Remate y posesión, claves del «proceso» Machín

El Elche logra ante el Valladolid tener más el balón, lo que tan solo había ocurrido una vez con el técnico soriano, y mejora la precisión en los pases - El equipo realizó 24 disparos, por 5 del contrario

Pablo Machín en el último partido del Elche, ante el Valladolid de Pacheta. | MATÍAS SEGARRA

Pablo Machín en el último partido del Elche, ante el Valladolid de Pacheta. | MATÍAS SEGARRA / VICENTELÓPEZDELTELLdasdasdasd

Los números no engañan y, aunque siempre hay excepciones, en fútbol, si tienes más la pelota que el contrario, eres más preciso en cada uno de los pases y disparas más que el rival, lo normal es que ganes. Hoy puede ser que no, pero seguramente mañana sí.

El último partido del Elche dejó claras cuáles son las claves del «proceso» Machín. A este término ha acudido en repetidas ocasiones el entrenador franjiverde para definir el necesario cambio que debía vivir el equipo. Porque todo cambio lleva un proceso que, en el caso del conjunto franjiverde, ha pasado por tres mejoras: tener más ocasiones de gol, disponer de un mayor dominio y posesión del balón. Y, el tercero, mejorar la precisión -seguramente el que más está costando-.

Presencia en el área rival

Empezando por la presencia en el área rival. El Elche de Machín, salvo ante tres grandes (Real Madrid, Sevilla y Atlético de Madrid), ha chutado más a puerta que el contrario. La mayor diferencia se produjo el pasado sábado. El Real Valladolid tuvo la fortuna de marcar en el minuto 4. Cyle Larin disparó, pero su balón no iba a portería. La pelota dio en Magallán y desvió su trayectoria introduciéndola en la meta de Badia. Una vez más, en los primeros minutos, el Elche recibía un mazazo del que difícilmente se podría recuperar.

Respuesta

El equipo tardó en reponerse, pero si el rival tira cinco veces a puerta en todo el encuentro -solo una en la portería- y tú lo haces en 24 ocasiones, diez entre los tres palos, la probabilidad crece de tal manera que, al final, el cántaro se rompe. Gol de Tete Morente en el 96. Como si fuera el mundo al revés para el Elche, acostumbrado precisamente a lo contrario.

Otro dato que refleja la presencia ofensiva de los franjiverdes en área rival es el de los saques de esquina. Diez contra tres de los visitantes.

Un momento del Elche CF - Real Valladolid del sábado pasado

Un momento del Elche CF - Real Valladolid del sábado pasado / MATÍAS SEGARRA

Disparos

Esta variable, la referida a los disparos, no ha cambiado de la noche a la mañana. En la victoria de Mallorca con gol de Boyé en el 88, el Elche chutó a portería en 15 ocasiones -6 entre los tres palos-, mientras el contrario lo hizo 14 veces y solo 3 inquietaron algo a Badia.

Ante el Espanyol (derrota por 0-1) también fueron mucho mejores las estadísticas de ataque franjiverdes. 19 disparos y 5 de ellos a portería, por los 11 y 4 del rival. También ante el Villarreal, en la primera victoria de la temporada (3-1), donde los de Machín remataron 18 veces con 7 entre los palos y los groguets 14 y 2. Los números también fueron mejores en este aspecto ante Osasuna (1-1 en casa) y similares ante Cádiz (1-1 fuera) y Celta (0-1 en el Martínez Valero).

Posesión de balón

La posesión ha sido la gran asignatura pendiente del Elche esta temporada. Especialmente con Machín en el banquillo. Se llega más a la portería rival, pero la mayoría de las veces se consigue con pases largos en los que se tienen que emplear especialmente Lucas Boyé para bajar a la hierba.

Con sus tres entrenadores principales -Gallego y Mantecón estuvieron muy poco tiempo-, el conjunto ha sido poco proclive a tener el balón. Con Francisco, solo una vez contó con la posesión a su favor. Fue ante el Almería (1-1) el 22 de agosto y en casa, con un 55 a 45%.

Con Almirón, el Elche tocaba más. Dos veces fue superior al contrario en posesión de la pelota. La primera el 23 de octubre en el 2-2 en el estadio del Espanyol, con un 41% para los locales y un 59% para los franjiverdes. La segunda fue en el Martínez Valero en el 0-1 ante el Girona, con un 60 contra 40%. Y ya está.

Con Pablo Machín, ganar en control del esférico se produjo en su segundo partido de Liga, el Elche-Celta (0-1). El equipo local tuvo un 57% la pelota, los celtiñas un 43%. Y ahora, ante el Real Valladolid, se ha vuelto a producir con similares cifras (56 frente a 44%).

El día que más posesión ha tenido el Elche fue cuando recibió al Girona. El que menos, la jornada en el Sánchez Pizjuán (3-0) con un 81% sevillista y un 19% franjiverde.

Efectividad en los pases

El último dato estadístico de LaLiga sobre el «proceso» Machín es el referido a la efectividad en el manejo del balón. En la última jornada se vio que al Elche le falta precisión en los pases. También en los remates, pero estos suelen llegar en posiciones no demasiado ventajosas porque al atacante pocas veces le llega la pelota en condiciones.

En el último encuentro, el Elche vivió una clara mejoría en cuanto a precisión en los pases. El 76% de los mismos fueron correctos esta vez, pero se llegó al 63% ante el Sevilla, dando solamente 185 pases por los 800 del rival. En los mejores partidos en este aspecto, el conjunto franjiverde ha superado el 80% de precisión.

El gol de Larin: Una serie de catastróficas defensas

Quizás fue el calor, a lo mejor influyó que era la hora de la siesta, pero en el ambiente del último Elche-Valladolid (1-1), tanto dentro como fuera del verde, había un nosequé… El Elche saltó al campo dormido y en el minuto 4, Larin marca el 0-1 para los de Pacheta. La secuencia del gol muestra una serie de catastróficas defensas que empiezan por Carmona. En vez de buscar una marca, se queda con Olaza, que va a sacar de banda. A escasos dos metros de él. E intenta taparle con el brazo. Sin éxito.

El exfranjiverde saca potente hacia Larin, que tiene pegado a Roco, pero controla bien y pasa a Óscar Plano.   Entre tanto, Olaza se deshace de Carmona a la vez que se ve a Palacios perdido, sin cubrir su espacio como central. Ha venido al saque para cubrir a Plano, dejando un gran hueco que poco después iba a aprovechar el Valladolid. El lateral izquierdo del Elche pierde la marca de Olaza, que se va solo, recibe de Plano y centra al goleador. Tiene suerte, sí, pero es que también está solo. Roco lo ha dejado marchar, Palacios no está para apoyarlo. Y cuando chuta, su disparo parece un centro. No va a puerta, pero instintivamente Magallán se gira, le da en la espalda y cambia la trayectoria de la pelota dirigiéndola a la portería de Badia. Mala suerte, sí, pero también una gran cantidad de fallos defensivos.

V.L.DELTELL