Necrológica

Fallece Luis Campisi, el hombre que implantó el vóley en la Playa de San Juan

Muere a los 74 años tras una larga enfermedad el entrenador de la pareja alecantina pentacampeona de España formada por su hija Nadia y su compañera Clara Lozano, que llegaron al número cinco del ranking europeo cuando el vóley playa apenas contaba con licencias en este país

Luis Gregorio Campisi, 'Gino', posa con su perro Divo en la Playa de San Juan de Alicante.

Luis Gregorio Campisi, 'Gino', posa con su perro Divo en la Playa de San Juan de Alicante. / INFORMACIÓN

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Argentino indomable de alma libérrima, carácter recio y hondas convicciones. La Playa de San Juan ha perdido a una de sus figuras capitales, al hombre que sembró de redes la arena de un paraíso, el pionero que convirtió una exquisita postal vacacional en un centro de entrenamiento al que ahora miran muchas ciudades en todo el mundo. Luis Gregorio Campisi falleció en la madrugada del 8 de abril a los 74 años.

Lo hizo en su cama, junto a su mujer, Adriana Manera, y su única hija, Nadia, la niña imbatible a la que convirtió en pentacampeona de España, en la referencia española a nivel mundial de un deporte que cuando ella y su compañera Clara Lozano lo empezaron a jugar solo era un expositor de bikinis y apenas contaba con licencias federativas en este páis. Luis Campisi ideó un método de trabajo que se repica en las academias y que valió para posicionar Alicante en el circuito internacional.

Luis Campisi, junto a su hija Nadia y su esposa Adriana Manera.

Luis Campisi, junto a su hija Nadia y su esposa Adriana Manera. / INFORMACIÓN

Afincado en la capital desde 1994, comenzó a entrenar cuatro años después tras emplear todo su patrimonio en la creación de un entorno competitivo de primer nivel que hoy su hija Nadia ha llevado al siguiente nivel. Icono reconocible a la orilla del Mediterráneo con su calva morena, sus ojos limpios y su perilla blanca, dedicó el último tramo de su vida a ver crecer hasta un límite inimaginable el pequeño club que abrió en 1998, el Voley Playa Costa Blanca, ese en el que su hija amasa una hornada infinita de talento desde la base.

Pasó de Misiones, cerca de Iguazú, a la Playa de San Juan después de recorrerse medio planeta, de jugar al fútbol con Tigres y ascender a Primera con Independiente. Matero insaciable, exhibió su argentinidad hasta el último segundo. Se apagó tras una larga enfermedad casi sin darse cuenta, amado, con la misma dignidad con la que se manejó siempre en vida. Don Luis, descanse en paz.