Los Bomberos del Consorcio Provincial destinados al parque comarcal de Benidorm han tenido que efectuar este martes un peculiar rescate, después de que una mujer sufriese una aparatosa caída con su moto eléctrica en una pinada de la ciudad, sin resultar herida de gravedad.

Los hechos han tenido lugar esta mañana, cuando este cuerpo de emergencias ha recibido el aviso para acudir a socorrer a esta mujer tras sufrir un accidente en una conocida zona rural de Benidorm: El Moralet.

Al parecer, según han explicado fuentes de este cuerpo, la mujer se habría desorientado y adentrado con la silla de ruedas motorizada por una senda de difícil acceso situada en las inmediaciones de la Estación del TRAM de Benidorm, en dirección al nuevo parque urbano remodelado recientemente.

Durante el trayecto por dicha senda, la conductora de la scooter habría perdido el control, sufriendo una caída en el interior de una pinada. 

Por fortuna, cuando han ocurrido los hechos, en la zona se encontraban haciendo ejercicio varias jóvenes, que han presenciado el accidente y han dado parte de lo ocurrido a los servicios de emergencias.

Gracias a su colaboración, además, se ha conseguido localizar a la señora, que permanecía tumbada en el suelo y que, afortunadamente, no ha sufrido lesiones de importancia.

Además de los Bomberos Provinciales con base en el Parque de Benidorm, en el rescate también han participado varios efectivos de la Sección Rural de la Policía Local de Benidorm, en colaboración con el personal de seguridad de FGV en la estación del TRAM.

Larga lista de siniestros

La conducción de este tipo de sillas de ruedas motorizadas permite a muchas personas mayores o con problemas de movilidad poder hacer una vida prácticamente normal cuando salen a la calle, sin verse limitado por sus barreras físicas, pero a la vez es una fuente continua de accidentes para muchos de sus usuarios.

En Benidorm, debido al gran uso que los turistas hacen de estos vehículos, la lista de siniestros protagonizados por scooters eléctricas es abultada y, en ocasiones, se ha saldado con trágicas consecuencias para sus protagonistas.

La última vez, el pasado agosto, cuando una mujer de 58 años y de nacionalidad británica se precipitó por un acantilado de la Serra Gelada con una silla de ruedas a motor y perdió la vida. En el accidente también se vio implicado el nieto de la víctima, de 8 años de edad, que iba con ella en el vehículo y que resultó herido grave.

En los últimos meses, el Ayuntamiento ha abierto más de 300 expedientes sancionadores por el mal uso de sillas y patines eléctricos en las calles de la ciudad.