La fiebre por el autoconsumo se desinfla: la instalación de placas cae un 36% en Alicante

La bajada del precio de la electricidad y, sobre todo, los mayores costes de financiación frenan las nuevas contrataciones

Los instaladores reclaman más agilidad con la tramitación de las ayudas, que se demoran más de un año

Una instalación de autoconsumo en la azotea de un hotel de Benidorm.

Una instalación de autoconsumo en la azotea de un hotel de Benidorm. / David Revenga

Aunque nadie duda de que el autoconsumo de energía solar ha llegado para quedarse, el ritmo de conexión de nuevas instalaciones ha disminuido considerablemente, tras el boom que se produjo en los últimos meses de 2022. La progresiva normalización del precio de la electricidad en este tiempo y, sobre todo, el encarecimiento de la financiación con la que muchas familias sufragan esta inversión, ha provocado que la cifra de nuevas altas no haya dejado de caer en lo que va de año, hasta el punto de que en el tercer trimestre ya fueron un 36% menos que las registradas en el último trimestre del pasado ejercicio, cuando se alcanzó el máximo histórico.

Así lo refleja el último balance de la Dirección General de Energía y Minas de la Generalitat, que, eso sí, también constata que, a pesar de esta desaceleración, Alicante ha superado a Valencia como la provincia con mayor número de instalaciones activas en la Comunidad, aunque en términos de potencia siga por detrás, debido al mayor tamaño de las que se dan de alta en la demarcación vecina.

En total, entre junio y septiembre se conectaron en Alicante 3.048 nuevas instalaciones de autoconsumo, lo que supuso un retroceso del 16% sobre las cifras del mismo periodo del año pasado, cuando las altas alcanzaron las 3.616. Sin embargo, si se compara con las cifras registradas en el último trimestre del año pasado -cuando las contrataciones alcanzaron su máximo histórico, ante el temor a que la factura de la luz se disparara aún más con la llegada del invierno-, la caída ya supera el 36%, ya que entonces se contabilizaron 4.802 altas.

Varias naves industriales con placas solares en Elda.

Varias naves industriales con placas solares en Elda. / Áxel Álvarez

La evolución

La tendencia a la baja ya se venía observando desde los primeros meses de este ejercicio, aunque se ha profundizado a medida que avanzaba el año y disminuía la alarma que generó el elevado precio que alcanzó el kilovatio tras el estallido de la guerra de Ucrania. "En realidad, seguimos pagando la luz muy cara, por encima de los 100 euros el megavatio, pero ya no son los 500 del año pasado, y parece que ha desaparecido la sensación de urgencia", apunta el delegado en la Comunidad Valenciana de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), Bernardo Luis, que señala que el sector residencial es el que más ha caído, mientras que las empresas mantienen en mayor medida el interés, con la intención de abaratar sus costes.

Junto al anterior, otro de los motivos de este descenso ha sido la subida de los tipos de interés, que ha disparado el coste de los préstamos con los que la mayoría de familias financiaba la instalación de las placas solares hasta ahora, según asegura, por su parte, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), Marcos Lacruz.

A pesar del descenso, desde la organización destacan que el ritmo de altas sigue siendo elevado y prefieren hablar de "normalización del mercado", tras los datos inusualmente altos del año pasado, en el que llegó a haber listas de espera por la falta de mano de obra y de suministros para atender toda la demanda.

Una instalación de autoconsumo en Alcoy.

Una instalación de autoconsumo en Alcoy. / Juani Ruz

Lacruz recuerda, además, que, aunque los préstamos sean más caros, en este tiempo se ha producido una rebaja del coste de las placas y otros materiales, lo que atenúa el golpe. Así, una instalación de unos tres kilovatios puede rondar en la actualidad entre los 1.800 y los 2.400 euros.

Ayudas

Además de todo lo anterior, tanto Avaesen, como Unef critican el "daño" que está provocando en la evolución del negocio el retraso en la concesión de las ayudas públicas para este tipo de proyectos. Unos retrasos superiores al año –de hecho, la mayoría de subvenciones solicitadas en todo el país aún no se han pagado-, que están desanimando a muchos posibles interesados. Las organizaciones censuran la mala imagen que se está ofreciendo y la confusión que provoca esta situación con sus clientes, por lo que reclaman que se agilicen, para que realmente supongan un impulso para el sector.

A pesar de la ralentización, lo cierto es que el vuelco que ha dado el sector en los últimos años ha sido espectacular. De las menos de 2.000 instalaciones activas en la provincia con las que se cerró el ejercicio 2020, en menos de tres años se ha pasado a 31.727, según los datos de la Generalitat. Además, la desaceleración ha sido algo menos intensa en Alicante, lo que ha convertido a la provincia en la que más instalaciones de autoconsumo de todo tipo acumula, por delante de València, que contabiliza 31.074. Eso sí, en términos de potencia, la demarcación vecina aún gana la partida, al contar con 378 megavatios frente a los 299 de Alicante, al incluir las centrales de cogeneración y también por el mayor tamaño de las instalaciones fotovoltaicas que se dan de alta.

Del total de instalaciones activas, hasta el 87% -unas 29.000-, son para viviendas particulares, mientras que la industria suma otras 1.032, y los almacenes, 446, según las mismas fuentes.

Alicante y Elche, a la cabeza de la Comunidad Valenciana

Alicante, con 2.222, y Elche, con 2.219, son los dos municipios de la Comunidad Valenciana con mayor volumen de instalaciones de autoconsumo dadas de alta. Le siguen Orihuela, con 1.679; Xàbia, con 1.522; y Paterna, con 1.406. No obstante, por potencia, destacan las poblaciones castellonenses de l'Alcora y Onda -con 68 y 37 megavatios frente a los 23,5 y 21,5 de Alicante y Elche- por las centrales de cogeneración que tienen las grandes fábricas de azulejos de la zona.

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