Elia Barceló: "En mis novelas las mujeres no se callan"

"La soga de cristal" es la tercera entrega de la tetralogía de Santa Rita, una serie de "noir" mediterráneo ambientado en algún rincón de la provincia que la autora eldense presenta en su tierra el próximo 12 de abril.

La escritora eldense Elia Barceló

La escritora eldense Elia Barceló / NINA EISTERER

África Prado

África Prado

Después de Muerte en Santa Rita y Amores que matan, la escritora Elia Barceló (Elda, 1957) presenta La soga de cristal (Roca Editorial), la penúltima de la saga localizada en un antiguo balneario y sanatorio de mujeres, reconvertido en comunidad intergeneracional que regenta una escritora nonagenaria y donde siempre hay algún crimen. El 11 de abril sale a la venta y el día 12 lo presenta con la periodista Pepa Blanes en el Teatro Castelar de Elda. La saga ha conquistado ya a 500.000 lectores.

Llega el otoño a Santa Rita, la tercera parte de este noir mediterráneo.

Exactamente, ya va quedando poco (ríe). Como ya es otoño y empieza en la Noche de Difuntos, es una novela más oscura, hay asuntos más turbios.

Se va oscureciendo la historia con las estaciones.

Exacto. Y al ser el momento en el que, según las leyendas, se tocan los mundos de los vivos y los muertos, hay un par de pinceladas fantásticas de presencias del pasado. No es que dé miedo pero hay un toque, que a mi lo fantástico me va mucho. De lo que trata esta tercera novela es de las malas influencias, de lo tóxico que puede resultar la creencia en cierto tipo de sectas, de religiones en general, pero sobre todo de sectas de nueva invención que destrozan la vida de las personas prometiendo maravillas y cosas absurdas, pero que si empiezan a convencerte muy joven, antes o después, te lo crees. Mi idea cuando empecé esta serie era mostrar todo lo malo que se ha hecho a las mujeres a lo largo de la historia y se les sigue haciendo. Y elegí ahora este tema, que tenía muy claro: la manipulación por la religión, por mantener a las mujeres dominadas, pequeñitas, sintiéndose siempre culpables por todo, que eso es algo que las religiones saben hacer muy bien.

¿Por eso introduce una secta en la trama, para hablar de esa dominación?

Dominación, manipulación, relaciones tóxicas, sentido de culpa, luz de gas... que las religiones oficiales han hecho siempre y nos han convencido de que somos malas, sucias, pecaminosas y culpables, pero es que las religiones nuevas funcionan igual y, en general, contra las mujeres, que somos las que salimos perdiendo. Y en mis novelas las mujeres no se callan.

Portada de "La soga de cristal", que sale a la venta el 11 de abril

Portada de "La soga de cristal", que sale a la venta el 11 de abril / INFORMACIÓN

Siguen siendo las protagonistas.

Y mujeres de todas las edades:  la chica más joven es la que acaba de ser captada por la secta, con 18 años, y la mayor sigue siendo Sofía [la dueña de Santa Rita], que va a cumplir 93.

Su madre es muy fan de la saga y a ella le dedica este tercer libro. ¿Le ha servido de inspiración?

Mi madre -que ahora cumple 92 y el libro le sirve de regalo- y sus amigas, de ochenta y muchos a noventa y pocos.Sé cómo son y cómo piensan. Las señoras de 90 tienen puntos en común, solo que mi Sofía es una fuerza de la naturaleza y, aunque físicamente no está para maratones, de cerebro está estupenda.

"Mi idea cuando empecé esta serie era mostrar todo lo malo que se ha hecho a las mujeres a lo largo de la historia"

Además de la religión, ¿qué problemáticas aborda?

Trato de plantear problemas que solo le pasan a las mujeres, como las violaciones o los embarazos no deseados. Mi idea es que los lectores vean las cosas que en el pasado eran absolutamente destructoras y no tenían salida, y cómo ahora hemos evolucionado y sí se encuentran salidas. En estas novelas siempre hay ecos del pasado al presente y el balance es bastante positivo, hemos mejorado en general. Trato de hacer una especie de cámara de ecos, de cómo fue y cómo es, qué hemos conseguido las mujeres y lo que nos falta.

