Ocho semanas para preparar el estreno de «El intruso»

Los ensayos antes de un estreno siempre son emocionantes, aunque Morgan Blasco, actor y fundador de la compañía alicantina Col·lectiu Intermitent, reconoce que este lo vive "con mucho estrés" porque "siempre es un riesgo poner en marcha una producción y que todo esté como tiene que estar", aunque también avanza que es una bonita ocasión "para hacer ver que se puede hacer teatro de forma digna".

El estreno tiene fecha, el próximo 29 de septiembre en el Teatro Principal de Alicante, y la obra que se llevará a escena por primera vez es El intruso, un texto del autor alicantino Antonio Cremades, ganador de la sexta edición de la Residencia de Producción Teatral José Estruch que promueve el coliseo alicantino, que produce la compañía alicantina con su ayuda escénica y económica. 

Blasco protagoniza junto a María Pastor -actriz, docente y directora de la compañía Guindalera- bajo la dirección del también alicantino Juan Pastor, veterano del teatro y director de la sala madrileña con el mismo nombre hasta su cierre hace unos años.Tienen ocho semanas para poner a prueba sus capacidades antes de la fecha de estreno y acaban de finalizar la primera tanda de ensayos en el Arniches y en la Casa de Cultura de El Campello que, tras un pequeño descanso, reanudarán a finales de agosto con el grueso de la preparación, ya en el propio Teatro Principal.  

El intruso es un thriller psicológico con tintes de comedia y mucho trabajo de dirección de actores "y era idónea para Juan [Pastor]", apunta Blasco, que se formó y trabajó con ambos durante varios años en la Guindalera de Madrid. La historia habla de la culpa y el remordimiento y se centra en una pareja "en la que él ha realizado algo indebido o fraudulento y ese sentimiento de culpa y mala conciencia por haberlo hecho no le deja dormir. Aparece un intruso en la calle que le vigila y empieza a construir el peligro en su cabeza y ese miedo se lo contagia a su mujer", resume el actor, que sin embargo apunta que "estamos viendo que tiene mucha comicidad, más de lo que pensábamos al principio".

Juan Pastor considera que la obra es muy pinteriana -en referencia al dramaturgo Harold Pinter- y "trata del miedo, que perturba la inteligencia y vulnera la voluntad. Es una obra muy estimulante con una parte meta-teatral interesante y sobre un tema muy actual, la corrupción y el miedo, que viene a ser una metáfora de lo que pasa en el mundo". Todo ello, escenificado en una habitación de noche, donde el miedo se hace más visible, aderezado de humor "elegante e inteligente" que hace "que la obra sea divertida, a la vez que habla de cosas importantes y serias".

El público entra en el proceso teatral

"Acabamos de empezar, pero de momento nos estamos divirtiendo bastante. Saber cómo la recibirá el público siempre es un misterio, pero el milagro siempre se produce. Cuando ves que un actor y una actriz se lo están pasando pipa, piensas que algo bueno saldrá de esto", opina el director.

A María Pastor lo que le seduce es "estar solos ante el peligro, que es lo que más me gusta. Son dos personajes todo el rato en escena con mucha acción, con una cama y un espacio semi-vacío" y destaca el valor de poner en escena una obra "de un autor vivo, contemporáneo, en un compromiso con los dramaturgos de nuestro tiempo" y a través de una producción "que tiene muchas posibilidades para girar por salas".