El abandono educativo cae al mínimo histórico por el impacto de las últimas crisis

La tasa de jóvenes que dejan los estudios sin acabar la ESO baja un 50% en diez años y sitúa a la Comunidad como la tercera del país que más ha reducido el fracaso. Los docentes también atribuyen los datos a la nueva ley, que permite titular con suspensos o adaptando el currículo

Estudiantes de un instituto de la provincia, durante una de las sesiones formativas.

Estudiantes de un instituto de la provincia, durante una de las sesiones formativas. / Lucio Abad

R. Pagés

R. Pagés

Pocas opciones en el mercado laboral y un sistema educativo que cada vez ofrece más alternativas y más itinerarios para poderse titular. Estos ingredientes, sumados al impacto de las últimas crisis sobre la economía y las condiciones vitales de la población en general, pero sobre todo de la población más joven, han sido la combinación perfecta que en los últimos años ha llevado a muchos estudiantes, que en otras circunstancias habrían abandonado los estudios sin llegar a obtener ninguna titulación, a continuar dentro el sistema para graduarse, al menos, en la Educación Enseñanza Obligatoria. 

El abandono educativo temprano en la provincia de Alicante ha caído en picado en los últimos años, hasta situarse actualmente en su mínimo histórico. Así se refleja en los datos oficiales recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según los cuales la tasa de abandono temprano entre la población de 18 a 24 años se sitúa en nuestra autonomía en el 12,8%, prácticamente la mitad de la que había hace una década —25,9%— y muy, muy alejada de la registrada en el año 2004, donde comienza la serie histórica evaluada por el INE y que situaba la tasa en el 35,7%

De esta manera, aunque la cifra se sitúa todavía por encima de la de autonomías como País Vasco, Galicia, Navarra o Cantabria, donde el fracaso escolar temprano años está por debajo del 10%, los datos ofrecidos por el INE ponen de relieve el importante esfuerzo que el sistema educativo valenciano ha realizado para intentar enganchar al alumnado y reducir su renuncia a seguir estudiando. O, dicho de otra manera, para conseguir incrementar el número de personas de entre 18 y 24 años que logra completar, al menos, la segunda etapa de la ESO o estudios asimilados, como la Formación Profesional Básica.

Los estudios de Formación Profesional son cada vez una salida por la que optan más jóvenes como puerta de acceso al mercado laboral.

Los estudios de Formación Profesional son cada vez una salida por la que optan más jóvenes como puerta de acceso al mercado laboral. / JUANI RUZ

De hecho, según estos mismos datos, la Comunidad Valenciana es la tercera del país que más ha logrado reducir la tasa de abandono educativo temprano entre 2014 y 2021, con un descenso de 10,6 puntos en este periodo, solo superada por Baleares (16 puntos menos) y Canarias (12), y dos puntos por encima de la media nacional, que alcanzó los 8,6 puntos de reducción en este periodo y se sitúa en una tasa del 13,3%, medio punto por encima de la media en nuestra comunidad. 

Más oferta formativa

¿A qué responde esta evolución? Fuentes de la Conselleria de Educación atribuyen los datos a numerosos factores, entre ellos el aumento de la inversión para la contratación de más profesorado, para reducir las ratios o para reforzar la atención al alumnado con más dificultades. Pero, sobre todo, al cambio de concepción que se ha forjado alrededor de los estudios de FP y al brutal incremento de la oferta experimentado por esta modalidad educativa a lo largo del periodo analizado.

«Se ha hecho un trabajo muy intenso desde 2015 con los departamentos de orientación de los institutos para que presenten la FP a su alumnado como un itinerario que no cierra ninguna puerta, como se creía hasta hace unos años, sino que las abre todas, ya que al mismo tiempo que consiguen una formación excelente para encontrar un trabajo digno, poder titular después en un grado superior es una vía de acceso a la universidad igual que el Bachillerato», mantienen fuentes del departamento de la consellera Raquel Tamarit. 

En las comarcas alicantinas, la FP Básica cuenta actualmente con cerca de 5.000 alumnos matriculados en los 26 ciclos que se ofertan, con una cobertura de las plazas que alcanza el 73,2%. Y la cifra se dispara cuando observamos los datos relativos a los grados medios o superior, con 17.000 y 15.800 estudiantes, respectivamente, muchos de los cuales acceden tras superar la ESO pero también por medio de esta FB básica. 

