La Escuela de pintura de l’Hort del Xocolater asegura otra edición para octubre

La Fundación Mediterráneo abre inscripciones para el nuevo curso en el que seguirán las cuatro docentes - Los alumnos exponen 350 obras

Maria Dolores Mulá enseña técnicas de dibujo a niños al inicio del curso.  | MATÍAS SEGARRA

Maria Dolores Mulá enseña técnicas de dibujo a niños al inicio del curso. | MATÍAS SEGARRA / j.r.esquinas

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

La Escuela de Pintura de l’Hort del Xocolater volverá con una nueva edición en octubre. El proyecto de 1975 que recuperó el otoño pasado la fundación Mediterráneo tras un parón de ocho años parece que tendrá continuidad en el tiempo. La muestra está en que se han abierto las inscripciones y una buena parte de las plazas ya están reservadas por los alumnos que durante estos meses aprendieron técnicas de dibujo y pintura en el pulmón verde ilicitano.

María Dolores Mulá, profesora de dibujo y coordinadora, hace un balance positivo de la vuelta y destaca que el curso lo han terminado más alumnos de los que lo empezaron, unos 75, por lo que se evidencia que las altas han superado a las bajas.

La artista ilicitana, que lleva más de cuatro décadas ligada a la iniciativa, está orgullosa de que el resultado de este trabajo se haya materializado en una exposición con más de 350 obras entre dibujos, pinturas al óleo y con acuarelas así como otras que emplean la técnica de la ilustración o el estilo del cómic.

Ante esta respuesta la organización tiene fuerzas y ganas de continuar porque sienten que está teniendo apoyo. Con la mirada puesta en el próximo curso todavía desconocen si tendrán que ampliar los medios humanos, aunque todo dependerá de la demanda. El mínimo de estudiantes por grupo es de 15 y 25 como máximo.

El proyecto destaca por transmitir el arte entre todas las edades.  | MATÍAS SEGARRA

El proyecto destaca por transmitir el arte entre todas las edades. | MATÍAS SEGARRA / j.r.esquinas

Subgrupos

Uno de los retos será crear subgrupos con los que ya están iniciados y los que acaban de entrar a formarse para que no se pisen los conocimientos. Durante esta edición cuatro profesoras, por grupos diferenciados por edad, ofrecieron distintas técnicas cada sábado y continuarán con el formato.

Noelia Pérez se encargó de la ilustración creativa; Irene Cano profundizó en el dibujo, el cómic y manga mientras que Miriam Martínez impartió clases sobre dibujo y pintura al igual que Mulá, que al cargo de los más pequeños, destaca una evolución desde que se matriculan hasta mayo: «han aprendido muy bien la técnica y son esponjas, no se lo que tiene ese huerto, pero es un paraíso».

La docente ha enseñado a los menores a «crear y no copiar» y escuchar a la naturaleza, el canto de los pájaros o la propia música, hasta el punto de que una alumna que toca la viola un día les ofreció un pequeño concierto y los compañeros tuvieron el reto de trasladar lo que sentían con la melodía en el papel a través de líneas. Destaca del curso que ofrece a los niños sentirse profesores de sus progenitores por un día con la finalidad de poner a prueba todo lo aprendido.

Como mejoras, entiende que se podrían reforzar contenidos como algunas clases sobre Historia del Arte y que se fomenten seminarios con artistas invitados.