En jardines públicos, escondidos en parques, junto a zonas residenciales o a la vista de cualquiera en las calles más turísticas, lo que además los acaba convirtiendo en un atractivo para muchos visitantes que los fotografían o incluso les dan de comer. La proliferación de gatos callejeros amenaza con convertirse en un serio problema para el Ayuntamiento de Benidorm, que en los últimos años ha sido incapaz de frenar el incremento de colonias de felinos a pesar de las campañas de esterilización que se llevan a cabo con carácter anual.

Así se desprende, al menos, de los datos que maneja el propio Consistorio, y que demuestran que el número de estos animales que viven en la calle es cada día mayor. Un trabajo de campo realizado por técnicos contratados por el Ayuntamiento ha podido identificar hasta 39 colonias distribuidas por todas las zonas de Benidorm -Levante, el centro y Poniente-, que sumarían aproximadamente unos 900 ejemplares. Sin embargo, fuentes municipales indican que la cifra, en la práctica, podría llegarse incluso a duplicar, teniendo en cuenta la dificultad para llevar a cabo este tipo de estudios y que existen colonias dentro de propiedades privadas a las que estos operarios no pueden acceder.

La cifra es notablemente superior a la obtenida hace ahora dos años, cuando en un conteo similar se llegaron a notificar 34 colonias formadas por unos 800 animales; es decir, cinco núcleos y un centenar de gatos menos que en la actualidad, sin contar con los ejemplares que escapan a este tipo de control.

La concejal de Sanidad y Medio Ambiente, Mónica Gómez, ha reconocido que, efectivamente, el incremento de estas colonias felinas supone un problema en algunas zonas de la ciudad. Principalmente, porque en la mayoría de casos, donde hay uno de estos núcleos se acaban produciendo malos olores, quejas y enfrentamientos vecinales y, lo que es peor, otras cuestiones que pueden acabar afectando a la salubridad, como la presencia de roedores, pulgas y otros insectos.

"Hay muchas personas que seguramente actúan con buenas intenciones, pero que transgreden la Ordenanza de Medio Ambiente, que prohíbe de manera taxativa dar de comer a los animales en vías públicas: gatos, palomas,...”, lamenta la edil. Gómez, además, explica que el problema se agrava cuando lo que se ofrece a los animales no es pienso sino "restos de comida, que atraen a otros animales bastante más desagradables que los gatos".

Varias personas fotografían a estos animales, que se han reproducido recientemente, o incluso les dan de comer. David Revenga

Esta forma de proceder en contra de la normativa municipal, además, puede acarrear sanciones. En Benidorm, en concreto, alimentar a animales callejeros o depositar alimentos en la vía pública para estos animales está contemplado como una falta leve, con multas de 150 euros. No obstante, la acumulación de multas puede acabar acarreando una sanción mucho mayor, algo viable teniendo en cuenta que las personas que llevan a cabo esta práctica suelen ser siempre las mismas en cada zona.

En el último año, el Consistorio ha interpuesto "varias" sanciones por dar de comer a gatos callejeros, según ha asegurado Gómez, que no obstante no ha podido concretar la cifra.

En los próximos días, se iniciará una nueva campaña de esterilización de gatos. En concreto, de 240 ejemplares, para los que el Ayuntamiento va a destinar una cantidad de 18.600 euros, 12.361,33 sufragados a través de una subvención de la Diputación Provincial de Alicante. 

En esta campaña colaborarán las ocho clínicas veterinarias que tienen su domicilio en Benidorm, así como una empresa contratada por la Administración para. La edil ha explicado que, como en años anteriores, se aplicará el conocido como "método CES", que consiste en la captura de los ejemplares, que son trasladados a los centros veterinarios, donde se les esteriliza para posteriormente reintroducirlos en las mismas colonias.

Además de la esterilización, “a todos los gatos se les realiza un examen sanitario, se les desparasita y se les aplica la vacuna antirrábica”, ha agregado Mónica Gómez, que además ha explicado que hay algunos particulares que con fondos propios también esterilizan a algunos gatos callejeros para evitar que se sigan reproduciendo y a quienes ha agradecido esta labor.

La edil, por último, ha pedido colaboración a las personas que los alimentan en contra de lo que recogen las ordenanzas y ha confiado en que esta y otras medidas permitan "en unos años" que la población de gatos callejeros "se estabilice y deje de ser un potencial problema que, incluso, pueda afectar a la salud pública".