«El silencio social estimula al verdugo. Tu voz contra la violencia hacia las mujeres». Este es el mensaje que desde la concejalía de Igualdad-Casa de la Dona del Ayuntamiento de Elche, hemos querido lanzar a la sociedad para concienciar este 25 de noviembre. Un mensaje que alerta sobre la necesidad de no ser «neutrales» ante la violencia hacia las mujeres. Una preocupación que cada día se hace más latente y que observamos desde nuestro quehacer diario en las campañas de prevención y sensibilización que durante todo el año desarrollamos en pro de la igualdad con la población más joven. Si no adoptamos una actitud clara y contundente en este sentido, el silencio no hace sino que seguir permitiendo el ejercicio de la violencia hacia las mujeres, niños y niñas por parte de los verdugos. 

Prevención, sensibilización e intervención

Hemos lanzado, como todos los años, diferentes acciones para el 25N, donde seguimos trabajando sobre nuestros tres pilares fundamentales: prevención, sensibilización e intervención, un trinomio completo que hace que nuestro trabajo y esfuerzo del día a día esté basado en realizar todo tipo de políticas preventivas para la erradicación de la violencia hacia las mujeres, a través de la sensibilización, con acciones centradas en los colegios e institutos de nuestro municipio y a la población en general, y como no, interviniendo con las mujeres víctimas de la violencia de género desde el servicio de atención integral a la mujer. 

Mariano Varela, concejal de Igualdad de Elche. Matias Segarra

Y aun poniendo todo nuestro empeño, durante este año 2022, que aún no ha terminado, se han cometido 38 asesinatos por violencia de género en nuestro país, sumando un total de 1.168 desde el 2003. Asesinatos perpetrados por sus parejas o exparejas, simplemente por el hecho de ser mujeres con sus propios proyectos, intenciones, pensamientos y decisiones. El asesinato machista es la forma más brutal de violencia contra las mujeres. Lamentablemente, tan solo es la punta del iceberg de todo un entramado de agresiones continuadas y constantes que afectan directamente a la salud mental y física de las mujeres, como la violencia económica o la psicológica o como los micromachismos, que tan integrados están es nuestras relaciones sociales y que están presentes desde la infancia de las niñas y de los niños.  

Formar en valores inclusivos

Por eso, en nuestro empeño de seguir trabajando en este trinomio que comentaba, se centra y sin ningún género de dudas, en primer lugar, la educación, pues la educación es la base de la libertad y de la igualdad. Es precisamente por lo que una educación en valores, inclusiva, feminista y respetuosa es la clave para erradicar la violencia de género de nuestras sociedades. 

Hemos avanzado mucho y la curva de los feminicidios va descendiendo, así como va ascendiendo la curva de las denuncias. Ahora bien, no debemos olvidar que todavía queda mucho por hacer y que este debe ser un compromiso de toda la sociedad en su conjunto. Estamos en el camino adecuado, pero tenemos que ir dando más pasos, incidir todavía más en la prevención del machismo de manera más contundente y ampliar la oferta a edades más tempranas, para poder realizar un diagnóstico más amplio y prevenir la desigualdad de manera más eficaz y extensa. 

Tenemos que ser contundentes en nuestro posicionamiento mientras haya responsables públicos que nieguen tan gran pero lamentable evidencia. Nuestra obligación y nuestro compromiso es trabajar por la igualdad y contra la violencia de género, porque, aunque parezca obvio, las mujeres no desean ser víctimas, no desean ser valientes, quieren ser simplemente libres.