El puente del Bimil·lenari espera el próximo año actuaciones clave para la mejora de la seguridad vial. Al menos, así lo contempla el último presupuesto municipal del mandato aprobado hace unos días por PSOE y Compromís. El equipo de gobierno ha presupuestado 310.000 euros para incorporar al viaducto por donde pasan a diario más de 20.000 vehículos un sistema de balizamiento «inteligente» que permitirá informar en tiempo real a la Policía Local y al resto de conductores de los accidentes que se produzcan.
Al mismo tiempo, la infraestructura tiene pendiente una obra todavía más importante para acabar con los hundimientos que sufre una de sus rotondas, por valor de 1,4 millones de euros y medio año de ejecución. El pliego técnico y proyecto están ya en informe de intervención, según el edil de Mantenimiento y Contratación, Héctor Díez, con lo que ya queda menos para que pueda salir a concurso público la esperada reparación anunciada a comienzos de año.
La incorporación de una barrera de seguridad de última tecnología en el Bimil·lenari es una de las inversiones más llamativas para la cuenta atrás electoral. La mitad del proyecto será financiado con los fondos europeos Edusi, que obligan a que la obra esté lista antes del 31 de diciembre de 2023.
El Ayuntamiento considera que el puente es un elemento frágil frente a colapsos por accidente de vehículos y que está situado en una calle estructural de la ciudad, de alto uso, por lo que su gestionado de forma inteligente permitiría afrontar con mucha mayor eficacia situaciones negativas como son las retenciones, las labores de mantenimiento, la ocupación extraordinaria de calzada y, sobre todo, los avisos de accidentes.
Sensores
El departamento de Mantenimiento es consciente de que los quitamiedos del puente se encuentran deteriorados por el paso del tiempo y por algunas colisiones. Estas barreras de seguridad tienen naturaleza pasiva, de tal manera que al producirse el accidente se da una respuesta física, de carácter reactivo. Ante ello, el equipo de gobierno ha apostado por sustituir este imprescindible elemento de seguridad vial por otro moderno en consonancia con la singularidad del puente, homologado por normativa y que, además de una resistencia mecánica, dé una respuesta interactiva y rápida que redunde en un aumento de seguridad para conductores y peatones.
Esto se pretende conseguir al dar un aviso de accidentes en tiempo real a la Policía Local de forma inmediata, «una valiosa información», según el Ayuntamiento.
Esta barrera de última generación estará homologada de acuerdo a la normativa europea, y cuenta con sensores y luces de aviso durante toda su longitud. El pretil detecta impactos superiores a un umbral de admisibilidad, momento en el que se comunica a la Policía Local y proporciona un aviso lumínico – y, por tanto, incremento de seguridad – a conductores y peatones.
Junto con esta función, el objetivo municipal es que esta actuación sirva para dar avisos de retención, por intervenciones por mantenimiento o por pruebas deportivas, advertencias por exceso de velocidad, etc.
El edil de Mantenimiento, Héctor Díez, aseguró que la actuación permitirá «restablecer un elemento fundamental para la seguridad vial, sobre todo en el puente, especialmente para los peatones, degradado por el paso del tiempo y por accidentes que se han producido». Igualmente, destacó la apuesta por «devolver la buena imagen de conservación a un puente muy singular en Elche que se le añade lo último a nivel tecnológico para garantizar la seguridad».
La reparación pendiente
Por otro lado, la reparación anunciada a principios de año, que está pendiente de licitar, va a consistir en sustituir dos losas de transición que rodean uno de los contrapesos del puente porque se encuentran rotas o en mal estado. También se va a renovar el terreno que rellena estos elementos ubicados en la calle Cauce y en Presidente Lázaro Cárdenas del Río. En total, se trata de una superficie de 1.300 metros cuadrados.
Entre las inversiones que contempla el presupuesto municipal de 2023 destaca el medio millón de euros para crear más espacios peatonales en la ciudad; un millón de euros para la adecuación de espacios públicos y aparcamientos; 300.000 euros para la implantación de la zona de bajas emisiones; 250.000 euros para la asistencia técnica rehabilitación de la Torre de Ressemblanc; 95.000 euros para otras actuaciones de patrimonio cultural y arqueológico; 200.000 euros para la construcción de nuevas unidades de enterramiento; 360.000 euros para redactar el proyecto del mercado gastronómico; además de los 15 millones para instalaciones educativas del Plan Edificant.
