La banca frena el cierre de oficinas en Alicante y vuelve a crear empleo

El número de sucursales operativas en Alicante se mantuvo estable entre enero y junio por primera vez tras catorce años de caídas ininterrumpidas

El sector ocupa a 4.676 trabajadores en la zona, casi 200 más que hace un año

Uno de las múltiples sucursales cerradas en los últimos años en la provincia de Alicante.

Uno de las múltiples sucursales cerradas en los últimos años en la provincia de Alicante. / Jose Navarro

Puede ser el fin del ajuste o solo un alto en el camino, pero lo cierto es que, por primera vez desde el estallido de la crisis inmobiliaria, hace ya 14 años, la provincia logró cerrar el primer semestre de este año con el mismo número de sucursales bancarias con las que empezó. Todo un cambio de tendencia para un sector que ha visto desaparecer más de dos tercios de su red en este tiempo y que llega, además, acompañado de otra buena noticia: el negocio financiero vuelve a generar empleo en Alicante, en concreto, casi 200 nuevos puestos de trabajo en el último año.

Así se deduce de los últimos datos publicados por el Banco de España y de las estadísticas de la Seguridad Social, que reflejan de esta forma el momento dulce que vive el sector, después de que las subidas de tipos hayan disparado los márgenes comerciales de las entidades y, con ellos, sus beneficios.

En el caso concreto de Alicante, el último recuento oficial sitúa en 592 el número de sucursales que permanecían abiertas al público al cierre del pasado mes de junio. En términos interanuales, son 16 menos de las que existían en la misma fecha del año pasado, lo que ya supone el menor número de cierres desde el año 2008. Pero lo más llamativo es que todo ese recorte se concentró en la última parte de 2022, mientras que en el primer semestre de este ejercicio la cifra ha permanecido estable, algo que no ocurría desde el estallido de la crisis inmobiliaria.

Para ser del todo exactos, cabe señalar que el pasado semestre sí hubo algunos cierres –por ejemplo, el Banco de España contabiliza tres oficinas menos de CaixaBank, que supondrían los últimos flecos del ajuste acometido tras la integración de Bankia-, pero la diferencia es que, en esta ocasión, las nuevas aperturas, principalmente de la manchega Eurocaja, lograron compensar las clausuras.

Varios clientes en los cajeros automáticos de una entidad.

Varios clientes en los cajeros automáticos de una entidad. / Pilar Cortés

En cualquier caso, una estabilidad que llega, eso sí, cuando por el camino ya se han registrado hasta 1.178 cierres, lo que significa el 66,5% de toda la red con la que llegaron a contar las entidades en la zona.

La segunda buena noticia es que, también por primera vez desde la crisis inmobiliaria, cuando el sistema financiero español inició su particular via crucis, el sector ha generado empleo en la provincia. Así, al cierre del primer semestre las distintas entidades ocupaban directamente a 4.676 trabajadores en Alicante, 190 más que un año antes. Una cifra que aumenta hasta los 253, si se tienen en cuenta las actividades auxiliares.

Aunque pueda parecer que no son demasiados, no deja de ser todo un contraste con los más de 4.200 empleos que este negocio había destruido en la zona solo desde 2012, según los últimos datos de la Seguridad Social recabados por el Portal Estadístico de la Generalitat Valenciana.

Refuerzos

Como explica el responsable de Sector Financiero de UGT, Victoriano Miravete, en gran parte esta recuperación del empleo que empieza a percibirse en la banca llega a través de los nuevos perfiles tecnológicos que están contratando las entidades para reforzar estos servicios, aunque también empiezan a mejorar las dotaciones de algunas oficinas «que se habían quedado en los huesos». A ello hay que sumar los gestores especializados y las figuras más comerciales que también se están incorporando al negocio.

En la misma línea, el responsable sindical considera que las redes ya no soportan nuevos ajustes de consideración, a no ser que las entidades empiecen a abandonar poblaciones de mayor tamaño, lo que, a su juicio, generaría malestar social y una contestación que al sector no le interesa.

Sin embargo, el director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y experto en el sector, Joaquín Maudos, tiene una opinión distinta y apunta que «la banca española sigue siendo una de las más densas de toda la UE en cuanto a la población que atiende», por lo que augura que, a futuro, la reducción de la red seguirá, aunque sea a un ritmo menor.

Otra cosa es, según el experto, que con la mejora de los márgenes bancarios haya «algo menos de presión para reducir costes y, por tanto, para cerrar oficinas. No obstante, la baja rentabilidad sigue siendo un reto para que (el sector) supere el coste de captar capital».

Al respecto, Maudos señala que la demanda cada vez se traslada más a la banca online y que la mejora de las competencias digitales de la población reducirá las necesidades de atención personal. Además, recuerda que la aparición de nuevos operadores que ofrecen servicios financieros sin ser bancos al estilo tradicional también supone una mayor presión para el sector, para que reduzca sus costes.

El Sabadell lidera el sector en la demarcación

El Sabadell lidera el sector en la demarcación

A pesar de los importantes recortes de red que ha acometido en los últimos años, el Sabadell se mantiene como la entidad con más sucursales en Alicante, con un total de 134 oficinas operativas al cierre de junio, de acuerdo con los datos del Banco de España. La entidad presidida por Josep Oliu ocupa esta posición de forma casi ininterrumpida desde que absorbió el negocio de la CAM en 2012, con única excepción de un breve periodo en 2021, cuando la fusión de CaixaBank con Bankia le desbancó momentáneamente del primer puesto.

Tras los ajustes de red que siguieron a esta operación, la entidad que preside José Ignacio Girigolzarri y dirige Gonzalo Gortázar se ha consolidado en la segunda posición, con 104 oficinas. Tras ella se sitúa BBVA, que suma 76 sucursales operativas, seguida por el grupo Cajamar que, contando las oficinas de Caixa Altea, Caixa Callosa y Caixa Petrer alcanza las 70 ubicaciones en la provincia. Únicamente estos cuatro grupos concentran el 65% de toda la red bancaria de la provincia, lo que da cuenta de la importante concentración que se ha producido en la última década y media en el sector.

Por detrás de las anteriores estarían el Santander, con 58 oficinas abiertas en el conjunto de la provincia; y Caja Rural Central, que ha mantenido su red en todo este tiempo y suma 50 sucursales.

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