La nueva fase de desdoblamiento de la carretera de Santa Pola ha comenzado esta semana en el tramo comprendido entre la Vereda de Sendres y Valverde, una obra que regulará la circulación vial en la zona al limitar la velocidad a 70km/h de forma general y a 40km/h en las rotondas, teniendo en cuenta que se trata de uno de los tramos más conflictivos ya que muchos conductores excedían los límites de velocidad permitidos. El ir y venir de tractores y operarios de la empresa Pavasal S.A., adjudicataria del servicio, es la tónica que le espera a la zona en los próximos meses. Al menos ayer se anotaban algunas retenciones de coches por momentos puntuales. El plazo de ejecución que ha marcado la Generalitat para culminar estos trabajos es de un año a partir del acta de comprobación del replanteo.

En cuanto al vial ,pasará a contar con cuatro carriles, dos por cada sentido, con lo que se facilitará a los vehículos las maniobras de adelantamiento. Ambas medidas implican, de igual forma, un aumento significativo de la seguridad vial en la zona, y con ello se persigue una rebaja de las tasas de siniestralidad en una carretera por la que circulan actualmente más de 17.000 vehículos diarios, según explica el Consistorio.

La inversión para este tramo es de 2.022.558,14€ a cargo de la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad.Además de mejorar la seguridad vial de la carretera y aumentar la capacidad de la vía, también se crearán itinerarios adecuados para el transporte ciclista y peatonal, y se mejorará la accesibilidad al transporte público al habilitarse paradas de autobús a lo largo del tramo de actuación, con cruces peatonales en la proximidad de las glorietas.

Conexión

A lo largo del trazado se definirán diversas glorietas cerradas, coincidiendo en la mayoría de los casos con glorietas partidas existentes. El ejecutivo local insiste en que la elección de este tipo de glorieta responde a garantizar la conexión con las zonas residenciales, como podrían ser las urbanizaciones de Valverde y Alzabares y con los caminos locales principales. Para la separación de la zona de circulación de vehículos con las zonas de circulación de peatones y ciclistas, se ha diseñado un bordillo discontinuo, de modo que la acera y el carril ciclo-peatonal quedarán al mismo nivel que la calzada y los arcenes.

Desde el equipo de gobierno reseñan que esta infraestructura es prioritaria, al igual que otras que aún no han visto la luz como la finalización de la Ronda Sur o la conexión directa de Elche Parque Empresarial con la A-70.