Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿De dónde vienen las vacas de Ale-Hop?

El popular animal se ha convertido en el mejor reclamo para la cadena, que acaba de alcanzar las 250 tiendas

Una de las populares vacas que dan la bienvenida a las tiendas de Ale-Hop. Pilar Cortés

El consejero de Ale-Hop Darío Grimalt cuenta que la idea de colocar la reproducción de una vaca frisona a escala real para dar la bienvenida a todos los clientes que entran en sus tiendas se le ocurrió a su padre y fundador de la compañía, Vicente Grimalt, cuando se encontró con uno de estos animales en una feria. Asegura que fue "amor a primera vista" y sin duda una de las mejores decisiones de marketing que podía tomar el empresario originario de Gata de Gorgos.

"Había mucha gente que no recordaba el nombre de Ale-Hop, pero todo el mundo se acordaba de la tienda de la vaca", ha apuntado el ejecutivo, sobre los orígenes del símbolo por el que ahora es reconocida la cadena, que acaba de superar los 250 establecimientos y que sigue embarcada en un proceso de expansión acelerada, con salto al extranjero incluido.

Un símbolo, que también ha tenido su evolución en este tiempo, en lo que Grimalt ha denominado como "la vaca 2.0", es decir, cuando decidieron ponerle el cencerro, lo que aumentó aún más su efectividad como reclamo. "Los niños pasan y lo tocan, y eso hace que todo el mundo se gire y vea la tienda", ha apuntado el empresario.

Se trata de algunas de las anécdotas que el consejero de Clave-Dénia -la razón social detrás de la compañía- ha explicado este jueves durante su participación en el ciclo "Historias inspiradoras", organizado por el Hub Empresa del Sabadell. Un acto en el que Grimalt ha conversado con el director de la Red Empresas de la Territorial Este del banco, David Gómez, y en el que también ha desvelado uno de los secretos de la compañía: dónde se fabrican las populares vacas.

El director de la Red Empresas del Sabadell, David Gómez, con el consejero de Ale-Hop, Darío Grimalt. Información

Y el camino que realizan no es corto. Tras cambiar varias veces de proveedor, según ha apuntado, en la actualidad todas las reproducciones vienen de Filipinas. "La verdad es que cuando llega un contenedor de vacas impresiona. Empiezan a sacarlas una detrás de otra e impresiona", ha comentado, entre risas.

Expansión

Más allá de la anécdota, Grimalt ha relatado los cambios que la compañía ha realizado para afrontar las consecuencias de la pandemia y que, entre otras cosas, le han llevado a acelerar su expansión. De esta forma, en el conjunto de este año Ale-Hop prevé abrir entre 35 y 40 nuevas tiendas físicas, en un momento en que muchos otros operadores del sector comercial reducen sus puntos de venta. Una aparente paradoja que, sin embargo, cobra todo el sentido si se tiene en cuenta que la pandemia sorprendió a la firma con un buen colchón de liquidez, tras haber ganado más de 30 millones de euros en 2019, y que el covid dejó disponibles muchos locales en ubicaciones comerciales de primer orden. Una oportunidad que Ale-Hop ha querido aprovechar.

Además, como ha explicado el ejecutivo, la cadena de tiendas de regalo también necesitaba reposicionarse y ampliar su público, para depender menos de las compras de impulso de los turistas. Así, sus nuevos emplazamientos se ubican en centros comerciales y zonas céntricas de muchas ciudades, en busca del cliente local.

Un cambio que también le ha llevado a incorporar nuevos tipos de productos a su catálogo para adaptarse a esta nueva demanda, como son los pequeños electrodomésticos que también ha empezado a comercializar.

Pero, además, Ale-Hop también ha aprovechado para dar el salto al extranjero. La compañía está presente desde hace años en Portugal a través de un franquiciado, pero el año pasado decidió dar un impulso a esta internacionalización con su entrada en Croacia -también mediante el sistema de franquicia- y en México, donde ha desembarcado de la mano de Palacio de Hierro, uno de los grupos de distribución más importantes del país azteca.

Dario Grimalt ha reconocido que las ventas online siguen siendo la asignatura pendiente de la firma, que puso en marcha su tienda online en plena pandemia. Una división que, de momento, aún aporta cifras modestas a la compañía. "Estamos en fase de inversión para ganar visibilidad", ha asegurado el consejero.

Tras facturar 140 millones en 2019, la pandemia redujo los ingresos de Ale-Hop a la mitad en 2020. Una cifra que remontó el pasado ejercicio, aunque aún no ha recuperado los niveles precovid, según ha señalado el ejecutivo, que también ha desvelado la fórmula que según el fundador de la compañía les ha llevado al éxito: el producto adecuado, en el momento adecuado, al precio adecuado y en el lugar adecuado.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats