David Trueba: "Eugenio era un gran intérprete: ocultaba su estado de ánimo y construyó un personaje intrigante"

El cineasta desnuda al personaje y a la persona del humorista Eugenio en "Saben aquell", una película sobre los inicios de su carrera

"Tenemos que hacer una película como si Eugenio no existiera, empezando de cero", decidió el director al percatarse de que los jóvenes no conocían al legendario cómico

David Trueba, ayer, en un restaurante de València.

David Trueba, ayer, en un restaurante de València. / F. CALABUIG

Francesc Arabí

Sus gafas de pasta lo ubican en uno de esos cafés literarios de los parisinos Barrio Latino o Montmartre y su energía inagotable con mirada crítica lo sentarían en la última fila de la clase, en la bancada de los alborotadores. Conversador afable, de esos que abrazan con las palabras, David Trueba (Madrid, septiembre de 1969) tiene tantos registros creativos (autor de seis novelas, director y/o guionista de 22 películas y documentales, actor, periodista...) como amplitud de miras a la hora de abordar la realidad, que considera tan compleja como la propia condición humana. "Las personas o la actualidad no se puede reducir al blanco y negro", sentencia.

Tampoco la personalidad poliédrica de un genio llamado Eugenio. Trueba ha ido a València al preestreno de Saben aquell, la película que rinde tributo al legendario humorista, interpretado por David Verdaguer, y cuyo estreno será este miércoles, día de Todos los Santos.

Coguionista, junto con Albert Espinosa, y basada en los dos libros de Gerard Jofra, hijo del cómico, la película desnuda, sin efectismos ni morbo, cómo un hombre anónimo se convirtió en un icono del humor gracias a la que fue su esposa y el amor de su vida, Conchita Alcaide (Carolina Yuste). Saben aquell retrata al personaje y, sobre todo, a la persona prisionera de la pena que se camuflaba tras un cigarrillo negro, una indumentaria oscura, un cubata en vaso de tubo y una vis cómica cultivada a base de explotar su rictus serio, su acento catalán y una impecable gestión de los silencios.

Después de Fernando Fernán Gómez ("La silla de Fernando", 2006), Jorge Sanz ("¿Qué fue de Jorge Sanz?", 2010), Felipe González ("Felipe 82"), o los Pujol-Ferrusola ("La Sagrada familia", 2022). ¿Qué aporta "Saben aquell", sobre Eugenio, a este cuadro suyo de películas y documentales sobre el imaginario colectivo del país?

Me alegro de que menciones la serie sobre Jorge Sanz, casi nadie la menciona. Y en el fondo tienen algo que ver. Es una reflexión sobre la percepción de la sociedad sobre las personas públicas. Hasta el punto de creer conocerlas, cuando, como mucho, se conoce la máscara profesional o el morbo añadido. En el caso de Eugenio, tenía una oportunidad de hablar de lo que hay detrás del humor a nivel vital, emocional... ¿De dónde viene esta persona que hace reír a los demás? El descubrimiento es que sale del mismo sitio que todos, de la peripecia vital, con sus luces, sombras, dramas y placeres. Y ese contraste de tonos era una oportunidad maravillosa de hacer una escena con carga dramática y completarla con un chiste de Eugenio. Hacía reír, pero su alma estaba atrapada en la pena. En realidad, ¿Eugenio era un gran actor?

Hacía reír, pero su alma estaba atrapada en la pena. En realidad, ¿Eugenio era un gran actor?

Era un gran intérprete. Por eso que dices, por la ocultación de su estado de ánimo, y porque construyó un personaje. Exagera sus rasgos, el fumador, el serio, el oscuro, el catalán... lo exagera y construye un personaje intrigante. Él jugaba a esa contradicción.

El director David Trueba, durante la entrevista.

El director David Trueba, durante la entrevista. / F. CALABUIG

¿Uno de los peligros y retos de este proyecto era sortear el morbo de las adicciones, de los episodios depresivos...?

No podemos caer en la tentación de etiquetar a una persona por uno de sus rasgos. Esto sucede a menudo, a la gente se la define con un brochazo. Darnos al morbo y pintar de blanco o de negro es fácil, pero las personas somos más complejas. La gran virtud del ser humano son sus defectos. Teniendo un montón de defectos, es capaz de hacer algo bueno. Eso es lo que no debe resultar conciliador del ser humano. Cuando yo iba a un colegio religioso, los sacerdotes nos contaban las vidas de santos, perfectos desde que eran niños, sabios, partidarios del 'antes morir que pecar?... Descubres que todo eso es mentira, que todos somos pecadores y tenemos defectos y carencias. Lo que nos hace grandes es que siendo así hemos conseguido hacer algo generoso o hacer feliz a alguien un rato. Por eso es tan frustrante este mundo de escaparate en el que la gente ha de mostrarse perfecta. Hasta que se descubre...

