Los sindicatos que representan a la mayoría de los trabajadores del Ayuntamiento de Elche y que sustentan la Junta de Personal, han convocado una asamblea general, hoy a las 13 horas en el Centro de Congresos para informar de los últimos acontecimientos de la Mesa General de Funcionarios. La alta tasa de temporalidad que padece el Ayuntamiento de Elche, ha generado una situación injusta para el personal que viene ocupando esos puestos de carácter estructural. Esta situación ya ha sido reconocida tanto por la parte sindical como por la corporación municipal en pleno, por lo que los sindicatos que convocan esta asamblea han lazado varias reivindicaciones al equipo de gobierno.

Por un lado, reclaman la paralización temporal de aquellos procesos en los que se incluyan plazas ocupadas por trabajadores en situación de abuso de la temporalidad, hasta que exista un desarrollo normativo al respecto. Y por el otro, que la corporación garantice la estabilidad en el empleo de todos los trabajadores que estén en situación de abuso de la temporalidad ocupando un puesto de carácter estructural. Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento tiene 250 interinos ocupando una plaza más tiempo del que permite la ley.

Hace menos de un mes, Elche acogió la protesta de un centenar de interinos pertenecientes a colectivos de toda la provincia para pedir que se regularice su situación y se acabe con el problema de la temporalidad que se arrastra desde hace más de dos décadas en la Administración. «Las autoridades tienen que cumplir con la normativa europea y reconocernos la fijeza, dotarnos de estabilidad laboral y aplicarnos las mismas leyes que a los funcionarios de carrera. No solo es algo de obligado cumplimiento, también es por justicia social y responsabilidad económica», manifestó antes de la protesta el portavoz de la plataforma provincial de afectados, Enrique Vicedo. Sindicatos consultados por este periódico cifran en alrededor de 250 los funcionarios eventuales que trabajan con cargo a una plaza en el Consistorio ilicitano durante más de tres años ocupando su puesto, el tiempo máximo permitido.

De hecho, lamentan que hay interinos que llevan dos décadas en esta situación incluso llegando al punto de jubilarse siendo interinos y sin haber conseguido ser fijos en toda su trayectoria en el Ayuntamiento. El problema aquí es que aunque cobren lo mismo que un funcionario fijo, tienen la incertidumbre de que algún día pueden perder su plaza, lo que les genera indefensión, lamentan. Una situación que no es nueva y que los distintos equipos de gobierno locales han ido consintiendo o han tenido que aceptar, entre otras cosas, por la directriz estatal de no sacar nuevas oposiciones para acatar la ley de estabilidad presupuestaria.