá a demorarse, como mínimo, un par de años más, lo que, unido a la incierta situación provocada por el covid-19, podrían dar la estocada a la implantación de Rodamco y otras grandes marcas.