Patronal y sindicatos acercan posturas en el calzado con una subida salarial de hasta el 15%

Sigue sin haber acuerdo, pero, como mínimo, patronal y sindicatos han acercado posturas tras meses de desencuentro en la negociación del convenio nacional del calzado. Ha sido gracias al Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), que ha presentado una propuesta en la que se contempla una cláusula de garantía salarial para cubrir el incremento del IPC, siempre que este no supere el 15%. Ambas partes han quedado emplazadas a contestar el próximo 27 de diciembre, tras consultar con sus respectivas asambleas. Con todo, los empresarios ya han mostrado su predisposición a firmar, mientras que los sindicatos son los que continúan mostrando más reticencias.

No está siendo una negociación fácil la del convenio del calzado, sector que en la provincia de Alicante aglutina a 16.500 trabajadores. El principal punto de discordia ha girado siempre alrededor de las reivindicaciones salariales. Tanto CC OO como UGT han venido exigiendo, como medida irrenunciable, una cláusula de revisión que permita igualar la subida del IPC, con la finalidad de que los empleados no pierdan poder adquisitivo. La patronal, por su parte, accedían a dicha revisión, aunque topada al 2,5%, lo que, afirmaba, hubiera supuesto un aumento de entre un 12,5% y un 15% hasta 2025. La falta de acuerdo propició una convocatoria de huelga el pasado 2 de diciembre que se saldó con un discreto seguimiento, lo que tenía que dar paso de nuevo a la negociación.

Pues bien, ambas partes se sentaban en una mesa este martes en Madrid en presencia de representantes del SIMA, quienes, ante la ausencia de avances significativos, planteaban una propuesta que, de entrada, ha servido para provocar una aproximación. Los puntos principales pasan por un incremento salarial de un 4% para 2022 con atrasos desde el 1 de julio, otro de idéntica cuantía para 2023, un aumento del 2,5% para 2024 y una subida del 2% para 2025, lo que en total suma un 12,5%. Asimismo, se plantea una cláusula de garantía salarial que garantizaría la totalidad del IPC siempre que no supere el 15%. En caso de que la subida de la inflación fuese superior, a este porcentaje se le aplicaría un 0,50% en dos tramos.

La propuesta, igualmente, plantea una reducción de la jornada anual de 12 horas durante los cuatro años de vigencia del convenio, incluir la ultraactividad indefinida, eliminar la necesidad de justificar dos de los cuatro días de permisos no retribuidos, avances en materia de igualdad y teletrabajo, adecuación del premio de fidelización al sistema actual de jubilación para que sea útil y se pueda aplicar, y una acumulación anual de la bolsa de horas sindicales entre los delegados y miembros del comité de empresa pertenecientes a una misma central.

Pese a que ambas partes tendrán que contestar el 27 de diciembre, el representante empresarial en la negociación, José María Escrigas, ya ha avanzado que la propuesta les parece factible y que, en principio, están dispuestos a firmar el convenio en estos términos. "Se adapta bastante a nuestro planteamiento y confiamos en que la otra parte también lo acepte", señala.

Los sindicatos y la patronal del calzado rompen puentes por la cláusula salarial

Más dudas hay entre los sindicatos. El secretario general de UGT en la Muntanya, Vinalopó y Vega Baja. Ismael Senent, señala que la propuesta sigue topando el aumento salarial, "cuando partimos de una realidad de sueldos muy bajos en el sector y no podemos permitir pérdidas de poder adquisitivo". En parecidos términos se expresa Miguel Ángel Cerdá, representante de la negociación de CC OO en la demarcación del Vinalopó y la Vega Baja, quien, pese a que las posturas están cerca, subraya que "sigue existiendo el riesgo de que que la inflación esté por encima del aumento salarial". Con todo, serán los trabajadores los que, en las asambleas, tengan la última palabra.