Un año después de iniciar el rodaje de Scratch, el cortometraje del cineasta de San Vicente del Raspeig David Valero ha sido seleccionado para competir en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, uno de los mayores escaparates del mundo para el cine fantástico y de terror.

El nuevo trabajo de Valero, una historia que reflexiona sobre la violencia que no se inscribe exactamente en estos géneros, concursa en la sección oficial Noves Visions, una de las más atrevidas del festival catalán, a camino entre la experimentación más transgresora y el cine de autor. Scratch se estrena el 9 de octubre en los Cine Prado, antes de la proyección del largometraje Rabbit, la ópera prima del australiano Luke Shanahan.

La noticia es la mejor para el estreno oficial de Scratch en un festival al que Valero solía ir de público casi todos los años y en el que solo estar ahí ya es un reconocimiento profesional.

«Que Sitges, uno de los festivales más importantes del mundo, acoja la premiere española del corto es una puerta para que los programadores de otros festivales puedan ver nuestra obra y programarla en festivales que posiblemente nunca alcanzaríamos», señala Valero, que considera que en la selección del cortometraje ha podido jugar un papel importante «el tipo de lenguaje, la luz de la película o la producción» llevada a cabo en Scratch.

Para el director de cine, que volvió el pasado año al formato corto tras dedicarse en los últimos años al largometraje con Los increíbles y El arca de Noé, receptoras de numerosos premios en festivales, Scratch «es el resultado de un año de trabajo y esfuerzo de un grupo de gente por seguir contando historias y haciendo cine en Alicante».

Con un coste final de 43.000 euros, las aportaciones de 250 mecenas y el apoyo de empresas y comercios de la provincia, el corto se rodó entre Alicante y San Vicente durante una semana con 20 técnicos, más de una decena de actores no profesionales y medio centenar de figurantes.

El protagonista, Javier Bódalo (El espinazo del diablo, Cobardes, Promoción fantasma, Águila Roja, Cuéntame o El comisario, entre otras), fue el único actor profesional en esta historia en la que encarna a un dj con una discapacidad leve al que le cambia la vida tras ser testigo de una brutal paliza. El reparto lo completan los jóvenes de la provincia Yael Cerezo y Nabil Ayzarani.

«El corto habla de si la violencia está o no justificada. Quiero que el espectador reflexione sobre si aprueba o no lo que ve, además de abordar el tema de la educación familiar, la presión del grupo, el entorno social y unos personajes que aspiran a encontrar su lugar en un mundo que no está hecho a su medida», explica Valero, cuyo cine define de «intimista, humano y emocional».

Producido por las alicantinas Polars Films y Jaibo Films, el nuevo trabajo ha sido subvencionado también por el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig y el Institut Valencià de Cultura de la Generalitat Valenciana.

Además, Scratch tiene detrás a la distribuidora Marvin & Wayne Short Film Distribution, la misma que guió a Timecode -el corto de Juanjo Giménez que ganó la Palma de Oro en Cannes y fue candidato a los Óscar-.

Tras el paso de Scratch por Sitges, «estamos pendientes de su estreno internacional en festivales europeos y de Estados Unidos», un recorrido que David Valero calcula que se prolongará durante aproximadamente un año y medio.