Una digitalización para todos: brecha digital, la desconexión de nuestros mayores

La UMH ofrece un curso gratuito para que las personas mayores superen la brecha digital que los excluye de poder realizar trámites tan cotidianos como una transferencia o pedir una cita médica

El profesorado de la UMH es el encargado de enseñar competencias digitales a las personas mayores apuntadas al curso gratuito.

El profesorado de la UMH es el encargado de enseñar competencias digitales a las personas mayores apuntadas al curso gratuito. / Áxel Álvarez

Rubén Míguez

Rubén Míguez

La tecnología desconecta a nuestros mayores. Es una triste realidad. Ahora, en un mundo cada vez más tecnológico donde la mayoría de trámites se tienen que realizar a través de webs y apps, conceptos que no todos entienden, la brecha digital se ha convertido en un abismo para la población más mayor.

Muchos de nuestros mayores tienen serios problemas a la hora de tener que apañárselas con un móvil, tablet u ordenador para realizar tareas que antes solucionaban de manera presencial, como hacer una transferencia o pedir una cita médica. «No sé hacer nada con el ordenador, ni tampoco pagar con el teléfono como hacen ahora los jóvenes», lamenta Manuel González, un jubilado de 74 años. 

Manuel es uno de los asistentes al curso gratuito que ha organizado el Área de Economía Financiera y Contabilidad del Departamento de Estudios Económicos y Financieros de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche para romper esa brecha digital y que los mayores puedan realizar por sí mismos trámites, principalmente bancarios, a través de internet.

En el curso aprenden a entrar a la plataforma web de las administraciones.

En el curso aprenden a entrar a la plataforma web de las administraciones. / Áxel Álvarez

Uno de los principales escollos para quienes se han apuntado a este curso, que además de este martes tendrá otra sesión el jueves en el Aula Plaça de Baix de la UMH, es la firma digital.

La mayoría desconocen qué es y los que la tienen, no saben cómo usarla. «Sé manejarme algo al hacer trámites en internet con el banco, el problema lo tengo en la firma digital, que es lo más complicado», señala Concha Urbano, de 64 años. El mismo problema que tiene María Jesús Menárguez, de 67 años. «Me parece una espléndida idea la de la UMH de ayudarnos a los mayores, y la firma digital es imprescindible saber utilizarla para poder hacer trámites con el Ayuntamiento, con la Generalitat o con el banco».  

«En el banco ahora pides que te ayuden y lo hacen, pero a regañadientes»

Concha Urbano

— Jubilada de 64 años

El profesorado de estudios económicos y financieros de la UMH es el encargado de este curso de acceso a la banca para mayores.

Sentirse útiles. Una de las frases más repetidas por quienes participan en el curso organizado por la UMH es la de «queremos sentirnos útiles», junto a la de dejar de ser dependientes de sus hijos a la hora hacer una gestión con el móvil u ordenador. En las sesiones aprenden a acceder a servicios digitales de las administraciones y de la banca.

Según los organizadores, el objetivo es dar una perspectiva del acceso a la banca actual, en el contexto de un mundo cada vez más digital y lleno de tecnologías que, a veces, parecen inabordables o están sujetas a un temor por lo desconocido y lo fraudulento

Una de las asistentes toma nota de las explicaciones.

Una de las asistentes toma nota de las explicaciones. / Áxel Álvarez

Durante las dos sesiones se explica el acceso a diferentes servicios digitales en las administraciones públicas como ayuntamientos, Generalitat Valenciana y servicios estatales, como la renovación del DNI, la petición de una cita en el centro de salud, la solicitud del historial médico, del padrón municipal o el catastro, entre otros.

«Con los trámites necesito ayuda y si mis hijas están lejos para ayudarme me siento muy impotente»

María Jesús Menárguez

— Jubilada de 67 años

Además, los asistentes aprenderán qué es y cómo funciona el sistema financiero en España y el motivo que ha llevado a que cada vez atiendan a todos de un modo menos personal y más orientado a máquinas. Es, precisamente, una de las principales quejas de los clientes de los bancos con mayor edad. «Cada vez podemos hacer menos trámites en el banco, y la banca siempre nos supone una barrera, les pides que te ayuden, lo hacen, pero a regañadientes», lamenta Concha. 

Operativa

El profesorado se está centrando en explicar una plataforma móvil de banca electrónica y el acceso con su operativa más común, como son las consultas de saldo, de ingresos, gastos, posibilidad de realizar transferencias o incluso el uso de Bizum. Concha es una de las usuarias de este último sistema que le parece «una manera cómoda de llevar un monedero a mano».

Asistentes al curso para acabar con la brecha digital en el Aula Plaça de Baix de la UMH.

Asistentes al curso para acabar con la brecha digital en el Aula Plaça de Baix de la UMH. / Áxel Álvarez

A otros, en cambio, les suena a chino. «Me gusta aprender en todos los sitios que voy», señala Manuel. María Teresa Bonete, de 71 años, por su parte, reconoce que ya hace sus trámites en la plataforma digital del banco «pero quiero saber más de lo que aprendí en octubre en otro curso al que asistí».

«Mis hijos me ayudan, pero así aprendo para no tener que molestarlos»

Manuel González

— Jubilado de 74 años

En lo que todos coinciden es en querer sentirse más independientes y «no molestar» a sus familiares que les ayudan en estos trámites digitales. «Así nos podemos sentir útiles por nosotros mismos sin necesitar a nadie», dice Concha. «Quiero aprender para no molestar a nadie, porque, cuando mis hijas están lejos y no pueden ayudarme, me siento muy impotente», lamenta María Jesús. «Mis hijos me ayudan, pero así aprendo para no tener que molestarlos», coincide Manuel .  

«Vine en octubre y he vuelto para seguir aprendiendo»

María Teresa Bonete

— Jubilada de 71 años

En el curso también tratan el uso en un entorno seguro, la seguridad de la banca electrónica, así como las actividades fraudulentas y su prevención para así eliminar tabúes y miedos. Para esta parte, la UMH cuenta con voluntarios del Banco Santander, antiguos empleados jubilados, gracias a un convenio.