"La gran virtud del ser humano son sus defectos. Teniendo un montón de defectos, es capaz de hacer algo bueno. Eso resulta conciliador"

Que todo era un filtro de Instagram...

Eso, un filtro embellecedor. La gente se echa las manos a la cabeza porque el actor más famoso de "Friends" era un adicto a no sé qué... 

¿Es esta una sociedad cada día más de moralina?

A Paco Ibáñez le oí decir una vez que somos una sociedad de tiro al plato. Coger a alguien, lanzarlo hacia arriba y cuando está bien alto, disparar y destruirlo.

Un cigarrillo negro Ducados, un vodka con naranja, acento catalán y vestido de negro. Con esta colección de estigmas como atrezzo, hoy sería absolutamente contracultural.

[Ríe] Según el algoritmo a esa persona habría que detenerla inmediatamente y encarcelarla. No puede haber nada bueno. Mira, yo hace unos días le dije a un amigo que mi temor es que alguien vaya a ver una comedia de 'jiji, jajá' y temo que se ofendan. Y me dijo, ¿tú crees que alguien en su sano juicio piense, echando un ojo a Eugenio, que se puede hacer una comedia de esas?

Trueba, en un momento de la conversación.

Trueba, en un momento de la conversación. / F. CALABUIG

Hablando de peligros. ¿Existe el riesgo de que una parte del público acuda a valorar el papel de David Verdaguer como Eugenio, en plan jurado del premio al mejor imitador?

Yo dije de broma que se presentó a un concurso de imitadores de Eugenio y ganó y Eugenio quedó segundo. Sí, quizá alguien venga a hacer de jurado de Tu cara me suena. A mí esas películas me parecen lamentables y he visto varias. Por eso la primera vez que me la ofrecieron dije que no. El proyecto venía con un guión. Insistieron y puse como condición tirarlo todo a la basura y empezar de cero. David no se parece en nada a Eugenio, en la realidad. Él se había mirado todos los vídeos de youtube, se sabía todos los chistes de memoria y todos estaban muy contentos de lo que se parecía y tal cuando se le caracterizó. Le dije: esto es una chorrada, ahora viene lo difícil. Lo complicado es transportar un personaje durante dos horas. Olvídate de la cosmética.

El chiste, como tal, está muy "demodé". Es porque la política ha copado ese espacio.

La política siempre ha estado al lado del humor y ha contribuido bastante, pero creo que ahora tanto audiovisual se ha comido el chiste. Lo que pasa es que ahora se llaman memes, gifts, pero parten del chiste.

El director homenajea a Eugenio en "Saben aquell"

El director homenajea a Eugenio en "Saben aquell" / F. CALABUIG

Nunca ha habido tanto graciosillo colgado de guionistas mediocres. Aunque parece que la burbuja de los monologuistas se ha deshinchado un poco, afortunadamente.

Es cierto. Puede ser que nunca ha sido tan fácil que te llamen humorista sin haberlo demostrado. Ahí se nota nuestro perfil generacional. Para que te llamaran cómico tenías que ser Tip y Coll o Gila. Los demás eran otra cosa. Y sí, el boom de los monólogos ha pasado un poco.

Estrenar el día de Todos los Santos, ¿es un poco chiste?

Me parece una fecha perfecta para el estreno, porque es una película que trata mucho de la muerte, la ausencia... El personaje de Conchita es fundamental. Y el propio Eugenio no dejá de ser un muerto vivo.

Tributo a "la generación de nuestras madres"

La película pone en valor el papel de su mujer, Conchita Alcaide, (Carolina Yuste). Ella es su equilibrio y quien convierte a un trabajador de un taller de joyería en los 60 en un artista. ¿No cree que, en realidad, en esa época, en cada casa había una Conchita Alcaide?

