Reducir la intensidad de vehículos y mejorar las condiciones ambientales y peatonales. Todo ello con una reducción de la contaminación, también lumínica, o el ruido. Este es el objetivo que se ha marcado Benidorm para los próximos años y que conlleva la puesta en marcha de una serie de proyectos, casi todos ellos con una base tecnológica, que harán una ciudad más sostenible y medio ambiental. Entre ellos, restringir al máximo el paso de vehículos por la recién renovada avenida del Mediterráneo pero también contar con autobuses eléctricos o que los conductores puedan tener a golpe de vista un sistema de guiado a los aparcamientos disuasorios que existen en la ciudad y las plazas libres.
Esto son algunos de los proyectos que hay sobre la mesa y que se completan con otros donde la tecnología cobra especial sentido. Pero, ¿cómo se financian todas estas actuaciones? Pues el Ayuntamiento ha conseguido del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana una subvención de 3.181.000 euros en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y la transformación digital y sostenible del transporte urbano.
En total, ese dinero se destinará a siete actuaciones que harán de la ciudad un espacio más sostenible.
El programa cuenta con una provisión total de 1.500 millones de euros, de los que 1.000 millones serán concedidos en esta primera convocatoria con cargo a las anualidades 2022 y 2023. El programa está financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea. Es decir, que el Ayuntamiento de Benidorm tiene menos de dos años, hasta final de 2023, para poner todas estas actuaciones en marcha.
Así lo corroboró el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate, quien explicó que "en diciembre de 2022 tenemos que tener ejecutado una parte y el resto antes de que acabe el siguiente año". Todo para "hacer una ciudad mucho más amable y sostenible en el que el peatón tenga prioridad".
Sobre el papel, el reto está claro. Ahora falta saber cómo afectará a los ciudadanos y visitantes de Benidorm. Para empezar la actuación de mayor cuantía es la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), para la que se han logrado 1.422.000 euros. Esta zona abarcará 35 hectáreas y se dividirá en tres subzonas, como son Levante, el centro urbano y Poniente. Dentro de ese amplio espectro de calles en prácticamente toda la ciudad se incluye, por ejemplo, la avenida del Mediterráneo.
Cabe recordar que esta principal arteria comercial ha sido completamente reformada tanto en el subsuelo como en la escena urbana y desde hace meses por ella solo se puede circular a 10 kilómetros por hora. En su entrada por la avenida Europa, carteles ya avisan de que se convertirá en una Zona de Bajas Emisiones, aunque aún no está en funcionamiento la restricción de paso.
El Ayuntamiento ha retrasado hasta en dos ocasiones la restricción total del tráfico en esta avenida, la última de ellas sin fecha después de que el último plazo fuera el 31 de enero de este año. Entre otras razones, según indicó el concejal, a la espera de conseguir esta subvención que permitirá rematar todos los flecos para llegar a esa ZBE. Con todo, en el municipio sí existen ya otras Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), cuyas restricciones se mantienen vigentes como la plaza de Levante o el casco antiguo. Pero vendrán más: "Queremos añadir en la subida del Tossal de la Cala o la Cruz de Benidorm".
El proyecto incluirá cámaras o controles de acceso. La intención es que funcione como un "Madrid central", aquel proyecto que en la capital causó tanta polémica. Por ahora, la restricción de acceso a la avenida del Mediterráneo sigue teniendo un carácter meramente informativo y las cuestiones se rigen por la señalización existente.
La creación de las Zonas de Bajas Emisiones se implantó con el fin de restringir el acceso a los vehículos más contaminantes y favorecer un modelo de movilidad de bajas emisiones, así como continuar con el proceso progresivo de peatonalización y de restricción de acceso a determinadas zonas y calles. “Un proceso iniciado estos años que tenía como objetivo la devolución al peatón de un espacio que inicial e históricamente era suyo”, indicó el concejal.
Otras actuaciones en la subvención
Pero las actuaciones aprobadas dentro de esta subvención de ministerio son más. Así, de los cerca de 3 millones de euros, se destinarán 450.000 a la adecuación e instrumentación de aparcamientos disuasorios con guiado a plaza; es decir, sistemas que informen al conductor dónde hay espacio para aparcar en los diferentes parkings creados en la ciudad para dar respuesta a la demanda de plazas para vehículos. Otros 400.000 euros serán para la adquisición de autobuses eléctricos y 270.000 euros para la gestión de la Distribución Urbana de Mercancías (DUM) en la Zona de Bajas Emisiones. ¿Qué significa esto? Pues poder controlar y organizar el reparto de mercancías con horarios o espacios establecidos.
Pero además habrá 225.000 euros para implantar aparcamientos seguros para bicicletas con mejora de señalización mediante ‘metrobici’ o un sistema de recarga de bus eléctrico en el estacionamiento disuasorio de la Estación de Autobuses (207.000 euros). Y otros 207.000 euros para otros elementos asociados a la implantación de la ZBE.
El concejal del área explicó que "entre abril y mayo tendremos el pliego de condiciones" para poder licitar todo este proyecto y sus actuaciones y poder comenzar a ponerlas en práctica lo antes posible. Sobre todo, por esas fechas marcadas por la subvención del ministerio. Porque la intención con este proyecto ZBE es "tener un plan de ciudad para ser más ecológicos y sostenibles a la larga", indicó el concejal. Y también reducir la contaminación lumínica, del aire y el ruido en las calles.
