Los valencianos son 12.500 euros más pobres que los madrileños

La renta per cápita de la autonomía se recuperó considerablemente el año pasado pero sigue muy lejos de la media nacional y de las autonomías más ricas

Un polígono industrial en la ciudad de Elda.

Un polígono industrial en la ciudad de Elda. / Áxel Álvarez

David Navarro

David Navarro

Tras la considerable caída que experimentó en 2020 como consecuencia de la pandemia, la renta per cápita de la Comunidad Valenciana creció con fuerza durante el año pasado, aunque sigue muy alejada de la media nacional y de las autonomías más ricas. De hecho, la brecha incluso se ha agrandado ligeramente con respecto a la que existía antes de la irrupción del covid.

Así se desprende de los datos de la Contabilidad Regional de España que ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que vuelven a reflejar las importantes diferencias que aún se dan entre las distintas autonomías.

El PIB por habitante de la Comunidad Valenciana se situó el año pasado en 22.289 euros, lo que representa una mejora de 1.509 euros sobre las cifras de 2020, cuando cayó en 2.343 euros como consecuencia de la paralización de la actividad económica por las medidas para frenar la expansión del coronavirus. Esto significa que la renta per cápita aún cerró el año pasado 834 euros por debajo de las cifras precovid.

PIB per cápita por autonomías.

PIB per cápita por autonomías. / Información

En cualquier caso, lo más significativo sigue siendo la importante distancia que aún separa a los valencianos del nivel de riqueza medio del país y, especialmente, de las autonomías más avanzadas. De esta forma, la renta media de la Comunidad se situó en 2021 en el 87,4% de la renta per cápita nacional, que fue de 25.498 euros. Es decir, que cada valenciano es 3.209 euros más pobre que el conjunto de los españoles.

Una diferencia que, además, se ha agrandado ligeramente, ya que en 2019 -el último ejercicio antes de la pandemia-, el PIB por habitante de la región se situaba en el 87,5% del nacional. Una cifra que mejoró en 2020 hasta el 88%, ya que la economía valenciana cayó menos que la del resto del país, y que en 2021 volvió a separarse de ese promedio, hasta quedar en el 87,4%, como ya se ha apuntado. No obstante, cabe señalar que en parte este incremento de la brecha se debe a que la población de la Comunidad creció el año pasado –por tanto, hay más habitantes a la hora de repartir la riqueza que se crea-, mientras que la del conjunto del país descendió ligeramente, según el INE.

En relación con el resto de autonomías españolas, la Comunidad Valenciana está mucho más cerca del furgón de cola, que del pelotón de cabeza. Así, los valencianos son 3.383 euros más ricos que los andaluces –la autonomía que cierra la clasificación, con un PIB per cápita de 18.906-, pero son hasta 12.532 euros más pobres que los madrileños, cuya renta alcanza los 34.821 euros.

En segundo lugar, se mantienen los vascos, con 32.430 euros; seguidos por los navarros, con 31.024 euros; los catalanes, con 29.942 euros; y los aragoneses, con 28.912 euros.

Los datos de la Contabilidad Regional conocidos este lunes aún no incluyen las estimaciones de PIB por provincias, por lo que no se puede saber en qué situación se encuentra Alicante, que tradicionalmente presenta un nivel de renta per cápita aún más bajo que el conjunto de la autonomía. Así, en 2019 la provincia se situaba apenas en el 75,4% de la renta media nacional, con 19.944 euros, una cifra que en 2020 descendió hasta los 17.999 euros como consecuencia de la pandemia.

El crecimiento del PIB nominal por autonomías en 2021.

El crecimiento del PIB nominal por autonomías en 2021. / Información

Comercio y hostelería lideran la remontada

En términos de volumen, el PIB de la Comunidad Valenciana creció algo más que el resto del país durante el año pasado, con un avance del 5,6% frente al 5,4% de la media nacional. Baleares, con un 10,7%; Canarias, con un 7%; y Navarra, con un 5,9% fueron las que experimentaron el mayor aumento, mientras que Ceuta (+4%), Melilla (+4,1%) y Castilla y León (4,3%).

Como es lógico, las ramas de actividad que más crecieron fueron aquellas que el año anterior se habían visto más afectadas por las restricciones. De esta forma, comercio y hostelería pasaron de un retroceso de 22,9% de 2020 a un incremento del 14,4% el año pasado. Una recuperación que, como se observa, no fue completa ya que la normalidad no fue plena hasta el arranque de 2022.

Por su parte, la industria manufacturera pasó de una caída del 13,8% a un incremento de su PIB del 8,2%; el sector de las comunicaciones y la informática avanzó un 6,8% el año pasado, frene a la pérdida del 0,3% del ejercicio anterior; las empresas de servicios y actividades administrativas mejoraron un 8,3% (-11,4% en 2020); la Administración Pública incrementó su actividad en un 1,9%; la agricultura, un 2,4%; y el único sector que registró una variación negativa del PIB fue la construcción, con un -3,4%.