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El turismo rural de la provincia vive su mejor verano pese a la fuerte competencia de la costa

Los alojamientos rozan el lleno y confirman la tendencia positiva iniciada el año pasado, cuando los destinos de playa tenían menor actividad - Las reservas a última hora complican la contratación de trabajadores

Clientes disfrutando de la piscina en el Hotel Masía La Mota, en pleno corazón de la Font Roja. JUANI RUZ

Los alojamientos rurales de la provincia de Alicante están viviendo su mejor verano, y eso que, este año sí, cuentan con la dura competencia de la costa. Los establecimientos rozan el lleno, confirmando la tendencia positiva iniciada ya en el mismo periodo de 2020, cuando los destinos de playa tenían una menor actividad por culpa de la pandemia y los clientes buscaban la tranquilidad y el aislamiento que ofrecían los municipios de interior. El único dato negativo hay que buscarlo en las reservas, que se están formalizando a última hora y complican la contratación del personal. La facturación del sector puede alcanzar este mes los ocho millones de euros.

El sector del turismo rural en la provincia de Alicante siempre ha tenido sus épocas de mayor actividad en la temporada navideña, la Semana Santa o los puentes festivos, mientras que en verano los establecimientos se tenían que conformar con funcionar prácticamente a medio gas. Y eso había venido siendo así hasta el año pasado, cuando en plena pandemia de coronavirus los clientes optaron por buscar lugares tranquilos en los que pasar sus vacaciones, lejos de las aglomeraciones y en espacios seguros y hasta cierto punto aislados. Por eso, mientras la costa registraba índices de ocupación más que discretos, los alojamientos de interior experimentaban un inesperado aumento de la actividad, que servía para alcanzar niveles nunca vistos hasta entonces.

La duda que existía es si ese repunte se iba a mantener en esta nueva campaña estival, cuando esta vez sí los destinos de playa están funcionando, con ocupaciones que rondan el 90%. Pues bien, esta incertidumbre se ha despejado y además de manera muy positiva, toda vez que, en líneas generales, el sector está viviendo el que es su mejor verano, rozando el lleno en la mayoría de los casos.

La presidenta de la asociación Alicante Turismo Interior, Indira Amaya, gerente además del hotel Masía La Mota, en la Font Roja, señala que «el cliente se está fidelizando y ha vuelto a acudir a los alojamientos de interior en busca de la tranquilidad y también de unos servicios cada vez más profesionalizados y de mayor calidad. Las posibilidades son enormes, porque también ofrecemos gastronomía de alto nivel y actividades para todos los gustos. Así que estamos satisfechos con los niveles de ocupación que estamos alcanzando».

Las casas que se alquilan completas son las que más demanda están registrando por parte de familias o grupos de amigos, aunque el resto de establecimientos también presentan una muy alta actividad. Los clientes, en su mayor parte, proceden de la Comunidad Valenciana, así como de otros territorios limítrofes como Murcia.

La zona recreativa de Casa el Pinar a la hora de la comida. | JUANI RUZ

El único factor negativo es el de las reservas, que según Amaya, «están llegando a muy última hora, lo que complica mucho las previsiones de contratación. No sabemos cuanta gente tenemos que tener para poder atender a los clientes, porque una semana antes no tenemos todavía claro cuál va a ser el nivel de ocupación».

En el mismo sentido se expresa Ana Daigur, directora del Hotel La Escondida, en Penàguila, que en la jornada de ayer había colgado el cartel de completo. «Ha sido muy complicado hacer la previsión de personal, porque nos encontramos con que de un día para otro se nos llena. Por lo demás, estamos muy satisfechos, porque estamos recibiendo clientes de toda España e incluso extranjeros, todos en busca de tranquilidad».

De un perfil diferente es Casa el Pinar, en Alcoy, que ofrece apartamentos y una zona recreativa para comidas y juegos. Su responsable, Jorge Terol, indica que «en nuestro caso registramos un turismo más de carácter familiar y de cercanía, y la ocupación más alta la registramos en fin de semana. Vienen en busca de paz y tranquilidad, por aquello del covid».

La provincia cuenta con alrededor de 350 establecimientos rurales, situados en su mayor parte en las comarcas del interior norte, con una capacidad para unas 4.000 personas. Teniendo en cuenta estos datos, la facturación en este mes de agosto podría rondar los ocho millones de euros.

Con todo, la presidenta de Alicante Interior destaca que no es oro todo lo que reluce. «Venimos -subraya- de una temporada muy mala, toda vez que por culpa de las restricciones hemos estado largas temporadas cerrados. En enero y febrero, sin ir más lejos, no hicimos nada de caja».

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