Las fiestas en honor a la Maredéu ya han terminado, pero su imagen sigue presidiendo la basílica de Santa María. Engalanada con el manto que viste durante las representaciones del Misteri y con su corona, recibe a las miles de personas que se acercan a ella para besar sus pies, acariciarla y ofrecerle flores. La Patrona yace en un lecho creado a principios del siglo XVII y estará expuesta, de manera excepcional, hasta el día 24 para escuchar las Salves que cada noche le dedican y recibir al catedrático de Teología José Román Flecha. A pesar del paso de los años y de los múltiples símbolos que tiene esta ciudad, la Maredéu sigue despertando la devoción de un gran número ilicitanos. La imagen de la Patrona, que, desde el sábado, preside el altar de la basílica de Santa María, ha conseguido atraer a miles de fieles que se han acercado a ella para honrarla con besos, flores y rezos.

Esta tradición, que se practica desde finales del siglo XVI, pretende, según afirma la camarera mayor de la Virgen, Mercedes Torres, "acercar la Patrona a todos los fieles que deseen verla más de cerca". Además, la responsable del cuidado de esta imagen afirma que, este año, "los creyentes tendrán más oportunidades de verla porque permanecerá expuesta, de manera excepcional, hasta el domingo". Según la camarera, esto se debe a que el día 23 recibirá la visita del catedrático de Teología José Román Flecha.

Torres explica que la Patrona viste un manto de seda que hace cuatro años les regaló un vecino de la localidad castellonense de Onda, y que está decorado con imágenes de palmeras y cipreses, y bordado en oro. Según la camarera mayor, "esta prenda es la que luce la Patrona durante las representaciones del Misteri porque es mucho más ligera que las que viste de manera habitual".

Otra de las encargadas de cuidar el patrimonio de la Maredéu, Remedios de la Hoz, resalta que el lecho sobre el que descansa la Virgen de la Asunción fue donado por el duque portugués de Aveiro en el siglo XVII. De la Hoz asegura que "la gran cantidad de fieles que siguen honrando esta imagen cada año demuestra la estrecha vinculación que todavía posee con los vecinos de Elche y sus alrededores".

Por su parte, el sacristán de la basílica de Santa María, Manuel Fernández, indica que, durante estos días, "gente de todas las edades y de todas las clases sociales se acerca a la Maredéu para manifestarle su amor". Además, Fernández reconoce que este hecho "supone un gran alivio en una época en la que tanto se habla de la decadencia religiosa", y que confiesa que espera que "esta tradición y la devoción por la Virgen de la Asunción se mantenga durante muchos años".

CAMARERAS

Una vida dedicada

a la custodia y al cuidado de la imagen

Como cada verano, a partir del 16 de agosto, la Virgen de la Asunción preside la basílica de Santa María y muestra sus mejores galas a todo aquel que desee visitarla. Sin embargo, para que esto sea posible, un grupo mujeres dedican una parte de su vida al cuidado y al mantenimiento de todo lo que rodea a la Patrona. Se trata de las 24 camareras que se encargan, desde hace siete siglos, de vestir la figura mariana, de cuidar sus ornamentos y de custodiar sus propiedades. Además, durante estos días, tratan de depurar los desperfectos que causan los besos y las caricias que le regalan los ilicitanos.