Ahorrar en la factura eléctrica y dar un mejor servicio. Los municipios de La Nucia y l'Alfàs del Pi han instalado en dos edificios públicos placas solares para tener una fuente de energía sostenible y mejorar así la eficiencia energética. En el primer caso, esta instalación se ha hecho en el pabellón de la Ciudad Deportiva Camilo Cano; en el segundo, en el Faro de l'Albir, uno de los lugares más turísticos de la localidad.

Cada vez son más los ayuntamientos que han decidido instalar esta fuentes de energía en edificios municipales para ahorrar en la factura eléctrica. En el caso de La Nucia, la energía solar permitirá reducir los costes en 5.000 euros en ese edificio municipal y reducir la emisión de CO2, convirtiendo al municipio en más sostenible. Esta obra ha supuesto una inversión de 22.070,40 euros, con una subvención del IVACE (Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial).

Las placas solares del pabellón de La Nucia.

En el caso de esta localidad, el pabellón Camilo Cano es el tercer edificio municipal en contar con placas de energía solar fotovoltaica, tras el edificio de Urbanismo y el Centro Social Calvari. En total se instalaron 34 placas en esta instalación fotovoltaica sobre la cubierta del edificio con una potencia de 15,64 kW. Estas obras se han desarrollado durante el primer semestre de 2022.

Esta actuación ha sido posible gracias a la subvención del IVACE a través del Programa de ayudas destinadas al fomento de instalaciones de autoconsumo de energía eléctrica en los municipios de la Comunidad Valenciana, 2021, según explicó el alcalde Bernabé Cano.

Con todo, según el primer edil, "esta actuación tiene varios objetivos, por un lado ahorrar en la factura de la luz y reducir las emisiones de C02 a la atmósfera". Y el otro objetivo es "dar ejemplo a los vecinos instalando energía solar en los edificios municipales, una energía menos contaminante, que además permite reducir el coste de la factura eléctrica y contribuye a ser un municipio más sostenible y respetuoso con el medio ambiente", añadió. Por ello hemos empezado con esta "línea de instalación de placas fotovoltaicas en los edificios municipales, con las que ya cuentan Urbanismo, Centro Social El Calvari y ahora el Pabellón, gracias a una subvención del IVACE”, comentó Cano. Posteriormente se actuará en otros edificios municipales durante este año y los sucesivos.

En el caso de l'Alfàs del Pi, se han instalado placas de energía solar fotovoltaica, aislada de la red, en el Faro Punta de l’Albir. Una inversión de 20.397,82 euros para dotar de energía eléctrica al emblemático edificio, de uso compartido con la Autoridad Portuaria de Alicante hasta 2026 "lo que supone ofrecer mayor calidad y servicio a un menor coste energético", según el alcalde Vicente Arques.

En este inmueble se han instalado un total de 8 módulos monocristalinos de 400 wp cada uno, lo que supone una generación fotovoltaica de 3,2 kwp. Las obras, ejecutadas por el instalador Samuel Bermejo González, se han realizado en coordinación con el Jefe de División de Dominio Público de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Ignacio Campos Manero y Tomás de las Nieves Alberola, Jefe de División de Mantenimiento y Ayudas a la Navegación del mismo organismo portuario, como entidad propietaria del Faro de l’Albir.

El Faro de l'Albir, en l'Alfàs del Pi. David Revenga

Unas obras, según recogen los informes técnicos "relevantes para la Autoridad Portuaria, no previstas en la concesión, presupuestadas en 20.397,82 euros IVA incluido, que superan el 20 % del valor actualizado de la inversión inicialmente prevista en el proyecto original de la concesión, unas obras cuyo presupuesto de adjudicación ascendieron a 68.584 euros IVA incluido".

Además de los 8 módulos colocados en la cubierta se ha incorporado a la instalación la monitorización de la misma, lo que permitirá tener un perfecto control del sistema en cada momento y desde cualquier lugar con el objetivo de maximizar su rendimiento. De esta manera se garantiza el suministro eléctrico en las salas dedicadas a la exposición de colecciones vinculadas a la cultura marinera, al medio ambiente y al desarrollo del parque natural donde se ubica el faro, dotándolas de un total de 7 puntos de luz y 5 de alumbrado de emergencia en caso de fallo del encendido normal, para una eventual evacuación de ocupantes.

Un Faro histórico

El Faro de l'Albir fue reconvertido en Museo abierto a la ciudadanía desde octubre de 2011 tras un acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi y el máximo órgano de gobierno de la dársena alicantina. Gracias a este proyecto de uso compartido, pionero en la Comunidad Valenciana, parte del edificio se destina a Museo, con sala de exposiciones de arte y colecciones vinculadas a la cultura marinera, al medio ambiente y al entorno del parque natural de la Serra Gelada, donde se ubica. La concesión administrativa aprobada contempla que de los 190 m² de superficie construida se destinen 150 m² a usos culturales; mientras que los restantes serán de uso exclusivo de la Autoridad Portuaria Alicantina, ya que el faro mantiene su funcionalidad primordial como señal de ayuda a la navegación.

El edificio histórico singular fue construido en 1863 con el objetivo de señalizar el extremo septentrional de la Serra Gelada, una zona conocida como les Penyes de l’Albir. Desde entonces hasta la actualidad el faro ha iluminado nuestra costa de forma continua, ya que ni durante la Guerra Civil la linterna dejó de funcionar. El edificio estuvo habitado por dos fareros hasta los años sesenta, cuando los nuevos sistemas técnicos hicieron innecesaria la presencia constante de un técnico en el faro. A partir de ese momento, la falta de mantenimiento dio lugar a una constante degradación de la estructura, con las cubiertas derruidas y la fachada muy alterada por repetidos actos de vandalismo. Entre abril y julio de 2011 el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi rehabilitó el edificio del faro con el objetivo de preservar este importante elemento de nuestro patrimonio histórico y de convertirlo en un centro expositivo donde se muestran al público los múltiples valores culturales y medioambientales de la Serra Gelada.

El Faro del Albir se intentó monitorizar y llevarlo externamente desde Alicante hace unos veinte años, algo imposible por las características orográficas, y un equipo técnico en señales marítimas se encarga de su mantenimiento y seguimiento diario. Los equipos técnicos, como la linterna, se encuentran en buen estado. Sus lentes son muy antiguas, talladas en Francia según archivos y de diseño especial, para que el alcance de la luz sea el máximo.