La necesidad por mantener a flote el negocio en los tiempos que corren y conservar los puestos de trabajo ha llevado a las empresas del metal a abrirse al exterior y pasar a exportar gran parte de sus producciones.

Desde la Asociación de Empresas del Metal de Elche, que agrupa a fábricas de Elche, Santa Pola, Crevillent y Aspe, constatan este hecho que está siendo más significativo conforme pasan los años. En este sentido, el presidente del colectivo industrial, Francisco Marín, destaca que «el sector del metal está evolucionando bien, ahora somos nosotros los que vendemos a los alemanes».

Según los últimos datos de exportación hechos públicos por la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana, las exportaciones del metal en la Comunidad Valenciana crecieron un 33% durante los primeros meses de 2013 alcanzando una cifra de negocio de 1.241 millones de euros. Además, desde la federación valenciana destacan que la actividad productiva en este sector aumentó un 5,1%.

Entre los productos metalmecánicos que más se venden en el extranjero destacan los del sector automovilístico, seguido de las máquinas y artefactos mecánicos, maquinaria y material eléctrico, y las manufacturas de fundición, hierro y acero.

En la comarca hay asociadas un total de 200 empresas. El 60% se dedica al sector del automóvil, mientras que el 30% restante apuesta por la fabricación de maquinaria.

Francisco Marín destaca que «el sector está evolucionando bien y buena parte de ello se debe a la exportación de nuestra producción». Marín explica que «desde el año 2010, cuando detectamos que habían países que demandaban nuestros productos, se impulsó la exportación, que en estos momentos nos permite mantener los puestos de trabajo».

Así, desde la zona se exporta maquinaria a países como Argelia, que, según indica el presidente de la Asociación de Empresas del Metal de Elche, «es un gran cliente para la provincia que no permite la entrada de maquinaria usada y exige que todo lo que llegue tenga la documentación correcta».

Pero el sector no sólo envía su producción al país africano, sino que también factura importantes cantidades en Francia, Portugal, Polonia, Rumanía, Uruguay o Brasil, entre otros países, según indica Francisco Marín.

«Tenemos que mirar por nosotros mismos», dice el presidente de los industriales del metal de la comarca, a la vez que destaca que «se trata de ser competitivos, por eso hemos pasado de comprar quemadores a Alemania a fabricarlos y vendérselos nosotros a ellos».

De esta forma, el sector del metal trata de afrontar de la mejor manera posible la actual crisis económica nacional apoyándose en países con una mejor situación para dar salida a su producción y así poder mantener el mayor número de puestos de trabajo. En la comarca, el sector del metal cuenta actualmente con unos 3.000 trabajadores.

Apuesta formativa

Desde la Asociación de Empresas del Metal destacan también la necesidad de seguir apostando por la formación ya que, según dice Francisco Marín, «tenemos a nuestros jóvenes preparados, y bien formados, tanto si salen de la universidad como si vienen desde la Formación Profesional». En este sentido, Marín destaca que «con la FP dual se pretende dar una mayor flexibilidad a la formación y que los alumnos puedan practicar lo que se les enseña». Por eso, asegura que «con la nueva legislación educativa se potencia nuestro sector ya que nosotros apostamos mucho por la formación».