Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Llueve sobre mojado

Afectados por las inundaciones en la carretera de Santa Pola dejan atrás uno de los peores meses que recuerdan por las lluvias y urgen soluciones

El agua acumulada en uno de los restaurantes de la carretera de Santa Pola y en una finca próxima, en uno de los días de tormenta del mes de marzo. | INFORMACIÓN

Lo que ocurre cada vez que llueve en Elche con cierta intensidad deja muy preocupados a los vecinos que residen cerca de la carretera de Santa Pola, con viviendas, sobre todo, en Alzabares Alto. Y después de dejar atrás el mes de marzo más lluvioso desde que hay registros, la desesperación y la indignación por la falta de soluciones se ha multiplicado en esta zona del municipio.

Llueve sobre mojado

Las piscinas de agua que se forman por el desbordamiento del barranco de San Antón sigue siendo una asignatura pendiente de resolver para el Ayuntamiento y no tiene una solución cercana. El equipo de gobierno y Aigües d’Elx están trabajando en un proyecto innovador y sostenible de tanques de tormentas, para el que hace falta una inversión superior a los 6 millones de euros. La pretensión es captar fondos europeos para poder atender esta reivindicación histórica, lo que hace que los vecinos y la plataforma de afectados por las inundaciones no tengan perspectivas muy halagüeñas de que esto se resuelva pronto.

El colectivo está a la espera de ser recibido por el alcalde, Carlos González, para pedirle una solución cuanto antes ante un problema que consideran que están tardando demasiado en atender. La plataforma de afectados cree que hay otras medidas que podrían adoptarse como desviar el agua del barranco de San Antón a los canales de riego para bajar el nivel del agua en a su llegada a la carretera de Santa Pola. Quieren aportar el punto de vista de unos vecinos que cada vez que hay tormenta están en vilo porque el acceso a sus casas se anega y se quedan incomunicados. De esto sabe mucho uno de los negocios que se encuentra en la carretera de Santa Pola, la Venta Durá, uno de los mayores afectados por este cúmulo de agua que baja del barranco procedente de las pluviales del entorno del estadio Martínez Valero. «Desde que modificaron el cauce al hacer la nueva rotonda en la carretera, el agua pasa por delante y por detrás del restaurante, se mete por los campos y empieza a tirar verjas. Es un peligro», advierte Francisco Durá, propietario del local.

Las imágenes que registran la cámara de seguridad de su negocio prueban la auténtica balsa que se forma en este punto de la CV-865 que está a la espera de ver sus carriles duplicados por parte de la Conselleria de Obras Públicas. Con tanta fuerza baja el agua a esta zona de Elche que en algunos casos ha llegado a este afectado hasta casi las rodillas. «Cuando hay clientes en el restaurante se monta un auténtico follón, y no hablamos de los daños que estamos sufriendo en el local por las humedades en las paredes y en el suelo como consecuencia de que entre agua cada dos por tres, señala Durá.

Después de los repetidos episodios de lluvias de este mes y tras las tormentas torrenciales que se están registrando cada vez con mayor asiduidad en Elche, los afectados urgen una actuación antes de que ocurra cualquier desgracia. «Cuando pongan en marcha las zonas comerciales del estadio y de la carretera de Alicante y el agua la viertan al barranco, vamos a tener que salir en canoa», temen los perjudicados.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats