Dos esqueletos con más de mil años, colocados en posición de cúbito lateral y mirando a la Meca. Un conjunto de restos humanos que han aparecido durante las catas en el Mercado Central de Elche, justo en una de las esquinas de su frontal, según reseñaron los arqueólogos durante la jornada de puertas abiertas que tuvo lugar ayer por la tarde y que congregó a más de un centenar de curiosos.

Dos de los técnicos responsables de los trabajos de excavación calculan que estos cuerpos, o más bien lo que queda de ellos, sean del siglo X o XI, justo antes de que se construyera la medina islámica sobre la que se levantó este mercado de abastos en la década de los 60 del siglo pasado. «En las medinas no es común que se enterrara a gente, si no era dentro de una necrópolis. De ahí que pensemos que estos restos pertenezcan a una época anterior. Sabemos que son islámicos por su posición, ya que responde al ritual de su religión musulmana», indicó uno de los dos arqueólogos.

Las personas que acudieron a esta cita, entre las que había arquitectos, historiadores y profesores, pudieron escuchar, en palabras de los artífices de las catas, cómo se han encontrado piezas como más de una veintena de silos de época islámica, pedazos de cerámicasdel siglo XI, así como elementos arquitectónicos de una almazara del siglo XVII y de una vivienda del XVI.

No obstante, la jornada de ayer no quedó en una simple visita de componente cultural. El debate que se respira en la ciudad, desde hace años, sobre el futuro de este edificio, se trasladó ayer a los bajos del Mercado, e incluso varios asistentes llegaron a mostrarse muy incisivos con los arqueólogos para que les dieran su opinión sobre si lo encontrado es suficientemente importante como para mantener el edificio o para que les justificaran por qué no se está excavando la zona trasera del bloque, donde se encontraban los contenedores y las oficinas de la Omic. En relación a este asunto, varios miembros de la plataforma Salvem el Mercat entraron en una discusión con los técnicos, reseñándoles que esa zona que no han excavado, y por lo que dijeron no piensan excavar, está dentro de la que el PRI de Generalitat obligaba a analizar. Los técnicos simplemente alegaron que ellos están trabajando «sobre el área que se vería afectada si, finalmente, se lleva a cabo el proyecto del nuevo Mercado». Sin embargo, trataron de esquivar cualquier tipo de discusión, recalcando que ellos son simplemente trabajadores y que no entraban ni en valoraciones ni en decisiones políticas.

Los que no se cortaron en opinar fueron los visitantes. La mayoría defendía la importancia de preservar ese edificio. «Arrasar esto es arrasar la historia de Elche», decía uno de ellos, armado con su cámara de fotos. Por otro lado, hubo quien no le veía ningún sentido a la continuidad del edificio. Políticos se vieron pocos por allí. Los que si acudieron fueron colectivos culturales como el Institut d'Estudis Comarcals, entre otros.