Al viajero del sur, quizá, lo que más le sorprenda de Copenhague son las numerosas bicicletas que circulan por sus calles, también, la cantidad de horas de luz solar al día, en los meses previos al solsticio de verano, y el tamaño de la mujer de bronce más fotografiada de la capital de Dinamarca.
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En la estación central de ferrocarril podemos comenzar nuestro recorrido, en búsqueda de La Sirenita. Al lado de la estación nos encontramos con los jardines Tivoli, convertidos desde antaño en un parque de atracciones, apto para todas las edades y donde, curiosamente, podremos comer los típicos churros de España.
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Cruzando el boulevard Andersens llegamos a la plaza del Ayuntamiento (Radhuspladsen), con su edificio consistorial y la espectacular torre del reloj. Desde esta plaza podemos observar un termómetro, que nos avisará con un ciclista si hace buen tiempo. La calle peatonal y comercial Stroget parte desde Radhuspladsen, en su recorrido podremos acercarnos al diseño danés, en Illums Bolighus y contemplar la torre de la Iglesia de Nikolai. Al final de la calle llegamos a la plaza Kongens Nytorv, donde está el Teatro Real y Nyhavn.
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El Puerto Nuevo (Nyhavn), identificado por sus edificios de colores, es un canal excavado en el siglo XVII, que servía para que los barcos llegaran hasta el nuevo centro de Copenhague. Alrededor de él se establecieron los marineros, las meretrices y numerosas tabernas. Hoy en día es una zona de esparcimiento muy concurrida por lugareños y visitantes. Desde Nyhavn parten barcos que nos permiten conocer la ciudad desde los canales, por algo más de sesenta coronas danesas, descansarán nuestros pies y nos ayudarán en nuestra búsqueda.
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El recorrido nos llevará a los canales de Christianshavn, con sus casas flotantes; a Slotsholmen, donde está el palacio de Christiansborg, sede del Parlamento de Dinamarca y la Biblioteca Real, con su nueva construcción, conocida como “Diamante Negro”. Veremos también el nuevo edificio de la Ópera, inaugurado en 2005 y diseñado por el arquitecto danés Henning Larsen, curiosamente, alineado con el Palacio de Amalienborg, casa de la familia real danesa, en la margen opuesta.
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El barco se acercará hasta el parque de Langelinie donde terminará nuestra búsqueda, porque La Sirenita vive ahí, aunque cuando visité la ciudad, en mayo de 2010, no la encontré, había viajado hasta Shanghai, al pabellón de Dinamarca de la Exposición Universal que se celebraba en la ciudad China. Para ver una reproducción de igual tamaño tuve que ir al inicio de nuestro recorrido, al Tivoli.
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Cómo llegar: al Aeropuerto de Kobenhavn, nombre que recibe en danés la ciudad de Copenhague, llegan vuelos procedentes de Alicante, Barcelona, Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca y Tenerife-sur.
No olvidar: Dinamarca pertenece a la Unión Europea, pero no a la zona euro, utiliza su propia moneda, la corona danesa. Aproximadamente un euro equivale a siete con cuarenta y cuatro coronas.
Fotografías y vídeo de J.Cintas:
1- Puerto Nuevo (Nyhavn).
2- Jardines Tivoli.
3- Ayuntamiento y termómetro.
4- Calle Stroget.
5- Edificio de la Ópera y Palacio de Amalienborg.
6- Reproducción de La Sirenita en el Tivoli y parque de Langelinie, ubicación de La Sirenita.
7- Aparcamiento de bicicletas en la estación de ferrocarril.
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Esta entrada es una reproducción del artículo publicado en el las páginas “Vivir el domingo” del diario Información, el día 20 de junio de 2010.
