La economía alicantina crea 21.464 empleos y cierra el año con la cifra de paro más baja desde 2007

La hostelería, la educación y la sanidad son los sectores que más afiliados ganaron en 2023

Hasta el 53,9 % de todos los nuevos contratos del ejercicio fueron indefinidos

La hostelería es el sector que más empleo ha creado en la provincia de Alicante en el último año.

La hostelería es el sector que más empleo ha creado en la provincia de Alicante en el último año. / David Revenga

A pesar de las consecuencias de la inflación y de la ralentización económica en sectores tan importantes para la provincia como el calzado, la economía alicantina logró crear el año pasado más de 21.000  nuevos empleos y reducir su cifra de paro en cerca de 7.900 personas, hasta situar el total de desocupados en 132.611, la cifra más baja para un cierre de ejercicio desde 2007. Un dato que, además, se produce a pesar de la mala evolución del mes de diciembre, en el que, como suele ser habitual en la provincia, se produjo una caída de la ocupación.

De esta forma, el mercado laboral alicantino ha demostrado a lo largo de 2023 una notable fortaleza, impulsado por la buena marcha del turismo –la hostelería es la actividad que más empleo creó-, pero también por otro tipo de servicios, como la educación o la sanidad. Eso sí, tanto el aumento de la afiliación a la Seguridad Social, como la reducción del paro se quedan por debajo de las contabilizadas en 2022 -cuando la recuperación de la actividad tras las restricciones de la pandemia disparó estas cifras-, pero mejoran las registradas en 2019.

Por partes, el número de parados registrados en la provincia aumentó en diciembre en 127 personas hasta situar el total de desocupados inscritos en las oficinas de Labora en 132.611. Pese a este repunte del último mes, el balance del ejercicio es más que notable ya que en comparación con el cierre de 2022, el número de alicantinos sin trabajo se ha reducido en 7.884 personas. Una caída por debajo de la contabilizada el año anterior, cuando el paro se redujo en 15.912 personas, pero muy superior a la registrada en 2019, cuando el descenso solo fue de 2.643 inscritos.

Pero, sobre todo, el dato a destacar es que se trata de la menor cifra de paro registrado en la provincia en un cierre de año desde el ejercicio de 2007, el último antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando la desocupación aún se mantenía por debajo de la barrera psicológica de las 100.000 personas. En concreto, en 95.539. Una situación que cambió radicalmente a partir de 2008, que ya finalizó con 150.608 parados.

Trabajadores de una empresa de jardinería en Alicante.

Trabajadores de una empresa de jardinería en Alicante. / Héctor Fuentes

Afiliación

Por su parte, diciembre también fue un mal mes desde el punto de la afiliación a la Seguridad Social, con la destrucción de 1.980 empleos. No obstante, de nuevo el balance anual se mantiene en cifras positivas, ya que los 730.016 afiliados medios con los que finaliza 2023 significa que en estos momentos tienen empleo 21.464 alicantinos más que hace un año.

Al respecto, cabe recordar que la provincia batió su récord absoluto de empleo el pasado mes de julio, cuando llegaron a estar dados de alta 742.468 trabajadores. Como es habitual en una zona con gran peso de las actividades estacionales, la cifra se ha reducido en los últimos meses del año, pero, aun así, se trata del mayor volumen de ocupados para un final de año de toda la serie histórica de la Seguridad Social.

Por sectores, la hostelería es la actividad que más empleo ha generado en el último año en Alicante, con 4.045 afiliados más que en diciembre de 2022. Le sigue la educación, en la que trabajan actualmente 3.519 alicantinos más que hace un año; y la sanidad y los servicios sociales, que han creado 2.620 nuevos puestos de trabajo en este tiempo.

También destacan las cifras de la construcción, con 2.017 ocupados más que en diciembre de 2022; o las que registran las actividades administrativas y de servicios auxiliares, que suman 1.795 afiliados a la Seguridad Social.

En la parte negativa, la industria manufacturera ha destruido 276 empleos, y también se reduce la cifra de empleadas de hogar en 36 trabajadoras.

Una oficina de Labora en Elda.

Una oficina de Labora en Elda. / Áxel Álvarez

Contratación

En cuanto a la calidad del empleo creado, en el mes de diciembre la temporalidad se impuso al acaparar casi el 55% de los contratos de un mes marcado por las incorporaciones del comercio o los servicios logísticos de cara a atender el aumento de demanda en Navidad. Sin embargo, en el acumulado del año, la contratación indefinida fue la mayoritaria, con el 54% del total, según los datos del Ministerio de Empleo.

Por último, hasta el 58% de los desempleados alicantinos recibieron algún ingreso del Sepe en el mes de noviembre. En concreto, de acuerdo con los datos oficiales, hasta 34.926 trabajadores cobraron la prestación contributiva por desempleo, mientras que otros 36.336 recibieron el subsidio –la ayuda que el Ejecutivo acaba de modificar-, y otros 5.797 tuvieron la Renta Activa de Inserción.

Valoraciones

En el apartado de valoraciones, el secretario autonómico de Empleo, Antonio Galvañ, apunta que estos datos muestran que los sectores económicos de la Comunidad «siguen resistiendo y generando oportunidades laborales y crecimiento, pese al contexto internacional incierto». En la misma línea, el propio presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha incidido en que se trata del mejor cierre de ejercicio «de los últimos años», aunque ha llamado a no conformarse y «seguir trabajando muy duro» para atraer nuevas inversiones.

Por su parte, como suele ser habitual, los agentes sociales han aprovechado sus valoraciones para fijar posiciones ante la nueva batalla que se presenta, en este caso por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la negociación colectiva. Así, la patronal CEV destaca los malos datos del mes de diciembre para insistir en la necesidad de «generar un clima favorable a la actividad empresarial» y, en particular, advierte de que «un incremento excesivo del salario mínimo (...) no sólo merma los niveles de competitividad exterior, sino que reducirá los márgenes de las empresas destinados a atender la deuda, a la inversión productiva y a generar nuevos puestos de trabajo».

Por el contrario, el secretario de Empleo de CC OO en l’Alacantí-les Marines, José María Ruiz Olmos, insiste en destacar los buenos resultados de la reforma laboral que, a su juicio, solo es un primer paso para un modelo productivo «estable, sostenible e igualitario», e insta a «subir más los salarios, que ya se ha demostrado que tiene un efecto positivo en la productividad», al favorecer un mayor consumo y, con ello, un aumento de ventas de las empresas.

En la misma línea, la secretaria general de UGT en l’Alacantí i la Marina, Yolanda Díaz, considera «fundamental» seguir mejorando las condiciones laborales, «elevar los incrementos salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años y reformar los sistemas de protección social».