La fiesta del Elche se marcha a Cartagena

Todo estaba saliendo a pedir de boca como se esperaba. El Elche CF estaba pasando por encima a un decepcionante Cartagena durante los primeros 45 minutos. El partido se encontraba encarrilado con el gol de Óscar Plano y un rival impotente.

La hora de la comida estaba siendo muy placida. La recogida solidaria de productos de higiene y limpieza, impulsada por la Federación de Peñas y el club ilicitano, a beneficio de la Casita del Reposo, resultó todo un éxito.

Los seguidores franjiverdes quedaron encantados con la enorme pancarta desplegada en la grada de Preferencia, con el lema: “Juntos por tu escudo, un sentimiento eterno”, con un gran escudo del Elche CF.

En la grada reservada para la afición visitante y en el anillo de Preferencia, donde también habían numerosos aficionados cartageneros, la palabra era decepción.

La parroquia ilicitana ya se veía con la quinta victoria consecutiva en casa y el asalto a los puestos de “play-off” de ascenso y quien más y quien menos, incluso, soñaba con llegar a Navidad en plazas de ascenso directo.

Sin embargo, todo cambió tras el descanso. El Cartagena parecía más el equipo que quería volver a Primera División y el Elche se asemejaba más al colista. Nervios, imprecisiones, fragilidad defensiva… Poco o nada tenía que ver con un aspirante y candidato al ascenso.

Llegaron los dos goles de Alfredo Ortuño, que le dieron la vuelta al marcador. Entonces empezaron a rugir los seguidores del Cartagena, que ni se creían como su equipo se podía llevar la victoria.

El Elche juega con fuego... y se quema

La fiesta que empezó con colores blanco y verde del Elche se tiñó en albinegra. Un triunfo que saca a los cartageneros del farolillo rojo de la clasificación. Y una derrota que devuelve al conjunto ilicitano a la cruda realidad y sin el sueño de poder situarse entre los seis primeros de la tabla.

Un bofetada en toda regla, un gatillazo, un tropezón inesperado, cuando mejor pintaban las cosas para el Elche.

Beccacece también se mostró decepcionado y crítico al final del encuentro, porque, aunque el técnico argentino quiere mantener la humilidad y no habla de candidatura y aspiraciones a subir a Primera; era conscientes de que habían dejado pasar una gran oportunidad de hacer felices a todos sus aficionados. “Pintaba todo para ser una fiesta, pero los errores propios no supimos gestionarlos”, llegó a comentar al final del partido en la sala de Prensa.

Beccacece: “La responsabilidad es mía, en el segundo tiempo dejamos de jugar”

Ha sido un palo. Pero todavía queda mucha Liga por delante para poder alcanzar el objetivo. La derrota ante el Cartagena debe servir de lección, para corregir los fallos y no volver a cometerlos. En esta ocasión, la fiesta se marchó a tierras cartageneras, pero en la ciudad de las palmeras quieren que la verdadera fiesta sea a final de temporada, con el ascenso. Y, aunque queda un largo camino por delante, todavía hay muchas posibilidades.