El Paseo de Germanías ni su Cruz serán protegidos como Bien de Relevancia Local (BRL), al menos, por este equipo de gobierno. La fórmula del PP para preservar el controvertido monumento y salvarlo definitivamente del derribo no va a ser aceptada por PSOE ni Compromís. La edil de Urbanismo, Ana Arabid, ha avanzado que rechazarán la moción que los populares pretenden llevar al próximo pleno para blindar la cruz, los árboles y el refugio.

«La coherencia es algo por lo que todos hemos regirnos y si hemos aprobado un pliego que preveía la retirada de ese símbolo franquista entiendo que no podemos atender esa petición», aseguró la concejala socialista, quien recordó que hay una ley que dice que estos vestigios de la dictadura deben de ser eliminados. El ejecutivo local ha interpretado la maniobra del PP como un intento de «aprovechar la coyuntura y este contratiempo documental para incidir en una cuestión que para el equipo de gobierno no era el motivo de impulsar la remodelación del Paseo de Germanías», incidió Arabid. La edil de Urbanismo quiso recalcar que al final una cuestión «sobrevenida y accesoria» (en alusión a la eliminación del monumento) se ha convertido en «algo principal» cuando la intención municipal ha sido «reformar la plaza que le hace mucha falta y para ello conseguimos una subvención de los fondos Edusi».

En este sentido, la concejala socialista reconoció que aprovechando esa transformación del paseo «en un lugar conmemorativo de los Derechos Humanos con la apertura y musealización del refugio, entendemos que no es compatible el mantenimiento de la cruz en ese entorno actual».

Con ello, el departamento de Urbanismo ha empezado a moverse, según su responsable, para tratar de reactivar el contrato que se ha visto paralizado al decidir excluir a la única empresa que se presentó bajo el argumento de que no cumplía con la puntuación mínima. Un contratiempo en el que Ana Arabid también incidió este miércoles. «Se ha visto paralizado de momento por circunstancias jurídicas y técnicas, que no políticas», recalcó la concejala, después de que los populares atribuyeran la decisión municipal a la presión social.

Con ello, las Concejalías de Urbanismo y Contratación están en conversaciones para estudiar cómo volver a relanzar esta obra que al estar financiada con una subvención europea se exige que esté acabada en diciembre de 2023. En caso contrario, el Ayuntamiento de Elche tendría que devolver medio millón de euros (la mitad de lo que cuesta la actuación).

Santa María

Por otro lado, el departamento municipal tiene previsto convocar a lo largo de este mes o el de noviembre, según la edil de Urbanismo, la Mesa de Patrimonio, que reclamó el PP para abordar el estado de degradación de la basílica de Santa María. La última que se convocó fue hace un año, de ahí que lo esperado es que se reúna antes de que acabe 2022.