Los padres del colegio Els Garrofers de Elche se hartan de la falta de seguridad vial: "nuestros hijos se juegan la vida"

«La autopista de Matola». Así es como conocen los vecinos de Algoda y Matola a la carretera CV- 875 que atraviesa esta partida y que pasa por delante del colegio Els Garrofers. Los padres denuncian que sus hijos y ellos mismos «nos jugamos la vida» cada vez que tienen que atravesar la vía por el paso de peatones que da acceso al centro escolar, que pocos vehículos respetan y que, además, pasan a gran velocidad. Los últimos incidentes por casi ser atropellados varios alumnos y padres y el atropello hace un tiempo de un menor de 3 años colman su paciencia. Afortunadamente, el pequeño solo tuvo contusiones en la cara por la pericia de su padre que consiguió tirar de él para evitar que el conductor se llevara por delante a su hijo.

Un punto negro de tráfico junto al colegio de Matola

No es el único susto. Cada día la situación de peligro se repite y, a pesar de los escritos que han realizado tanto los padres como el propio colegio reclamando más seguridad vial, las familias lamentan la falta de respuesta del Ayuntamiento de Elche. Así que los padres iniciaron una recogida de firmas para reclamar la instalación de un semáforo que regule el tráfico, ya que las señales que advierten de que es una zona escolar y del paso de peatones, así como de la limitación de velocidad a 40 kilómetros por hora, son obviadas sistemáticamente por muchos conductores. «Estamos cansados de que los coches pasen a gran velocidad e incluso no respetan los pasos de peatones y más vale prevenir que llorar», señala a este diario Emiliano Fraga, portavoz de las familias de la comunidad escolar del colegio Els Garrofers.

Son casi 1.000 firmas, en concreto 989, las recogidas y que este jueves entregaron los padres en el Ayuntamiento, incluyendo, incluso, el parte de lesiones del atropello sufrido por el menor de 3 años. La carretera CV-875 atraviesa la pedanía completamente y en ella sí hay semáforos que regulan el tráfico, pero el centro escolar se haya fuera del casco urbano y esa circunstancia hace que aumente su peligrosidad puesto que los vehículos circulan a mayor velocidad.

Anuncio incumplido

Además del semáforo, los padres reclaman que la Policía regule el tráfico en las entradas y salidas al centro educativo, como así se anunció hace justo un año por parte del portavoz del equipo de gobierno de Elche, Héctor Díez. Así, Díez informó, en febrero de 2022, que se había firmado un protocolo con la Guardia Civil, responsable al ser una carretera interurbana, para que los agentes de la Policía Local prestaran apoyo en la seguridad de los centros educativos Els Garrofers, Nuestra Señora del Carmen, San José Artesano y Newton Collegue, principalmente en la regulación del tráfico.

Uno de los aspectos más importantes de este convenio es que dotaba de competencias a la Policía Local en la regulación del tráfico en áreas donde se han desarrollado centros educativos como la carretera de Matola y las horas de entradas y salidas de colegios como Els Garrofers. Sin embargo, los padres denuncian que nunca han aparecido por allí los agentes. «Llevamos sin Policía cuatro o cinco años, si no más», lamenta Fraga. 

Para más inri, el pleno municipal ya respaldó por unanimidad, hace más de tres años, una propuesta para llevar a cabo la instalación de semáforos. «Queremos un semáforo con botonera o automático que se encienda en horario escolar, pero nos están dando largas», señala este padre. 

Corte de carretera

Las familias anuncian que incrementarán las protestas con el corte de la carretera si en el plazo de un mes no se da solución a esta problemática. «Si no ponen el semáforo ni vienen los agentes, a partir del 17 de abril cortaremos la carretera de Matola», advierten los padres. 

Este vial es muy utilizado por quienes acuden a trabajar a las industrias y fábricas de la zona y por los que acceden a Elche por esta vía.