Análisis

Elche CF: El método Bragarnik no cambia

El Elche no revoluciona su planteamiento ante el mercado de verano pese al fiasco de la temporada pasada y las críticas recibidas

El propietario tiene claro que la paciencia es un arma clave para conseguir los fichajes que quiere

Christian Bragarnik, propietario del Elche

Christian Bragarnik, propietario del Elche / Matías Segarra

David Marín

David Marín

Otro verano más, Christian Bragarnik se toma el mercado con calma. Hay quien lo critica, con mejores o peores argumentos. Está claro que el empresario argentino tiene su forma de trabajar la confección de las plantillas y ni siquiera un descenso le pone nervioso. En junio se tantea, en julio se negocia y en agosto se remata.

En este sentido, el mercado 2023/24 del Elche se asemeja bastante al 2022/23. La base fundamental del equipo se mantiene respecto al curso anterior. La mala temporada no provocó una revolución total en la plantilla franjiverde y hasta 14 futbolistas siguen en el equipo. Si hubiera sido por interés de la cúpula franjiverde incluso hubiera sido alguno más, como Omar Mascarell o Gerard Gumbau. A partir de ahí llega el momento en el que la dirección deportiva debe empezar a poner encima de la mesa sus apuestas. Con una diferencia respecto a los cursos anteriores: esta temporada el Elche tiene que construir un equipo ganador. No vale con ser el cuarto peor de la Liga, el objetivo es ser uno de los dos mejores.

El equipo de Bragarnik

El primer rasgo de este Elche de Bragarnik es que, por primera vez desde el último ascenso a Primera División, la sintonía con todas las partes que deben ayudar a configurar la plantilla parece total, sin ningún tipo de fisuras.

Sebastián Beccacece, el entrenador, es de su total confianza. De hecho, Bragarnik se la jugó poniéndole en el tramo final de campaña, cuando había más posibilidades de quemarlo ante el entorno que de lo que finalmente pasó, que el técnico pudiera empezar el curso en Segunda con una buena carta de presentación. Ahí volvió a ser clave esa tranquilidad que caracteriza al propietario en su toma de decisiones y que en tantas ocasiones le ha generado críticas por rozar la inacción. Beccacece sabía que, pasara lo que pasara, iba a sentarse en el banquillo del Martínez Valero en el inicio de la 2023/24.

Sebastián Beccacece, durante el primer partido de pretemporada de Elche

Sebastián Beccacece, durante el primer partido de pretemporada de Elche / SONIA ARCOS

Lo siguiente fue reforzar una dirección deportiva que llevaba años alejada de lo que resulta conveniente para un club de fútbol de élite. Aunque la última decisión sea de Bragarnik, la figura del secretario técnico Sergio Mantecón se antojaba demasiado solitaria para hacer frente al día a día en las labores de intendencia de fichajes. Mauro Óbolo y Antonio Barragán completan un equipo que parece contar, ahora sí, con la confianza de Bragarnik para tomar decisiones.

El trabajo en verano

Una vez iniciada la pretemporada, sin caras nuevas más allá del regreso de los cedidos Salinas y Mourad, el Elche empezó a mover la maquinaria de su mercado de fichajes.

Hasta el momento lo ha hecho con tres piezas que no generan demasiado ruido, pero que resultan interesantes. La primera es Aleix Febas, un futbolista que ya estuvo en la órbita franjiverde cuando salió de «La Fábrica» y cuya calidad está por encima de lo que hasta ahora ha demostrado su carrera. Tiene 27 años y si quiere dar el salto se le agota el tiempo. Las otras dos son Álex Martín, un central que aterriza en la ciudad de las palmeras tras dos temporadas en progresión ascendente; y San Román, un portero suplente para Edgar Badia que ya conoce la casa.

Aún quedan refuerzos por llegar, de operaciones atascadas como la de Fran Pérez o de opciones que en el próximo mes y medio deben esclarecerse. Y también de algún fichaje que pueda depender de salidas que aún se puedan producir, especialmente si afectan a jugadores clave.

Dinámica de victorias

42 jornadas son un mundo, pero el Elche viene de una temporada dolorosa. Un inicio con dudas, pese a que siempre habría tiempo para remontar, no ayudaría a un grupo que quiere redimirse de la mala campaña pasada.

Cualquier aspecto positivo sirve como refuerzo para los de Beccacece. Un buen entrenamiento, un buen partido, una buena convivencia. De momento las sensaciones parecen positivas, mucho más que el verano pasado, donde todo se torció demasiado pronto. Y todo ello pese a que Bragarnik sigue sin fichar pronto. Es más importante hacerlo bien. Tras el fiasco del mercado veraniego de 2023 necesita volver a los aciertos de sus primeros años. Por el bien del Elche.