Entrevista | WILCO Grupo de rock

"España es como nuestra segunda casa"

La banda estadounidense actúa este jueves, 17 de agosto, en la Plaza de Toros de Alicante

Wilco, con Kotche segundo por la izquierda, junto a Jeff Tweedy (3i) .

Wilco, con Kotche segundo por la izquierda, junto a Jeff Tweedy (3i) . / Annabel Mehren

Rafa López

Rafa López

Wilco regresa a España con Cruel Country (2022), la personal visión del country del sexteto liderado por Jeff Tweedy, que actúa este jueves en la Plaza de Toros de Alicante. El batería Glenn Kotche, uno de los veteranos de la banda, habla al teléfono desde Chicago, sede de una banda que ha entregado obras maestras como Yankee Hotel Foxtrot (2001), A Ghost Is Born (2004) o Sky Blue Sky (2007).

¿Les gusta tocar en España?

España es donde Wilco tiene más éxito fuera de Estados Unidos. A todos nosotros en el grupo nos encanta y siempre que nos enteramos que vamos a tocar allí nos entusiasmamos mucho. La gente, la comida, el entorno, la cultura... Estamos muy ilusionados por volver, porque España es como nuestra segunda casa.  

¿Es fácil llevar al escenario un álbum como Cruel Country, grabado enteramente con tomas en directo?

Sí, es probablemente el más fácil de traducir a concierto de todos nuestros álbumes recientes, porque lo grabamos de esa forma, con mínimos añadidos o mejoras de estudio, básicamente el sonido de una banda tocando en el mismo sitio al mismo tiempo. Cuando llegó el momento de empezar a tocar estas canciones en directo fue muy fácil traducirlas al escenario, muy natural.

Una crítica de Cruel Country en The New York Times decía que “algunos de los mejores momentos del disco son sin palabras” [instrumentales].

Bueno, espero que Jeff [Tweedy] no lo haya leído [risas].

Pero es un halago para usted y los otros músicos del grupo.

Sí... [risas]. No lo había leído. De hecho, lo que más disfruto de Cruel Country son las letras. Quizá es mi parte favorita del disco. Creo que son las mejores letras que Jeff ha hecho hasta ahora. Algunas de esas canciones me emocionan siempre que las escucho. No quisimos enredar mucho con los arreglos, no los pensamos demasiado. A veces, cuando surgen las canciones de Wilco nacen más como temas de folk tradicional, y a partir de ahí las procesamos, las vestimos y hacemos que suenen de forma diferente a una canción folk, pero con Cruel Country no intentamos hacer eso: teníamos la canción, veíamos qué parte era la más lógica y la hacíamos. Eso arroja luz sobre las letras de Jeff, que brillan. Pero lo que menciona de The New York Times también mola, porque hay partes instrumentales en las que tocamos juntos como una banda y que son momentos especiales en directo que no fueron manipulados después, alegra oír esa crítica.

Hablando de letras, la de la canción Cruel Country habla de un "país estúpido y cruel". Usted ha vivido en Europa, concretamente un año en Finlandia. ¿Le dio otra perspectiva sobre su país?

Una de las maravillas de ser un músico es que viajas mucho. Todos en Wilco hemos estado viajando a Europa desde mediados de los noventa, tomando esa perspectiva en pequeñas dosis. Pero pasar el tiempo que yo pasé en Finlandia, y estar más involucrado en la infraestructura del país y en cómo funcionan las cosas, en lugar de estar solo de visita, te hace ver que Estados Unidos es un país grande y desordenado [risas]. A veces las cosas funcionan mejor en países más pequeños, donde, no sé, quizá hay más sentido de unidad o comunidad, y es más fácil hacer que todo el mundo coopere. Esa canción habla de EEUU como de un niño pequeño que hará una travesura y lo pondrá todo patas arriba, pero al mismo tiempo tiene unas cualidades que amas, que son adorables y te llevan a quererlo en lugar de abandonarlo. Tiene ese doble filo, creo yo. Estados Unidos es un país grande y rebelde, siempre hay caos.

¿Cómo es el proceso de composición en Wilco? ¿Todos los miembros aportan o Jeff Tweedy lleva los temas terminados?

Depende de qué canción. En Cruel Country, al menos, como era más colaborativo y estábamos todos en el mismo lugar, hubo mucho espacio para comentar cosas, como "deberíamos añadir esta capa aquí" o "esto podría tocarlo mejor, hagámoslo otra vez". En otras ocasiones, cuando surgen ideas finales, ocurre que tenemos unas canciones grabadas hace seis meses y Jeff y yo somos los únicos que vivimos en Chicago; los demás viven por todo el país, así que si hay que retocar algo lo hará Jeff o yo mismo, ya que los demás no están con nosotros físicamente. No siempre es factible tener a todos en el mismo momento y lugar. Sky Blue Sky [2007] fue muy colaborativo, mientras que Schmilco [2016] y Star Wars [2015] lo fueron menos.

Wilco lleva integrado por los mismos seis músicos casi dos décadas, siendo Nels Cline (guitarra) y Pat Sansone (teclados) los últimos en unirse en 2004. ¿Cuál es el secreto para llevar juntos tanto tiempo?

La mezcla correcta de personalidades. No es fácil, aun siendo los otros cinco miembros grandes tipos, que yo adoro, cuando viajas y tienes al otro encima todo el rato y pasas mucho tiempo juntos. Se ha mencionado muchas veces la analogía con el matrimonio. En gran parte es así. Pero tenemos la suerte de tener el grupo adecuado de personalidades. Yo era más volátil en mi juventud. Todos tenemos un objetivo común, queremos hacerlo lo mejor posible, somos profesionales al respecto y nos respetamos los unos a los otros. Nadie es un capullo, y así es como nos llevamos bien [risas]. Si a alguien le molesta o preocupa algo puede hablarlo. Hay momentos buenos y otros ásperos, pero podemos manejarlos, al menos por ahora. Espero que siga así [risas].

Parece una tendencia que los músicos desaparezcan de los escenarios de los grandes conciertos.

Sí, en algunos conciertos de pop y hip hop la banda está oculta a un lado del escenario.

¿Cree que es preocupante?

Bueno, es lo que hay para muchos de esos artistas. El espectáculo se basa en valores de producción y en la estrella. La gente no va para ver a la banda. Yo siempre quiero ver a la banda, lo que están haciendo, pero entiendo que no siempre tiene sentido desde el punto de vista de la producción. La gente paga cientos de dólares por una entrada y quiere ver un espectáculo. Hay otros artistas, como Billie Eilish, que sí muestran a la banda durante todo el concierto. Pero sí, como baterista es decepcionante, especialmente cuando no puedes verlo tocar.

Wilco ha influido en muchos grupos de rock alternativo. ¿Percibe esas influencias en grupos actuales, como The National o The War on Drugs?

Es muy halagador. Me encantaría pensar que esos grupos están influenciados por nosotros de alguna manera, pero nunca puedo distinguirlo. Sí que veo algunos momentos en grupos, como "esta banda nos teloneó hace 18 años durante un mes [risas] y ahora tienen secciones ruidosas, como hacíamos nosotros en Via Chicago o Misunderstood". Nunca sabes si es una influencia o es que tenemos colecciones de discos similares [risas]. Puede que todos escuchemos las mismas cosas. Espero que los grupos más jóvenes que llegaron después de nosotros aprecien lo que hacemos. Es un honor influenciar a otros grupos. Nunca pienso que nos están copiando, lo tomo como un cumplido, algo debemos de estar haciendo bien.