El Benidorm de los años 60 en los ojos de un turista inglés

La casualidad ha hecho que el pasado turístico de Benidorm se una al de Torremolinos y El Ejido. El trabajo de un empresario y mecenas holandés, Wim Kuipers, para recuperar el patrimonio histórico de ambos municipios andaluces ha conllevado un hallazgo único sobre la historia de la capital turística: cómo era el Benidorm de los años 60 visto por los ojos de un turista inglés. Todo un descubrimiento para seguir ampliando el fondo documental sobre cómo fueron los inicios del desarrollo turístico del municipio.

Kuipers lleva más de cuatro décadas trabajando para recuperar el patrimonio histórico de esas dos ciudades, Torremolinos y El Ejido. En su afán por documentar la historia turística de ambos municipios adquirió un álbum que contenía fotografías, hasta 86, de las vacaciones de una familia británica por el Mediterráneo español. Entre las páginas del álbum localizó varias hojas de imágenes captadas en Benidorm en un periodo "que datamos entre 1959 y 1962", según explicó la concejala de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer.

El Benidorm de los años 50 y 60 a vista de objetivo

El empresario holandés se quedó "fascinado" por esas fotografías que el destino, de manera casual puso en sus manos. En ellas se pueden ver algunas de carácter personal y otras de paisajes y lugares de Benidorm. "Sabemos que esta familia británica estuvo hospedada en el hotel Rosaleda y que durante su estancia recorrió el mercado municipal de abastos que se instalaba en las calles Martínez Oriola y Costera del Barco, que disfrutó de baños en la playa de Poniente, que paseó por las calles Tomás Ortuño y Carreró dels Gats y que visitó el puerto", explicó la edil.

Decidido a que las mismas no cayeran en el olvido, Wim Kuipers se puso en contacto con "nuestro Archivo para ofrecer este material de forma desinteresada; un gesto generoso que nace de esa vocación suya por salvaguardar el patrimonio y que le agradecemos enormemente".

Con ellas, el Archivo Municipal de Benidorm sigue incrementando su fondo fotográfico. La colección son 86 imágenes en blanco y negro tomadas por un turista británico en los primeros años del desarrollo turístico de la ciudad. Esta colección "aporta imágenes inéditas" de Benidorm que "contribuyen a testimoniar la evolución de nuestras ciudad en las últimas décadas y a recuperar nuestro pasado reciente", indicó Pellicer. Pero "además del indudable valor informativo, esta donación encierra una historia de azar y altruismo, que tiene como protagonista al propio Wim Kuipers y que también merece ser contada".

Esta donación de Kuipers no es la primera de importante valor histórico. Se suma a la realizada a finales de 2021 por el ciudadano alemán Maximiliam Greeven, que entregó al Ayuntamiento filmaciones de vídeo de las vacaciones familiares en Benidorm a finales de los años 50; y también al ingente patrimonio legado por Cristina Boissiè. Todos estos fondos, concretó Pellicer, "contribuyen a incrementar la documentación y material sobre el Benidorm del último siglo y, con ello, ahondar en el estudio y análisis de la evolución de nuestra ciudad, convertida hoy en destino turístico referente".

El material donado por Wim Kuipers ya está disponible para su consulta para los investigadores y "en próximas fechas lo estará también para el público en general una vez pongamos en marcha el nuevo programa de gestión y consulta de nuestro Archivo, que actualmente está en fase de implementación".