Dani Calvo no echa balones fuera, pero sí quiere aminorar la presión del choque ante el equipo de su ciudad natal, Huesca. «Es un partido importante, pero no es más ni menos importante que los otros ocho restantes que tenemos». El equipo oscense es «un rival directo y, por tanto, si ganas son tres puntos más que sumas y tres que deja de sumar ese rival, pero al final hay que darle la importancia que tiene y pensar en global y en los otros ocho partidos que quedan».
Sobre el choque, afirma que «lo estamos preparando para ir a ganar con todas las de la ley. Vamos con la mentalidad de ganar». Para tapar a uno de los delanteros más en forma en LaLiga, Rafa Mir, «no hemos preparado un plan específico, pero sí sabemos que atraviesa un buen momento y que debemos estar lo más atentos posible porque es muy potente». El defensa mantiene la cabeza fría para lo que resta de temporada y se muestra convencido de que si siguen trabajando del mismo modo, el objetivo llegará: «Estamos con una confianza plena, brutal, en que podemos conseguir la salvación. Estamos en una línea muy positiva y con una sensaciones muy buenas».
Para definir a su equipo, Dani Calvo no repara en elogios: «Somos un grupo sólido, serio, fiable, que genera ocasiones de gol… Si seguimos en esta línea lo vamos a conseguir». Es su tercera temporada en el Elche y su estabilidad es completa tras tener un hijo ilicitano. «Nunca pensé en que naciera en otra ciudad, como en Huesca, por ejemplo». Calvo se siente aquí «como en casa. Desde que llegué he sentido el cariño del club, de la afición, del vestuario y de la ciudad. Me siento muy bien arropado en Elche y me gustaría seguir aquí mucho tiempo. La verdad es que me siento fenomenal, muy feliz aquí, tanto yo como mi mujer».
Sobre Escribá y Pacheta, el franjiverde destaca que «son dos técnicos que han marcado la historia reciente del Elche. Pacheta, desde que llegué me dio una confianza muy grande. En esos momentos yo no estaba pasando un buen momento en mi carrera deportiva y me ayudó». Ahora, con Escribá, «ha ocurrido lo mismo. Estaba sin jugar con Almirón y el entrenador me ha dado la confianza que necesitaba y estoy muy contento con esta situación». Para ambos preparadores solo tiene elogios: «No sabría decir en qué se diferencian, pero sí resaltar cosas positivas de ambos, que los engrandecen: me han marcado mucho. Son entrenadores muy cercanos al futbolista, que se comunican muy bien, y esa confianza que te dan se traslada al campo. Yo intento corresponder en el terreno de juego lo mejor posible». El estadio del Huesca, El Alcoraz, «es el campo donde he ido muchas veces como aficionado y será un partido muy especial. Siento una gran alegría y felicidad por poder jugar allí, en mi ciudad, y más aún haciéndolo en Primera División. La pena es que no haya aficionados en los campos; lo que haría más especial este partido sería ver el campo lleno de familiares, amigos…, pero no vayan a poder estar lo hace diferente».
