Pocas veces un empate ha sabido mejor. El punto que sumó el Elche ayer ante Osasuna vale su peso en oro e impide a los franjiverdes meterse en un buen lío y poder continuar una semana más fuera de los puestos descenso. Además, resta dos a los navarros y permite mantener la ventaja de tres con los rojillos.  

Y es que el conjunto de Jagoba Arrasate fue muy superior en el primer tiempo, en el que se adelantó en el marcador y tuvo ocasiones para sentenciar el encuentro. Afortunadamente no lo hicieron y en la segunda parte los ilicitanos supieron reaccionar para igualar hasta en dos ocasiones el marcador. 

Buena culpa de ello la tuvo la entrada en el terreno de juego, tras el descanso, de Nino y de Víctor Rodríguez, que permitieron darle un giro al juego y contar con unas renovadas piezas en el tablero, que había estado amenazado de jaque mate en los primeros 45 minutos. Además, la salida de Guido Carrillo, que regresó tras superar su lesión de rodilla, también resultó fundamental y el argentino marcó el gol del empate y su primer tanto como franjiverdes. Fueron, sin duda alguna, tres futbolistas decisivos, que apenas estaban contando para Almirón hasta ahora, y que demostraron que deben disponer de más minutos.

El Elche empata en el Martínez Valero ante el Osasuna

El Elche empata en el Martínez Valero ante el Osasuna

El técnico argentino no se pudo sentar en el banquillo al dar positivo por coronavirus. El conjunto ilicitano estuvo dirigido por el segundo entrenador, Jesús Muñoz.  

El planteamiento inicial, con tres cambios en el once con respecto al equipo que jugó frente al Atlético de Madrid, hizo aguas y naufragó por todos los lados. Dani Calvo ocupó el puesto en el eje de la zaga del canterano Jhon. El oscense estuvo lento en el primer gol y ha quedado bastante señalado. Sánchez Miño se ubicó en el lateral izquierdo en lugar de Josema, pero no encontró nunca su sitio. Ni defendió, ni atacó y muchas veces se metió demasiado al centro dejando desguarnecida su banda, por donde atacó una y otra vez Osasuna. Rigoni también tuvo una nueva oportunidad como titular. Comenzó por la banda izquierda, pasando Fidel al doble pivote, donde el onubense, a pesar de su calidad, no rinde tanto como en la banda, y relegando al banquillo a Raúl Guti. 

El Elche del primer tiempo perdió por completo el centro del campo. Los rojillos ahogaron la salida del balón con una presión alta y hicieron mucho daño por la banda izquierda, que fue un auténtico coladero, donde ni Sánchez Miño ni Rigoni defendía y Dani Calvo se veía superado. 

Los ilicitanos tuvieron más la posesión, pero en zonas donde no hacían daño. Ni siquiera dispararon entres los palos en todo el primer tiempo. Osasuna se adelantó a los 9 minutos con un gol de Rubén García tras un pase de Calleri, que superó en velocidad a Dani Calvo. En el 23, Unai García estrelló un balón en el larguero, David García no aprovechó el rechazo, cuando estaba solo. Y en el 41, Roberto Torres disparó demasiado cruzado en un mano a mano ante Edgar Badia. Jagoba Arrasate se desesperaba porque el partido pudo quedar finiquitado antes del descanso. 

Sin embargo, Almirón, vía telefónica, desde su casa confinado, reaccionó a tiempo y bien. Hizo tres cambios de una tacada. Sacó a Nino y a Víctor por unos desaparecidos Tete Morente y Josan. Y a Josema por un desafortunado Dani Calvo.

El partido cambió como de la noche al día. El capitán comenzó a hacer mucho daño jugando entre líneas y descongestionando el juego en las bandas. El catalán le dio más movilidad al balón y el murciano cerró mejor en defensa. Además, Fidel se situó en su hábitat natural en la banda izquierda, donde es capaz de sacar buenos centros y hacer más daño. 

En la primera jugada ya se vio la mejoría. Nino abrió de forma magistral el balón a la derecha, Rigoni, que también luce más en la parte diestra, montó la contra, Barragán le dobló y su centro, tras tocar ligeramente el argentino, llegó al segundo palo, donde Fide solo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red para establecer la igualada. 

La luz apareció en el juego del Elche que, sin embargo, fue en muchas ocasiones demasiado osado para irse al ataque y descuidar la defensa. Eso provocó que Osasuna volviera a hacer daño a la contra. En una de ellas, tras un robo de balón de Oier a Marcone, dejó a Roberto Torres de nuevo solo ante Edgar Badia, pero menos mal que disparó demasiado cruzado. Pero a renglón seguido, en otra salida rápida de los rojillos, Calleri y Rubén García desarbolaron la defensa ilicitana y dejaron el balón en el segundo palo por donde Brasanec marcó el 1-2. Un auténtico jarro de agua fría que ponía el partido de nuevo cuesta arriba. 

Tocaba jugársela a la heroica y Guido Carrillo salió por un mediocre Sánchez Miño para jugar con dos delanteros. A los dos minutos de ingresar en el terreno de juego, anotó el empate a dos después de una buena apertura de Lucas Boyé a la izquierda y un gran centro de Fidel. 

A partir de ahí, el encuentro entró en un intercambio de golpes y mucha intensidad en las pugnas por el balón, sin que ninguno de los dos equipos tuvieran ocasiones de gol. 

El partido estaba abocado al empate. Almirón se jugó la última carta sacando a Pere Milla por Lucas Boyé, que se zafó como es habitual con la defensa contraria, pero sin tener oportunidades de demostrar sus dotes rematadoras. El héroe del ascenso tuvo en su cabeza la victoria con un remate en posición forzada tras otro buen centro de Fidel. Pero el balón se fue ligeramente desviado. Hubiera sido un premio excesivo para el Elche y un castigo demasiado duro para Osasuna. 

Al final, el reparto de puntos fue mucho más celebrado por los franjiverdes, que vieron durante muchos minutos el partido perdido y el abismo de los puestos descenso asomaba. El empate final supo a gloria.

Guido Carrillo reaparece tras su lesión de rodilla y se estrena como goleador

El delantero argentino había estado prácticamente inédito hasta ahora debido a unas molestias en la rodilla que le impedían entrenar con normalidad. Fue fichado para ser la referencia atacante del Elche junto a Lucas Boyé y ayer se estrenó como goleador. Es un efectivo más que gana a Almirón para no castigar tanto a Lucas Boyé. Además, Nino y Víctor Rodríguez demostraron que están capacitados de sobra para jugar. Su presencia en el segundo tiempo cambió por completo el juego de los franjiverdes. Le dieron más movilidad y aportaron su inteligencia para leer el juego. Fueron los tres mejores «fichajes» para el largo y difícil camino que tiene por delante el conjunto ilicitano.