Un amplio repertorio de época taifal, almorávide y de almohade. Eso es lo que se han encontrado enterrado junto al Mercado Central de Elche. Entre toda esa riqueza patrimonial hallada que va trascendiendo cada día, llama la atención unas fosas del siglo IX.

Su relevancia se explica porque los últimos materiales abandonados en el yacimiento arqueológico de La Alcudia, datan del siglo VIII, tal y como explicó ayer el director de Museos, Miguel Pérez, en el almacén municipal donde se encuentran los restos extraídos de las excavaciones.«Poder enlazar en la línea del tiempo ese siglo VIII de La Alcudia con estos indicios del siglo IV supone empezar a recuperar un fragmento del pasado no muy conocido hasta ahora», aseguró el técnico municipal.

Además de los 120 enterramientos de época islámica encontrados (más de la mitad de niños) hay cerámicas, jarras, jofainas técnicas decorativas, etc. que permitirán realizar una exposición sobre el pasado de la ciudad de Elche.

No ocurrirá lo mismo con restos humanos, que pese al buen estado de conservación que presentan algunos, no se exhibirán al público, ya que el código deontológico prohíbe exhibir cuerpos para no herir sensibilidades.

Otros no se conservan completos, debido a que en el siglo XI se realizaron los enterramientos superpuestos en 116 fosas. No obstante, los antropólogos sí que pueden realizar un estudio detallado de los huesos, estén como estén, que permite descubrir sexos y edades.

El almacén municipal cuenta ya con más de 200 cajas custodiadas bajo unas extrictas medidas de seguridad y con más de mil años de historia. Hay hallazgos desde el siglo IX hasta el siglo XIII. En la zona de las excavaciones, en la plaza de la Fruita, permanece todavía y al descubierto una extensa red de aljibes y silos, que explican cómo hacían frente a la sequía los ilicitanos a lo largo de la historia. Los hallazgos en los más de ochenta metros de calle confirman lo mucho que ha estado presente la sequía en la ciudad.