El parón del consumo en Europa y EE UU recorta un 10% la exportación alicantina

El calzado se desploma más de un 20% ante el retroceso de sus principales mercados y los empresarios no descartan la aplicación de ERE

La venta de frutas y verduras siguen al alza, pero retroceden las conservas, por la falta de aceitunas

Una de las últimas ediciones de la feria de componentes del calzado Futurmoda.

Una de las últimas ediciones de la feria de componentes del calzado Futurmoda. / Áxel Álvarez

David Navarro

David Navarro

Se agranda el bache por el que atraviesan las exportaciones alicantinas, lastradas por la fuerte caída del consumo que experimentan sus principales mercados tanto en Europa, como al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos. Una situación que está afectando de forma especialmente contundente al principal producto que vende la provincia en el exterior, el calzado, y a uno de los pocos sectores de industria pesada que se mantiene en la zona, el del aluminio.

Por tercer mes consecutivo, durante el pasado septiembre los envíos al exterior de las empresas alicantinas se redujeron y lo hicieron a un ritmo algo superior al de agosto, con un descenso del 9,7%, hasta los 543,1 millones de euros. Una cifra que sitúa el acumulado de las exportaciones alicantinas en lo que va de año en 5.319 millones, sólo un 0,57% más que en el mismo periodo de 2022, lo que significa que la desaceleración económica ya se ha comido prácticamente todo el avance que aún se consiguió en el primer trimestre del ejercicio, gracias a la inercia que se arrastraba del año pasado.

Sin lugar a dudas, la situación más preocupante, por el peso que tiene en la economía provincial, es la del calzado, cuyas ventas al exterior se desplomaron un 20,7% en septiembre, hasta los 88,7 millones, y que en el acumulado del año ya presenta una caída del 4,2%, con un total de 970 millones exportados frente a los 1.014 del mismo periodo de 2022.

Las exportaciones alicantinas en septiembre.

Las exportaciones alicantinas en septiembre. / Información

La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, reconoce la preocupación del sector por esta evolución, de la que responsabiliza directamente a la "ralentización del consumo" que ha provocado la inflación y las subidas de tipos en toda Europa y en Estados Unidos. Así, tras una floja temporada de primavera-verano, la mayoría de establecimientos optaron por realizar pedidos "conservadores" de cara al invierno, según Cano, lo que se ve reflejado ahora en la caída de los envíos.

Por si fuera poco, con esta coyuntura y un clima que tampoco acompaña, los empresarios no prevén pedidos de reposición, por lo que se anticipan nuevos descensos en los próximos meses. Tanto es así que la patronal no descarta que puedan verse Expedientes de Regulación de Empleo en el sector en un futuro próximo, especialmente después de la campaña que realizó la Inspección de Trabajo, que obligó a contratar como indefinidos a muchos fijos discontinuos, lo que deja poco margen a las fábricas para adaptarse sin recurrir a despidos.

Algunas de ellas negocian con estos trabajadores su vuelta a la condición de fijos discontinuos, una posibilidad que recoge el convenio del sector, pero lo cierto es que los empresarios temen que desde la Autoridad Laboral tampoco se facilite este cambio.

Aluminio

Esta misma paralización del consumo de los hogares también está afectando a industrias como el juguete, que exportó un 8% menos en septiembre, con un total de 19 millones, y que en el acumulado de los nueve primeros meses del año cae ya un 10,8%. También menguan un 17,2% las ventas de muebles y mención aparte merece la situación de la industria vinculada al aluminio, que ve desplomarse su facturación exterior a la mitad –en septiembre sumó 26,5 millones frente a los 53,2 de un año antes- al confluir una caída de los pedidos, fruto de la menor actividad de las fábricas en todo el continente, con una bajada de la cotización de este metal.

La terminal de contenedores del puerto de Alicante.

La terminal de contenedores del puerto de Alicante. / Áxel Álvarez

Entre los que se salvan vuelve a destacar la agricultura, aunque solo parcialmente. La exportación de fruta fresca mantiene el tipo, con 46,5 millones, un 0,6% más, gracias al buen arranque de la campaña del limón, como destaca el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu; mientras que la de hortalizas sube un 6,3%, harta los 21,5 millones, aunque cabe señalar que no se trata de productos cultivados en la provincia, sino que la cifra refleja las ventas que realizan los exportadores de la zona con verduras cultivadas en otras partes del país. No obstante, la peor parte se la lleva la industria de transformación agroalimentaria, cuyas ventas descienden un 21,6% en el mes, sobre todo por los menores envíos de aceitunas ante la falta de cosecha suficiente. "El cambio climático también afecta a las exportaciones provinciales", sentencia Andreu.

Por su parte, la confección logra remontar algo sus cifras y, sobre todo, destacan los avances de los fabricantes de maquinaria, que exportaron un 11% más, hasta los 18,1 millones, y los de material eléctrico, como las baterías, que vendieron en el exterior un 40,7% más, hasta los 20,7 millones.

Destinos

En cualquier caso, las cifras por destinos no auguran nada bueno, ya que se observa una clara tendencia a la baja en casi todos los grandes mercados de los empresarios alicantinos. Así, en septiembre cayeron más de un 18% los envíos a la gran locomotora europea, Alemania. La exportación a Francia registró un retroceso del 14,5%; hasta un 7,8% bajaron las ventas al Reino Unido; un 33%, a los Países Bajos; y un 4,3%, a Italia. Y lo peor es que el principal destino extracomunitario tampoco fue mejor. Así, la exportación alicantina a Estados Unidos se hundió un 19,5%, al pasar de los 40,9 millones de septiembre del año pasado, a 32,9 millones.

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