Pasión grande por un arte a pequeña escala en Elche

La ciudad cuenta con un asociación y una sede en Carrús para los amantes del modelismo estático

Nave en Carrús donde tiene la sede la Asociación Ilicitana de Modelismo Estático. | INFORMACIÓN

Nave en Carrús donde tiene la sede la Asociación Ilicitana de Modelismo Estático. | INFORMACIÓN / J.M.GRAU

Elche cuenta desde hace once años con la denominada Asociación Ilicitana de Modelismo Estático (AIME), un punto de encuentro donde crear maquetas es la excusa para la distensión, propiciar amistades y participar de un ambiente en el que se funden afición, arte a pequeña escala y mucha paciencia.

«Empezamos a juntarnos en Mecamodel, una tienda de maquetas que estaba en el centro, al lado de Súquer. Nos juntamos un par de personas y un día nos dijimos por qué no montábamos una asociación». Así lo explica Raúl Guilabert, la persona al frente de AIME, al tiempo que señala que, una década después, son un colectivo de unas 40 personas.

La mayoría son del género másculino. Los padres traen a sus hijas para ver si les meten el gusanillo poco a poco, pero lo cierto es que, aunque la asociación está abierta a todo el mundo, hay pocas mujeres. Por ahora.

El colectivo cuenta con un espacio en segunda planta en una nave en el polígono industrial de Carrús. La sede de la Asociación Ilicitana de Modelismo Estático se llena de vida sobre todo los viernes por la tarde y noche y los sábados.

Piezas expuestas en el último concurso organizado por AIME el pasado año. | MATÍAS SEGARRA

Piezas expuestas en el último concurso organizado por AIME el pasado año. | MATÍAS SEGARRA / J.M.GRAU

Cada dos fines de semana aproximadamente suelen quedar por distintos motivos: un taller, un curso... Mientras que los viernes suelen reservarlos aquellos enamorados también de los juegos de mesa, de rol, de estrategia.

«Las maquetas son la excusa para pasar un buen rato. Nos juntamos y nos enriquecemos de nuestras técnicas, de nuestros estilos de pintar», apunta Guilabert.

Y es que una de las dedicaciones principales en esta afición es saber decorar, pintar lo más realista posible una maqueta a escala.

Aviones, tanques, tropas, figuras de fantasía, ecuestres, escenas campestres... el modelismo ya no tiene límites y menos aún en estos tiempos del comercio electrónico donde se pueden adquirir los elementos de plástico desmontado desde cualquier parte del mundo.

Maquetas bélicas recreadas hasta el último detalle. | MATÍAS SEGARRA

Maquetas bélicas recreadas hasta el último detalle. | MATÍAS SEGARRA / J.M.GRAU

Lo que tira mucho ahora es apostar por las figuras de fantasía, derivadas de series, películas, dibujos animados o de juegos de rol.

También siguen pegando fuerte las maquetas militares además de los cuerpos en tres dimensiones, para terminar de transformarlos lo más realistas posibles o fieles al original. Eso sí, siempre a escala reducida.

Afición solitaria

Raúl Guilabert recuerda que esta es habitualmente una afición solitaria. «Normalmente uno pinta a solas, en el rincón de su casa».

Teniendo esto muy presente, también se ha querido facilitar las cosas de cara a los integrantes de AIME. En este sentido, en la sede de la que disponen han colocado una serie de mesas y sillas, tableros al fin y al cabo preparados en altura, con iluminación adaptada y con algunas herramientas, para que no dé tanta pereza sacar las maquetas del hogar, los utensilios, el aerógrafo por ejemplo, y traerlos a este punto de encuentro donde pueden disfrutar de su afición en conjunto, en compañía de los amigos, cada uno a lo suyo, pero distrayéndose con una amena conversación, intercambiando conocimientos y materiales.

Sin límites

Aquí no hay límite para la edad: hay desde jóvenes de 25 años hasta veteranos de 80. Y cuando organizan talleres o cursos para enseñar a pintar o resolver dudas todos aprenden de todos nuevamente.

Y aunque su pasión es de tamaño pequeño no por eso no actúan pensando a lo grande, como la organización, de cara al mes de junio, de nada menos que del IX Concurso de Modelismo Estático. El pasado año ya fue un éxito con medio millar de piezas inscritas venidas de toda España. Y es que lo pequeño también tiene su arte.