Conservación de instalaciones deportivas; Actividades marítimas y pesqueras; Mantenimiento de Vehículos; y Mantenimiento de viviendas, se encuentran entre las opciones más demandadas en este nivel formativo, con porcentajes de ocupación de las plazas que rondan el 90%. Junto a ellas, destacan otras especialidades que históricamente también tienen gran tirón y presentan las cifras más altas de alumnado: Agrojardínería y complementos florales, con 550 alumnos en toda la provincia; Electricidad y electrónica, con 525; Peluquería y estética, que estudian 559 alicantinos; o los ciclos clásicos de Administrativo, con 582, e Informática de oficina, con 613 alumnos, respectivamente.

Todos ellos, junto con el resto de ciclos de nivel básico, representan en muchos casos el primer paso para continuar después con una formación profesional más amplia y específica, pero también en otras ocasiones permite al alumnado que no quiere seguir estudiando obtener un título y, además, una cualificación mínima con la que poder empezar a llamar a las puertas del mercado laboral en busca de un empleo

Participantes en la feria de FP organizada por la Conselleria de Educación en Elche para dar a conocer estos estudios.

Participantes en la feria de FP organizada por la Conselleria de Educación en Elche para dar a conocer estos estudios. / ANTONIO AMOROS

Porque, como también reconocen en la Conselleria de Educación, otro de los factores que ha contribuido con mucha fuerza a sostener a un mayor número de estudiantes dentro del sistema en los últimos años ha sido el impacto de las últimas crisis económicas. Principalmente, la de 2008, cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria aniquiló miles de puestos de trabajo en sectores que hasta entonces habían sido el «salvavidas» de muchos «malos estudiantes», como el de la construcción, y trajo aparejada otra consecuencia que siguen soportando a diario miles de jóvenes en nuestra provincia: las enormes dificultades para encontrar un empleo digno, estable y de calidad, que se multiplican aún más en el caso de personas sin ningún tipo de formación ni cualificación. 

Titular con suspensos

Profesores de instituto consultados por este diario aportan otro motivo que habría llevado al fracaso escolar en esta franja de edad al mínimo en el que nos encontramos ahora: la menor exigencia del propio sistema a la hora de titular.

De hecho, las últimas modificaciones introducidas para el desarrollo de la nueva ley educativa establecen la posibilidad de obtener el título de la ESO sin límite de suspensos, a criterio del profesorado; a través de la FP básica; o por medio de los programas de diversificación curricular, es decir, adaptando los contenidos a las capacidades del alumnado cuando éste tenga serias dificultades para poder superar una materia.

Estas tres vías, a juicio de muchos docentes, «dan muchas más facilidades para la promoción y titulación de los alumnos que antes, cuando no se podía pasar de curso o titular con alguna asignatura suspendida». Dicho de otra manera, hay más gente que se titula porque es más fácil lograrlo y, por tanto, hay también menos fracaso. 

La provincia tiene cada vez más jóvenes que estudian y trabajan a la vez, mientras que la cifra de "ninis" está por debajo del 5%

La provincia tiene cada vez más jóvenes que estudian y trabajan a la vez, mientras que la cifra de "ninis" está por debajo del 5% / David Revenga

Más «sisís» que nunca: 128.000 alicantinos trabajan y estudian a la vez

La dificultad para muchos jóvenes de encontrar trabajo de manera general, y de encontrar un trabajo estable y de calidad en particular, ha llevado a muchas personas a retomar los estudios o prolongar durante más tiempo su formación para abrirse nuevos caminos en el mercado laboral. Además de la caída del fracaso a mínimos históricos, esta tendencia se refleja también en otras estadísticas, como la de personas que estudian y trabajan a la vez, conocidos como «sisís» en contraposición con los «ninis» de antaño. En 2021, 128.100 alicantinos de entre 16 y 24 años se encontraban en esta situación, 8.200 más que un año antes y 17.200 más que en 2019, según el INE, y alcanzando su máximo histórico. La cifra de «ninis», por contra, se desplomó por debajo del 5%.