El elaborado hilo viral que desmonta el mito de la avioneta antilluvia

Un meteorólogo comparte en su cuenta de Twitter una trabajada publicación que mezcla alto rigor científico con humor para demostrar que la leyenda del avión que destruye las nubes es precisamente eso: una leyenda

La aplicación de Twitter en un móvil junto a una avioneta en una imagen de archivo

La aplicación de Twitter en un móvil junto a una avioneta en una imagen de archivo / INFORMACIÓN

Cuenta la leyenda que existe un avión capaz de alterar el clima y evitar la lluvia... Eso sí, el relato de la ciencia es bien distinto. Ha sido en concreto Benito Fuentes, profesional del estudio y análisis atmosférico y miembro de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), quien se ha encargado de dar voz al conocimiento científico para así, desmontar un mito muy presente en Alicante, y en realidad, en varias partes de España.  

El experto ha elaborado un documentado hilo, basado en el rigor científico y salpimentado con generosas dosis de humor, que demuestra la inverosimilitud que posee la fábula de la avioneta antilluvia. Fuentes se basa en el ingrediente más elemental de la realidad, los datos, para demostrar que la idea de un aeronave capaz de destruir, evaporar o robar el agua de las nubes es una completa quimera.

A través de 23 tuits, el meteorólogo va encadenando diferentes supuestos que, uno tras otro, dejan sin defensa la hipótesis de un vehículo aéreo diseñado para provocar tal efecto sobre el clima. Para demostrar lo irreal que puede llegar a ser esta idea, el autor de la publicación va directo a la raíz del problema y (como deja indicado en el tuit que encabeza el hilo) explica los requisitos técnicos con los que debería contar un avión para deshacer un frente lluvioso.

Fuentes comienza, como si fuera un profesor de matemáticas, recitando el enunciado de un problema que se debe resolver. En este caso, no se trata de saber en qué punto kilométrico se encontrarán dos trenes que han salido de Vigo y Alicante respectivamente, sino de averiguar cuánta cantidad de agua va a tener que evaporar la avioneta en cuestión. Para ello, presenta un frente que mide 3.000 kilómetros de largo por 200 km de ancho, y que "alberga unos 30 litros de agua precipitable en cada metro cuadrado".

Si aplicamos la lógica de las matemáticas con las distintas variables (tal como él mismo hace), se obtiene que las nubes van cargadas con 18.000.000.000 toneladas de agua. A partir de aquí, el meteorólogo va añadiendo contraargumentos contra sí mismo para demostrar que en cualquier caso, la idea de un avión rompe-nubes es tan débil como un castillo de naipes.

Tal como el experto muestra, pongamos que el avión no quiere deshacer todo el frente, sino solo las nubes de determinada región. Las 18.000.000.000 toneladas de agua se quedan en solo 20.000. Sigue siendo mucha agua para un avión, pero claro, ¿y si la aeronave no roba el agua, sino que directamente consigue evaporar la nube? El problema cambia de forma, pero la solución la sigue dando la madre de todas las ciencias. A través de una fórmula, Fuentes señala que se necesitaría la energía de 45.000.000.000.000.000 julios para volatilizar una masa de vapor como la indicada anteriormente.

Esta cadena de ceros equivalen a la fuerza que podría desatar "una bomba nuclear de 11 megatones", lo que viene a ser 730 detonaciones como la de Hiroshima o lo que toda España consume en más de medio año, según detalla el autor de la publicación. En este caso, no hace falta acudir a las matemáticas para saber que es imposible que un simple avión pueda almacenar todo este poder destructor.

Pero el meteorólogo vuelve a presentar una nueva objeción al problema que él mismo presenta. Fuentes añade ahora la dificultad de que el avión vaya cargado con un depósito de partículas para deshacer las nubes. El experto las cataloga como "aerosoles milagrosos", ya que serían "capaces de atraer 1 millón de moléculas de agua y separarlas del resto". Una vez más, el autor del hilo activa el comodín de las matemáticas para calcular cuántos de estos aerosoles harían falta para acabar con las nubes. Resultado: la aeronave tendría que cargar con "4.000.000 metros cúbicos" de estos aerosoles, o lo viene a ser una dimensión de cuatro veces el Santiago Bernabéu, según expone Fuentes.

El autor de la publicación continúa con su afán de añadir nuevas objeciones con el fin ir tumbándolas una tras otra hasta dejar sin argumentos la leyenda del avión antilluvia que surca los cielos encapotados. Como conclusión, el meteorólogo hace una recolección de todos los supuestos presentados para así responder a su pregunta inicial. ¿Con qué requisitos técnicos debería contar una avioneta capaz de alterar el clima y romper las nubes? La solución, según detalla Fuentes, es la siguiente

  • Capacidad para almacenar decenas de miles de millones de toneladas de agua
  • Equipamiento con al menos una docena de baterías nucleares de megatones
  • Depósito para albergar algunos 'santiagobernabéus'
  • Potencia sónica para reventar islas y generar tsunamis / Velocidad varias veces superior a la traslación del planeta

Tal como demuestra el autor en su hilo, solo el vehículo aéreo que reúna estas especificaciones podrá lograr la homologación oficial de avioneta antilluvia. Quizá haya quien, con tal de seguir negando la realidad, esté ya trabajando en diseñarla, pero lo que es seguro es que la publicación, además de desmontar uno de los mitos más populares de nuestro país, sirve también -dada su gran repercusión- para constatar que la ciencia genera interés y que forma una prometedora sociedad con el humor.