El menor consumo y el hundimiento del mercado chino obligan a reducir el embotellado de vino alicantino

Las bodegas de la provincia han envasado en la última campaña 212.000 unidades menos, en un contexto en el que también preocupa la caída de las cosechas a causa de la sequía

Embotellado de vinos en una bodega de la provincia de Alicante.

Embotellado de vinos en una bodega de la provincia de Alicante. / Juani Ruz

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Se rompió la racha. La comercialización de los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Alicante, pese no alcanzar las cifras de antaño, venía remontando desde la pandemia, pero la última campaña ha dado al traste con esta dinámica positiva. Y es que factores como la caída del consumo registrada a nivel general, así como el hundimiento del mercado chino, han propiciado que las bodegas no hayan tenido otro remedio que reducir el embotellado al ver mermadas las perspectivas de venta. Se trata, en concreto, de alrededor de 212.000 unidades menos, una cifra que, a nivel porcentual, se mueve alrededor del 2 %, pero que supone un cambio de tendencia preocupante en un escenario, además, en el que las cosechas están yendo a la baja como consecuencia de la sequía.

El embotellado es, sin duda, un buen termómetro de las dinámicas comerciales en la que se encuentra inmerso el sector vitivinícola en cada momento. En el caso de la denominación de origen de Alicante, el máximo histórico en este capítulo se alcanzó justo antes de la pandemia de covid, cuando se contabilizaron los 13 millones de unidades. Y desde entonces, no se ha vuelto a conseguir esta cantidad.

En 2020, en plena crisis sanitaria y con los bares y restaurantes sometidos a duras restricciones, las bodegas de la provincia solo envasaron 10,4 millones de botellas, iniciando a partir de ahí un moderado pero paulatino crecimiento, coincidiendo con el regreso a la normalidad. Pero la racha ha durado más bien poco, porque en la campaña de 2023 el número de unidades se ha situado en 11.743.586, lo que supone 211.744 menos que en la anterior.

A la hora de concretar las razones de este retroceso, el gerente de la DOP, Eladio Martín Aniorte, hace referencia a un menor consumo en términos generales, pero también al hundimiento del mercado chino, debido a un problema de sobreaprovisionamiento. Según sus palabras, “estamos hablando del país en el que más duras han sido las restricciones para combatir el virus, por lo que hay acumulados grandes stocks y las exportaciones a este destino han caído en picado”. Una evidencia de ello es que el mercado del gigante asiático ha pasado de ser el segundo en orden de importancia para los vinos alicantinos, solo por detrás de Alemania, a situarse en el séptimo puesto.

Miguel Ángel Díaz, director comercial de Bodegas Pinoso, coincide con estas apreciaciones, indicando, además, que “la inflación ha hecho mella en el bolsillo de los consumidores, y eso se está reflejando en un menor consumo en el ámbito europeo. Al final, hablamos de un producto que no es de primera necesidad, y algunos optan por sustituirlo con cervezas u otros licores de baja graduación”.

El único factor positivo es que, pese al retroceso en el embotellado, el valor económico de las ventas ha ido creciendo, hasta el punto de que la facturación de la última campaña se sitúa alrededor de los 31 millones, lo que supone una subida del 21 % en dos años. Aniorte, en cualquier caso, señala que estos datos son engañosos, si se tiene en cuenta que los costes de producción también han crecido de forma exponencial.

Y todo ello, además, se produce en un contexto en el que la sequía y el abandono de campos, como ya ha venido exponiendo la DOP, han reducido las hectáreas de cultivo en un 10 % en los últimos cuatro años, lo que se ha reflejado en las cosechas y en un volumen de producción de vino que ha pasado de 177.000 a 110.000 hectolitros. Pese a ello, Aniorte subraya que las bodegas disponen de margen. “En la actualidad, solo el 50 % de la producción se embotella y el resto se destina a graneles. Nuestro propósito es conseguir aumentar el envasado, dentro una apuesta por la calidad y la obtención de mejores precios”, enfatiza.

El sector pide ayudas para combatir los efectos de la falta de lluvias

El sector del vino reclama a la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca la habilitación de ayudas para combatir los perniciosos efectos de la sequía. El gerente de la DOP Vinos de Alicante, Eladio Martín Aniorte, destaca que la del año pasado fue la peor cosecha de uva de la historia, con apenas 18,8 millones de kilos, lo que supuso una caída del 28 % con relación al año anterior. Y destaca la que define como «crítica situación» de las cooperativas que, asevera, «se va a agudizar ahora con menos producción». La DOP también reclama incentivos para la plantación de variedades de uva autóctonas, y una adecuada planificación para que las plantas solares no sigan reduciendo las hectáreas de cultivo.