En las anteriores homenajeó a Agatha Christie y a Colombo. Ahora se retuerce al estilo de Patricia Highsmith.

Sí, que me gusta muchísimo, y Daphne du Morier, a su estilo. Highsmith es enormemente cruel, cuenta unas cosas espantosas con toda ligereza y naturalidad, y yo le hago un homenaje en esta novela con detalles a la serie de Ripley. Y a Du Morier, cuya obra más conocida es Rebeca. Ella trata mucho la psicología retorcida, la manipulación de las personas, y en sus novelas no sabes bien quién tiene la razón y quién no, y me parecía muy adecuado para esta novela.

¿Está escribiendo ya la cuarta y última entrega? 

Sí, yo estoy feliz en Santa Rita y los quiero mucho a todos, pero tengo más ideas para otras novelas. Ahora quiero terminar esta serie y acabar la de invierno releyéndome las tres anteriores para que no quede nada suelto. 

El invierno en Santa Rita puede ser demoledor...

Espero que la cosa termine hacia la luz, pero en la cuarta nos enteraremos de cómo surgió todo. Me interesan muchísimo las familias, que nadie las elige y en todas hay secretos. Hace mucho que leo ensayos sobre problemas generacionales y cómo es posible que tres generaciones después lleves marcada la culpa de un familiar al que no conociste, esto es así. Y en la última llego al origen de todo.

Elia Barceló

Elia Barceló / NINA EISTERER

Noir mediterráneo suena suave. ¿Su última novela se adapta al término?

Al noir mediterráneo, sí. Lo que no acepto es que digan que es un cozy crime. El primero sí lo fue porque homenajeaba a Agatha Christie, más florido y suave, pero con cada novela el noir se va haciendo más fuerte. 

¿Está en auge el noir mediterráneo? ¿Se siente impulsora?

Sí. Yo empecé a intentar poner de moda que los crímenes pasaran en nuestra zona y no en Noruega, por ejemplo, y cada vez hay más. Por ejemplo, Mado Martínez ha escrito La playa de los narcisos, que también pasa por aquí, y es negra que te pasas. Las chicas nos estamos haciendo muy negras y duras.

"Tengo una conciencia muy aguda del tiempo y siempre estoy pensando en cómo fue, cómo es y cómo será, entre distopías y utopías"

En este tiempo ha publicado también la segunda parte de El efecto Frankenstein.

Sí, está muy bien porque es la visión de una persona del siglo XVIII sobre nuestro siglo, con temas que te hacen reflexionar sobre nuestra sociedad, que va cada vez más deprisa y nos está atropellando.

Vive siempre entre el pasado y el presente...

Y el futuro (ríe). Es que no lo puedo evitar. Tengo una conciencia muy aguda del tiempo y siempre estoy pensando en cómo fue, cómo es y cómo será, entre distopías y utopías. Un amigo me dijo que la base de Santa Rita es una utopía, una especie de sueño si pudiéramos vivir así, quitando los crímenes, claro, aunque un crimen siempre le da un poquito de sal a la novela (ríe).

¿La serie de televisión basada en su novela Las largas sombras se estrena pronto?

Me han dicho que el 12 de mayo. Vamos a ver qué han hecho, estoy intrigadísima. Las actrices son magníficas. Cuando conocí a la protagonista, Elena Anaya, me pareció una mujer perfecta para ese papel y lo hará muy bien.

¿Santa Rita podría ser una serie también?

Daría para una buena serie porque hay mucho que contar. De momento hay un proyecto avanzado de película, que quizá salga.

¿Y está escribiendo alguna cosa más?

Sí, estoy haciendo algo distinto, otra historia que tiene más elemento fantástico y también sucede en esta zona. Ya veremos si la termino antes o después, o no la termino, pero me lo estoy pasando muy bien. A mí es que escribir me gusta mucho, chica, y lo que quiero es que los lectores se lo pasen bien.