No es que la economía provincial no haya crecido ni que los alicantinos sean ahora más pobres que hace dos décadas. Sencillamente, es que los demás lo han hecho mejor o han recibido más ayuda. Así, según ha denunciado este jueves Ineca, Alicante se ha convertido en la tercera demarcación que más posiciones ha perdido en el ranking español de PIB per cápita desde el año 2000, únicamente superada por Las Palmas y Melilla.

Así lo han puesto de manifiesto el director de Estudios del "think tank" alicantino, Francisco Llopis; su presidente, Nacho Amirola; y el coordinador del Comité de Estudios, Quino Palací, durante la presentación del Informe de Coyuntura Trimestral que elabora el organismo, en el que, en esta ocasión, han querido profundizar en la pérdida de competitividad que ha sufrido la provincia en este periodo, en gran parte, debido a la crónica falta de inversiones desde el Gobierno central y la Generalitat, según han destacado.

En el caso de Alicante, la provincia ha pasado de ocupar la 27 posición en renta per cápita entre las demarcaciones españolas –un puesto que la situaba en la mitad de la tabla- a caer hasta las últimas posiciones, en concreto a la número 44. Un descenso de 17 posiciones que tan sólo ha sido más abrupto en este tiempo en el caso de Las Palmas, que ha descendido desde la 16ª posición a la 34ª, y en Melilla, que pasa del número 28 al 46.

Evolución del PIB per cápita de las provincias españolas. David Navarro

Aunque el presidente de Ineca ha señalado que están realizando un análisis "en profundidad" para determinar con exactitud las causas de esta debacle, ha adelantado que se observa cierto patrón entre las inversiones realizadas por el Estado y los recursos de que disponen los distintos gobiernos autonómico, y la evolución de cada zona, de forma que aquellas provincia que han recibido las mayores dotaciones en infraestructuras también han mejorado más su PIB per cápita. Así, entre las que más posiciones suben hay varias provincias gallegas, como Ourense, que pasa del número 46 al 24 de este ranking, o Lugo, que asciende del 43 al 23. Por eso ha reclamado un cambio en la política de inversiones y que Alicante sea compensada en los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Francisco Llopis, Nacho Amirola y Quino Palací.

En cuanto al detalle sectorial, el director de Estudios de Ineca ha destacado la pérdida de peso que han sufrido distintos sectores de la economía en el conjunto nacional. Por ejemplo, a pesar de que las exportaciones alicantinas se han incrementado casi un 75% entre los años 2000 y 2021, lo cierto es que se trata de uno de los menores crecimientos de todo el estado en el mismo periodo, lo que ha provocado que Alicante haya pasado de ser la décima provincia más exportadora a la número 18.

Algo similar ha ocurrido con la agricultura, donde Alicante ocupaba hace 20 años la 16ª posición y ahora ha descendido al puesto número 25; o con la industria manufacturera, donde incluso se ha reducido el volumen de la producción en este tiempo. De esta forma, si hace dos décadas Alicante era la séptima provincia más industrializada, ahora debe conformarse con ocupar un modesto 16ª lugar.

Las provincias españolas según su posición en el ránking exportador. David Navarro

Incluso en construcción o en pernoctaciones hoteleras ha retrocedido una posición, aunque eso sí, en estos casos la provincia está en lo alto de la tabla: es la quinta por volumen de obra y la séptima en estancias turísticas.

De esta forma, la economía alicantina sólo mantiene posiciones en comercio o en servicios empresariales, y la mejora en el apartado de servicios básicos, lo que incluye la Sanidad, la Educación y la Cultura, es decir, los servicios públicos, según apunta Llopis.

Tamaño

Además de la falta de inversiones públicas, Nacho Amirola y Francisco Llopis han destacado la falta de tamaño empresarial de la zona como otro de los lastres que frenan la competitividad de la provincia, aunque en este caso hay buenas noticias. Según ha explicado Llopis, en los últimos tres años el número medio de empleados de las compañías alicantinas ha pasado de 7,93 a 8,37, un incremento del 5,5% que va en la buena dirección. Y es que, según las estimaciones que ha realizado Ineca, por cada trabajador que crece el tamaño medio de las empresas, se suma aproximadamente un 8% más de PIB. En otras palabras, que este incremento del tamaño empresarial es una de las vías para recortar la diferencia de renta per cápita con el resto del país. Eso sí, de momento, aún queda trayecto, ya que la media nacional es de 11 trabajadores por negocio.

En cuanto a la coyuntura propiamente dicha, el informe de Ineca destaca la buena evolución de casi todas las estadísticas, con especial incidencia en el caso del empleo, que se encuentra en máximos histórico. Sin embargo, desde el "think tank" han mostrado su preocupación por la desaceleración e, incluso, "recesión" que se atisba para el próximo otoño y han señalado que el déficit de infraestructuras supone una desventaja a la hora de afrontar estos momentos de dificultades.