Un mal día lo tiene cualquiera. Y si no que se lo digan al conductor del vehículo que se muestra en la imagen cuyo coche sufrió un llamativo percance este pasado fin de semana en el Cementerio Nuevo de Elche, afortunadamente sin que nadie resultara herido.
El conductor a buen seguro se sentiría muy apurado tras lo acontecido, todo ello a raíz de situaciones que le pueden pasar a cualquiera: un fallo en el freno de mano, según ha asegurado la persona afectada. En los vehículos más modernos se trata ya de un freno eléctrico, el cual hay que presionar para que entre en servicio. En este caso, el conductor manifiesta que lo ocurrido se debió a una avería en el sistema de freno de mano.
Los hechos ocurrieron sobre las 12.20 horas del pasado domingo en el Cementerio Nuevo de Elche, según informan fuentes de la Policía Local. Al parecer, el conductor dejó el vehículo estacionado unos segundos para salir a depositar en un contenedor próximo unos restos. Sin embargo, cuando se dio cuenta, su vehículo se había desplazado solo, sin nadie al volante, unos cuatro metros, dada la pendiente existente en ese punto.
El resultado fue que el coche acabó subido a un murete y a un banco, lo que ha dejado la llamativa escena que se muestra en las fotografías. El vehículo tuvo que ser retirado incluso con la pluma de la grúa. Los daños, al parecer, han sido mínimos en el murete y el banco.
Este caso recuerda, aunque no tiene nada que ver, con lo acontecido recientemente en el Casco Antiguo de Alicante, donde un turista fue multado tras quedar atrapado su coche en un punto por el cual no se debe circular.
