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«Las sillas de la Explanada», un espacio para la memoria

El fotógrafo alicantino afincando en Londres Álex Amorós inaugura el 10 de noviembre en la sala de exposiciones de la Lonja su proyecto sobre los tradicionales asientos del paseo alicantino

Una imagen de la exposición. ÁLEX AMORÓS

Guarda en la memoria la vida de estos asientos públicos que han acompañado la historia de la ciudad desde hace varias décadas. Por eso decidió que había que atrapar el tiempo y plasmar su historia en el lenguaje en el que mejor se maneja, la fotografía. Álex Amorós empezó en 2016 a conocer y a captar con su objetivo a las gentes que las ocupan y finalizó en 2019, justo antes de la pandemia. En las navidades de ese año, bajó con su tía abuela Lolín y tomó la decisión de que esa iba a ser la última imagen de la serie.

Ese trabajo dio como resultado Las sillas de la Explanada, un conjunto de 38 fotografías que el fotógrafo alicantino afincado en Londres mostrará en la sala Tabarca de la Lonja del 10 de noviembre al 5 de diciembre. «El principal objetivo de este proyecto era mostrar un lugar entrañable y familiar para muchos de nosotros. Varias generaciones de alicantinos y visitantes han pasado y charlado durante algún momento de su vida en un lugar tan emblemático y a la vez casero».

La tía abuela Lolín, junto a otras dos imágenes de la exposición Las sillas de la Explanada, que se inaugura en la Lonja de Alicante. ÁLEX AMORÓS

Además de un proyecto fotográfico, Las sillas de la Explanada es un estudio sociológico sobre este enclave de la ciudad, como punto de encuentro y un espacio para la conversación. «En todos mis trabajos intento aportar mi visión de la sociedad a través de mi mirada; aquí la mayor conclusión que he sacado es que la celeridad, el ritmo y la calidad de vida difiere mucho de unas ciudades a otras».

Y es que si en Londoners, una de sus series más exitosas que se ha expuesto en varios países y se convirtió en fotolibro, retrataba a gente por las calles de Londres de forma impulsiva, ahora el ritmo ha sido otro. «En Londoners eran retratos en 30 segundos, pero este proyecto requería hablar con la persona, conocerla, entablar una conversación y finalmente retratarla; son conceptos diferentes que no hacen más que mostrar cómo se vive y que ritmo tiene una ciudad u otra».

«Las sillas de la Explanada», un espacio para la memoria

Relaciones humanas

Amorós, autor también de Citizens of Hackney, que plasmaba la vida de su barrio londinense durante la pandemia, retrata personas desconocidas -«aunque el elemento vinculante y fundamental son las sillas»-, con las que entabló una conversación antes de disparar con su cámara.

«Tengo múltiples anécdotas. Conocí a una pareja de jubilados de Salamanca con la que acabe tomándome una cerveza en el Casino; y si tuviera que destacar a alguien pues a un señor llamado Manuel con el que mantuve una conversación de una hora durante la Navidad de 2019; me explicó varias experiencias no muy gratas de su vida y en mi primera visita postpandemia a Alicante fui a la Explanada a mediodía y sólo había una persona en las sillas, Manuel. Por estas simples cosas merecen la pena estos proyectos, al final eso es lo que te queda y lo que te llevas».

Para Amorós, «en estos tiempos de la celeridad, la falta de foco en la atención y en los que la robotización de la especie humana está a la orden del día -asegura-, algo apreciable de manera clara en las grandes urbes, este proyecto nace de la idea de mostrar la vida en las ciudades medianas, más aptas a la calma y la comunicación. Mi aportación pretende hacerlo a través de un lugar tan significativo como La Explanada y mediante algo tan compartido como son sus históricas sillas y nuestros mayores, que son los usuarios habituales de estas sillas y a los que quiero rendir también un pequeño homenaje».

«Las sillas de la Explanada», un espacio para la memoria

El fotógrafo pensó en continuar plasmando la vida del paseo alicantino y sus sillas después de la pandemia, pero decidió no hacerlo. «Pensé que no quería hacer fotos postcovid de la Explanada porque así el proyecto quedaría encapsulado en la vida precovid y de esa forma tenía más valor, sentido y alegría».

Dice que probablemente el paseo que llevó a su tía Lolín hasta las sillas de la Explanada la Navidad de 2019 sea el último que pueda hacer por su propio pie. «La pandemia a las personas mayores les ha hecho más mella que a ninguno de nosotros, pero ahí queda esa foto y ese momento para la historia y el recuerdo».

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