Totalmente. En las generaciones de nuestras madres, las mujeres eran condenadas a la reclusión, una vez casadas. Y ellas lograron la libertad haciendo una revolución silenciosa y su proyecto personal lo ejecutaron a través de personas interpuestas, bien los hijos o su marido. Lo que más me ha molestado es que desde la perspectiva moderna haya gente que las ha mirado por encima del hombro juzgándolas como cobardes. Y creo que fueron más valientes que las generaciones actuales porque hicieron una revolución cuando menos proclive era el mundo a la transformación. El hombre se divertía dejando a la mujer en casa. En los 70, la mujer aparece en la calle, en los bares y en la noche, pero con Franco estaba condenada en España.

"El día de Todos los Santos es perfecto para estrenar esta película; trata mucho de la muerte, de la ausencia..."

¿La película rinde homenaje a esas mujeres?

Sí, seguro.

A muchos de 30 años para abajo ni les sonará Eugenio. ¿Por qué cree que les puede atraer el personaje?

Un mes antes de rodar la película me invitaron a un instituto. Al final de la charla me preguntaron mis proyectos. Dije que estaba en Barcelona por el rodaje de una película sobre Eugenio. Eran tres grupos de 15-16 años y ni uno solo lo conocía. Fui al equipo y les dije "tenemos que hacer una película como si Eugenio no existiera, empezando de cero".

La película se centra en los inicios de la carrera de Eugenio, no quiere contar toda su vida. ¿Ese es el defecto de muchas biopics, querer narrar toda la biografía: nacen, crecen, se casan, se reproducen y mueren?

Se centra en su convivencia con Conchita. Desde el día que la conoce hasta el que la despide. Cuando la ve, él está a punto de casarse y llevar una vida convencional. Trabaja en un taller de joyería. Ella canta y sabe tocar la guitarra y montan un dúo y desde el espectáculo musical acaba en el humor, de forma accidental. Pero de no ser por ella... Me encanta que digas lo de contar toda la vida, porque mi aversión al género es esa, que se quieran poner imágenes a la entrada de Wikipedia. Aquello de 'sus padres eran de extracción humilde, y en el 82 llega a Las Vegas...' Menudo coñazo. 

Confundir el tema con el argumento..

Sí, más o menos.

Ha lamentado alguna vez, que vivimos una época en la que los jóvenes no muestran ningún interés por conocer el pasado. ¿La dictadura de la inmediatez y la fobia al "hace una hora" -prehistoria- es un virus propagado por las redes sociales?

El presente es tan abrumador que hay una barrera que no admite curiosidad por lo anterior. Si cogemos los cinco titulares de prensa más importantes de hoy, todos tienen antecedentes. Si no conoces el pasado no puedes valorar ni juzgar el presente. Vale para la guerra en Gaza o en Ucrania, la investidura de Pedro Sánchez... Hay siempre un contexto. Con su sobreexposición en redes, muchos jóvenes están experimentando lo que sucedió a famosos como Marilyn o como Eugenio. El escaparate es bonito, pero no es la calle, es solo un trozo de la calle. Hay bares, casas, iglesias, chabolas... Hay que saber dónde vives. En el presentismo brutal que vivimos faltan referencias para moverse con profundidad en el presente.

"No reducir la actualidad al blanco y negro"

Escritor, periodista, director de cine, guionista y actor. Pera entender el mundo actual y la irrupción política de perfiles populistas como Javier Milei, ¿le basta con todo esto o hay que ser, además, psiquiatra?

Hay que tener una actitud de aceptación de la complejidad. No dejar que te reduzcan las cosas al titular, al blanco y negro y al brochazo. Hacer un esfuerzo por entender los matices y así se entiende la primera de las respuestas contra el fascismo o el totalitarismo, que es: nadie tiene la solución a todos los problemas. Por ejemplo, al problema migratorio. Voto a estos y me libran del problema. Pues no.

¿Qué le parece mayor amenaza a la creatividad artística, la Inteligencia Artificial o la censura y la autocensura?

La censura y autocensura siempre están presentes en el desarrollo de nuestra tarea. Tenemos que convivir con ellas. Si no somos capaces de ejercer en contextos de censura y evitando la autocensura, lo políticamente correcto.. es que no nos merecemos dedicarnos a lo que nos dedicamos. La IA es diferente. Es un avance que puede tener aplicaciones maravillosas, pero que hoy por hoy es un saqueo de los derechos de propiedad intelectual de todo el mundo. Porque la IA no existe; es un estómago lleno de la obra y el esfuerzo de muchísimas personas con unos tíos que dicen que esto no tiene ningún valor porque yo lo puedo usar para hacer ahora una ilustración y que la hará una máquina. Pero todos los elementos de los rasgos que usa vienen de los ilustradores que la han precedido. Es un saqueo. 

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