A la hora de elegir nuestra tabla de snowboard no debemos decantarnos por una en función de su estética. La tabla debe reunir las características que necesitamos para la práctica de este deporte. Después, si además tiene un dibujo que nos guste, perfecto.

En lo primero que debemos fijarnos es en la anchura de la tabla. Esta vendrá determinada por la talla de las botas. La punta y el talón no pueden sobresalir de la tabla porque provocará que nos caigamos al girar.

Por otro lado, la medida de la tabla dependerá de nuestra altura y nuestro peso. Las tablas más largas son más rápidas y difíciles de conducir, las cortas, por su parte, son más lentas y fáciles de manejar.

La tabla también tiene una dureza. Las tablas duras resultan más eficaces a la hora de saltar o conducir a altas velocidades. Las blandas son mucho más permisivas pero las prestaciones se reducen mucho a medida que nuestro nivel aumenta.

Por lo tanto, para elegir una tabla es necesario saber en que situaciones vamos a utilizarla . Cada disciplina marcará las características específicas que la tabla deberá reunir.